Gisela Scaglia golpeó la mesa de Provincias Unidas en Santa Fe: ¿por qué lo hizo?
La vicegobernadora puso en dudas la posibilidad de asumir como diputada nacional a partir del 10 de diciembre.
La vicegobernadora puso en dudas la posibilidad de asumir como diputada nacional a partir del 10 de diciembre.
Ocho días después de haber sido electa como diputada nacional por Provincias Unidas, Scaglia puso en dudas la posibilidad de asumir en ese cargo.
Quien crea que esto forma parte de una estrategia comunicativa previamente elaborada entre Scaglia y el gobernador Maximiliano Pullaro -líder indiscutible del espacio político a nivel provincial- se equivoca.
La relación entre Gisela Scaglia y Maximiliano Pullaro siempre fue buena: se conocen, incluso, desde sus épocas de estudiantes universitarios en la ciudad de Rosario.
Sin embargo, una serie de circunstancias desembocaron en la foto actual: una diputada electa que, siendo vicegobernadora de Santa Fe, se encarga de entreabrir un resquicio de duda sobre la posibilidad de que efectivamente se siente en una banca del Congreso de la Nación.
Para que esto sucediera ocurrieron diversos hechos políticos de peso. Algunos, fuera de la provincia; otros, en el contexto de Santa Fe. Y también se dieron circunstancias dentro del círculo íntimo del poder provincial.
Lo primero que sucedió fue que, aquel supuesto escenario de tercios en las elecciones provinciales, jamás se dio. Y así, Gisela Scaglia, lejos de salir políticamente fortalecida en estos comicios, terminó siendo la cara visible de una lista de candidatos que no alcanzó los objetivos buscados.
Provincias Unidas tendrá una representación menor a la esperada en el Congreso. Y en este contexto, aflora de manera descarnada una disyuntiva que Scaglia conocía desde el momento de aceptar su candidatura.
El dilema es claro: ¿a quién responderá Scaglia en el Congreso? ¿Al gobernador Pullaro o a Mauricio Macri?
Mauricio Macri junto a Gisela Scaglia.
Scaglia es una de las pocas figuras de peso institucional que el PRO puro mantiene a lo largo y ancho del país. A diferencia del camino elegido por otros referentes del PRO, la santafesina sigue fiel al partido que le permitió ocupar diferentes cargos públicos. El más importante, sin dudas, vicegobernadora de Santa Fe.
A nadie escapa que, entre los diputados electos por Provincias Unidas, surgen nombres que ideológicamente tienen poco -o nada- que ver con las miradas del PRO.
Resulta evidente que Scaglia sabía a qué se enfrentaba en este escenario político. Y aun así aceptó ser candidata cuando Pullaro se lo propuso.
Sin embargo, sucedieron otros hechos que llevaron a la vicegobernadora a golpear la mesa: probablemente lo nieguen, pero la verdad es que desde el día después de las elecciones, la vicegobernadora se sintió tratada por algunos de sus pares como si fuera parte del pasado, y no del presente de la gestión provincial.
En otras palabras, Scaglia percibió que, para algunos sectores de Provincias Unidas, se convirtió en una exvicegobernadora, cuando en realidad continuará ocupando ese rol hasta el 10 de diciembre próximo.
La relación entre Scaglia y Pullaro siempre fue excelente. De hecho, se conocen desde sus días de universitarios en la ciudad de Rosario. Y aunque luego tomaron distintos caminos partidarios, siempre existió un vínculo personal y político entre ambos.
No asumir como diputada, y continuar en su cargo de vicegobernadora, también traería costos políticos para Scaglia, para el gobernador y para Provincias Unidas en Santa Fe: una candidatura testimonial, no estaba en los planes de nadie.
Sin embargo, existe otro elemento a tener en cuenta y que se dio luego de las elecciones en el plano nacional: a pesar de haber competido y ganado en sus distritos, Manuel Adorni y Diego Santilli acaban de sumarse al gabinete de Javier Milei.
Y, la verdad, es que nadie se rasgó las vestiduras. Al electorado en general, poco parece haberle afectado estos cambios de roles.
La situación de Santa Fe es diferente a la del gobierno nacional. Mientras Milei necesitaba reconformar su gabinete con urgencia, en la provincia no existe la misma prisa, porque Scaglia seguirá siendo vicegobernadora, al menos, durante las próximas cuatro semanas.
El cimbronazo político de las declaraciones de Scaglia fue -y es- indisimulable. Probablemente todo continúe según el rumbo fijado antes del 26 de octubre, y el 10 de diciembre próximo la vice de Santa Fe termine asumiendo como diputada nacional.
Sin embargo, Gisela Scaglia se encargó de hacer oír su voz.
Si pagará el costo de dejar el cargo que ocupa, si asumirá el desgaste de compartir bancada con políticos que piensan diferente, y si tendrá que afrontar la disyuntiva entre responder a Pullaro o a Macri; que valga la pena.
Probablemente lo nieguen. Pero lo que Scaglia buscó dejar en claro fue, ni más ni menos, que sigue siendo la vicegobernadora de Santa Fe.
Y que, desde el Congreso de la Nación, no está dispuesta a jugar un papel secundario.
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