El alivio llegó de la mano de las lluvias en el departamento Vera. Desde hace diez días se registran precipitaciones irregulares que trajeron una luz de esperanza a los productores, que luego de batallar por más de tres años contra el comportamiento feroz del clima, ya habían perdido toda ilusión y parte de su producción.
Yolanda Arce es la presidenta de la Asociación de Pequeños Productores de la Cuña Boscosa, en donde se nuclean 170 productores de 17 parajes del departamento Vera.
Arce asegura que las lluvias que se registran desde hace una semana trajeron alivio a los productores que observan cómo las precipitaciones dan resultados inmediatos en sus campos.
"Hoy la gente ya le está dando menos raciones de comida a los terneros y las vacas rumiantes, el pasto ya está brotando, así que es un alivio tremendo que se está dando estos últimos días", describió Arce.
Las precipitaciones que comenzaron hace diez días, si bien no son parejas, están ayudando a juntar agua en los campos.
Luego del verano la seca se afianzó con dureza en la zona. “Tuvimos muchos meses con prácticamente nada de lluvia y eso impactó aún más en la zona nuestra. Pero en todo el norte prácticamente fue igual”, explicó Julio Radosevich, productor ganadero de Fortín Olmos.
El invierno seco y la falta de heladas contribuyeron para poder mantener al ganado en pie y evitar un alto índice de mortandad de animales. “Logramos pasar el invierno, que todavía lo estamos atravesando, pero no hubo mayor cantidad de mortalidad”.
A grandes rasgos se estima que tras el invierno y como consecuencia de la sequía, los productores ganaderos sufrieron pérdidas que rondan entre un 30 y 35 por ciento.
Contra la sequía, la esperanza llega con las primeras lluvias
Las lluvias comenzaron el domingo de la semana pasada, de manera dispar, en la Cuña Boscosa en donde el milimetraje de agua caída es bastante despareja y ronda los 30 milímetros. Mientras que en la región de los Bajos Submeridionales casi no se registraron lluvias.
“Ahora el productor está mucho más aliviado y ahora se va a enfocar en cómo salir, en primer lugar, de las deudas que le generó toda esta sequía", agrega Arce.
Las deudas por las compras de alimento hoy son algo común, los fardos de alimentos que a inicio de año tenían un valor de 9.000 pesos, hoy salen 38.000 pesos.
El pago de los créditos que muchos tomaron para poder atravesar la sequía y salvar a sus animales es otra de las preocupaciones que se intentará resolver.
“Si bien las lluvias empezaron, aún no son precipitaciones que van a cortar una sequía tan larga, porque nosotros lo que tenemos que esperar son lluvias abundantes para poder recuperar todo lo que es la zona de esteros, bajos, cañadones que se habían secado”, explicó Radosevich.
Los habitantes de la región esperan con ansiedad la recuperación de los arroyos, las lagunas y el humedal que tiene la zona para que se normalice el clima.
“Va a llevar tiempo, pero lo bueno es que ya empezó a llover y los productores ahora ya aflojaron con la maquinaria y no están haciendo ese gasto excesivo de llevar agua todos los días, lo que implicaba un sacrificio tremendo”, asegura el productor.
Hoy la Asociación de Pequeños Productores trabaja junto a sus integrantes en un balance para determinar el nivel de pérdidas que dejó la sequía y recuperar la producción. “Vamos a ir generando proyectos para poder ayudar a que esos productores vuelvan a impulsarse y para aquellos que perdieron trataremos de buscar una salida”, aseguró Arce.
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