Tras sortear innumerables avatares en su vida —donde llegó a estar al borde la muerte por un gravísimo accidente, tras el que se recluyó en una abadía trapense— se sobrepuso absolutamente a todo y, el 19 de julio de 1962, el deportista francés se convirtió en el primer hombre de la historia que superó los 200 km/h sobre una bicicleta, al registrar 204,778 km/h en cercanías de Lahr, Alemania.