Un camino de ripio señala la entrada al campo ubicado a metros de la ruta 95, entre Villa Minetti y San Bernardo, en el interior del departamento 9 de Julio. A la izquierda, se observa una casa modesta y detrás un gallinero de ponedoras. Más al fondo se encuentra el corral donde se pueden ver terneros pequeños y medianos.
La puerta del corral se abre y aparece Maricel Ramello con una amplia sonrisa. Se trata de una productora ganadera y comerciante de Villa Minetti que hasta hace segundos estaba ocupada trabajando con sus terneros.
Conocedora y amante del oficio ganadero, esta mujer de 45 años proviene de una tradición familiar y asegura que hace lo que le apasiona. Esas ganas se pueden sentir en su voz cuando lo afirma.
LEER MÁS ► Sequía: productores de Vera viajan hasta diez veces por día a buscar agua para sus animales
“Desde chica me dedico a esto y me encanta la ganadería. Pero el tema de la sequía nos modificó todo, porque no tenemos los animales como queremos y hacemos lo que podemos para tener agua y darles de comer”, asegura la mujer en diálogo con AIRE.
En diferentes sectores del campo se pueden observar montículos de cascarillas para que los animales se alimenten. Maricel los señala en dirección a todos los puntos cardinales. “En todos lados tenemos. Acá no vas a ver la sequía como en otros lugares porque me ocupé de tener alfalfa. Pero no es algo que se pueda hacer siempre”, aclara.
Maricel asegura que muchos no entienden lo que significa la sequía para la actividad. “Lo interpretan como que no nos encargamos de buscar agua. Y ese no es el problema. Lo que sucede es que no hay agua subterránea. En este campo se buscó y encontramos, pero en otros lugares no hay, y en esos casos hay que acarrear el agua”, explica la mujer.
Hoy el agua que se puede encontrar en los campos es muy salada, tiene mucho arsénico y mata a los animales.
“Ese es el agravante, porque la comida la puede traer de otro lado, pero si no ténes agua la tenés que acarrear todos los días. Y la demanda es mucha, si se tiene en cuenta que diariamente una vaca toma 50 litros. Si no hay camiones para toda la zona, las vacas se mueren”, describe en torno a la situación que le toca atravesar al igual que a muchos productores.
Por otro lado, recalca que el gobierno no estuvo en los momentos en que más se lo necesitaba.
Tuvo que vender parte de su hacienda para pagar alimentos
Los costos para mantenerse en la actividad son altos y generan deudas para los que no cuentan con el respaldo suficiente para sostenerse. En el caso de Ramello, la sequía la obligó a vender un 30% de su hacienda para poder pagar alimentos y alivianar el terreno.
“Ya no me daba el pasto y cuando pasa eso, ya no se puede seguir. Entonces seleccionás una parte y te quedás con otra para tratar de defenderte”, aclara la mujer que explicó que este año la falta de alfalfa le impidió fabricar los rollos que necesita para alimentar su hacienda.
LEER MÁS ► Sequía: la Sociedad Rural de Vera criticó la asistencia "mezquina" del Estado
A futuro las perspectivas tampoco no son muy buenas. Hoy la producción ganadera observa con preocupación el estado de las vacas y la imposibilidad de que éstas puedan mantenerse vivas si tienen crías.
“Las vacas están débiles, uno no las ve tan flacas, pero al tener crías quedan echadas. Cuando nace el ternero la vaca se muere y quedan un montón de terneros guachos”, indica Ramello, cuyos padres poseen campos y también tratan de mantener a sus vacas de la mejor manera.
Ramello asegura “que es incalculable la cantidad de vientres que se perdieron” y señala que cuando el ternero queda huérfano se lo trata de defender para salvarle la vida. Los alimentan con sustituto lácteo con mamadera hasta los 30 días y luego con alimento balanceado.
Qué perspectivas tienen a futuro
A pesar de que las lluvias comenzarán en los próximos días en la región, Ramello explica que el proceso de recuperación de la tierra para la pastura demandará tiempo.
“Lo que pasa es que no llueve pasto. Llueve y eso tiene un tiempo hasta que crece. Y es por esto que el lapso sigue siendo largo para la situación que se atravisa”, enumera.
Se prevé que las primeras pasturas empiecen a aparecer a fin de octubre, comienzos de noviembre. “Nos quedan dos meses y la verdad es que aunque llueva la situación no va a cambiar de un día para otro”, agrega.
La productora recalcó la necesidad de contar con políticas que acompañen a los productores, ya que estos siempre la “pelean solos”.
También te puede interesar
- "El pasto está brotando, es un alivio tremendo que se está dando estos últimos días"
- De productor a despensero: "Quise aguantar pero no pude, quedé sin nada"
- Sequía: la Sociedad Rural de Vera criticó la asistencia "mezquina" del Estado
- "Tengo 69 años y es la peor sequía que recuerdo": el drama de una mujer de Fortín Olmos
- "Esperamos con ansias que El Niño aparezca": el drama de los productores de Tostado
Te puede interesar