menu
search
Recetas Asado | carne |

El secreto de la sal que los parrilleros usan para controlar el fuego del asado

Parrilleros de experiencia usan un truco simple: tirar sal gruesa sobre las brasas. Reduce humo, baja las llamaradas y mejora la cocción sin afectar el sabor.

Muchos asadores aseguran que un puñado de sal gruesa puede salvar un asado. No se trata de superstición ni de un ritual heredado sin sentido: detrás de esta costumbre, que pasó de generación en generación, hay una explicación práctica que ayuda a controlar el fuego y mejorar la cocción de la carne.

Cuando el calor se intensifica, la grasa gotea y el humo empieza a invadir la parrilla, la sal aparece como un recurso eficaz para mantener el equilibrio justo entre brasas y temperatura.

LEER MÁS ► Christian Petersen, chef: "Este es el truco para que las milanesas te salgan increíbles"

Por qué funciona la sal en las brasas: parrilleros expertos y ciencia del fuego

La sal gruesa actúa sobre dos frentes clave:

  • Absorbe parte de la grasa que cae sobre el carbón y evita que arda en exceso.
  • Modera la combustión, ya que, al caer sobre el carbón encendido, reduce levemente el oxígeno disponible.

El resultado: menos humo, menos llamaradas y una cocción más pareja, algo que cualquier parrillero agradece.

Paso a paso para cocinar un asado como un experto este fin de semana.
El truco de la sal en las brasas que usan los parrilleros expertos

El truco de la sal en las brasas que usan los parrilleros expertos

Ventajas de usar sal sobre las brasas

  • Menos humo molesto: la grasa se quema de manera controlada.
  • Llamaradas bajo control: la sal ayuda a “apagar” pequeños fuegos sin afectar el calor.
  • Temperatura más estable: ideal para cortes gruesos.
  • Mejor sabor: al no haber exceso de combustión, la carne conserva su aroma natural.

LEER MÁS ► La receta para hacer osobuco al horno en 4 simples pasos

Cómo aplicar el truco paso a paso

  1. Elegí la sal adecuada. Usá sal gruesa o sal de mar: su tamaño es perfecto para interactuar con el carbón.
  2. Momento justo para agregarla. Espolvoreala cuando las brasas estén bien formadas y antes de colocar la carne.
  3. Cantidad recomendada. Un puñado es suficiente para cubrir de forma pareja la superficie del fuego.
  4. Repetí si es necesario. Si aparecen nuevas llamaradas o el humo se vuelve intenso, sumá un poco más.

Temas