El policía imputado por intento de femicidio se encuentra en prisión preventiva mientras se aguarda el cambio de carátula que agrave la imputación.
Tras balear a su expareja, el policía se atrincheró dentro de la vivienda de barrio Nueva Esperanza.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
La muerte de Estela González, la mujer baleada por su expareja policía en la vivienda familiar de barrio Nueva Esperanza, en el norte de la ciudad de Santa Fe, abrió una serie de interrogantes en el proceso penal.
Mientras que policía César Muga se encuentra en prisión preventiva, imputado por intento de femicidio tras el ataque a balazos realizado en agosto, la causa fue remitida a una nueva fiscal que deberá resolver si agrava la atribución delictiva.
En tanto, la defensa de Muga había apelado la medida de prisión preventiva impuesta por el juez Sebastián Szeifert, y en los próximos días iba a realizarse una audiencia en la Cámara de Apelaciones para revisar el encarcelamiento del imputado, sin embargo, tras la muerte de González, el propio Muga desistió de la medida, informaron fuentes del caso a AIRE.
LEER MÁS ► Femicidio: murió la mujer baleada por el policía César Muga en barrio Nueva Esperanza de Santa Fe
Las primeras medidas investigativas fueron requeridas por el fiscal de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual Roberto Olcese, que imputó a Muga como autor de intento de femicidio y resistencia a la autoridad.
En tanto, la causa quedó a cargo de la fiscal Vivian Galeano, quien aguarda el resultado de la autopsia de la víctima para definir la reimputación del delito atribuido a Muga.
Además, al momento de imponer la prisión preventiva del policía, el juez Szeifert había ordenado la realización de una pericia psicológica urgente, debido a evidencias que sugerían una posible patología que requiriera un tratamiento específico.
Sin embargo, a casi dos meses de esa resolución, la pericia aún no fue realizada y se desconoce cuándo podrá hacerse. Mientras tanto, Muga cumple la prisión preventiva en una celda de la cárcel de Coronda.
El viernes 1 de agosto cerca de las 7 en el interior de una vivienda en inmediaciones de Europa al 8700, César Muga atacó a balazos a su expareja Estela González; el policía había estado de guardia y cuando volvió a la casa, mujer se encontraba en uno de los dormitorios de sus hijas.
Muga comenzó a deambular por la casa y entonces una de sus hijas le dijo a su madre que fuera a su dormitorio, y a los pocos minutos comenzaron a escuchar ruidos: la hija mayor se acercó a la habitación y vio al padre sobre su madre, con el arma en la cabeza de esta, y que le decía “pero yo te amo”.
Su hija entonces le dijo que no disparara, y Muga le respondió que también era culpa de ella y que también la iba a matar; entonces efectuó dos disparos que hirieron a la mujer en un brazo y en una pierna, y luego un tercer disparo que le atravesó el tórax.
La mujer le dijo a su hija “llamá a una ambulancia que me voy a morir”, joven logró sacar a su madre de la vivienda y un automóvil particular la llevó hasta el hospital junto a otra de sus hijas.
En tanto, el personal del Comando Radioeléctrico llegó al lugar por llamadas al 911 que alertaban sobre disparos de arma de fuego. En la puerta de la casa se encontraba una mujer joven con la ropa ensangrentada, quien refirió que su padre, policía, había baleado a su madre y que se encontraba en el interior de la casa con una menor de 9 años.
En el interior de la casa, un hombre que tenía un arma de fuego en la mano le exigía a la policía que se fuera, que a él no lo iban a sacar vivo de adentro de la casa. Entonces, abrió la puerta y dejó salir a la niña.
Luego, Muga comenzó a deambular dentro de la vivienda con el arma en la mano, mientras el Grupo de Operaciones Especiales cercó la zona y, a través de un mediador, intentaban hacer que el policía se entregara. En ese contexto, el hombre abrió la puerta de la casa y le efectuó dos disparos a un perro que pasaba por allí; el can huyó corriendo y se desconocen la gravedad de las heridas.
Luego, Muga cambió el cargador y arremetió a disparos contra los agentes: cuatro balas impactaron en el escudo de uno de los policías, mientras que otro recibió un disparo. Entonces, le efectuaron un disparo a una pierna y así lograron reducirlo y arrestarlo.
