Impunidad rural: un nuevo ataque en San Carlos Sur
Martín Aimaretti es productor mixto y relató a AIRE Agro: “Esta mañana, el muchacho que vive acá en el campo fue hacer la recorrida y cuando iba llegando se encontró con la tranquera arrancada; quebraron el poste, tumbaron todo y después adentro habían carneado tres toritos de 400 a 420 kilos”.
La víctima precisó que eran animales de producción propia que pensaba dejar como reproductores, que se suman a tres vaquillonas que le carnearon poco tiempo atrás en el mismo lugar. A grandes rasgos, estimó que la pérdida económica entre ambos hechos rondaría los 6 millones de pesos.
LEÉ MÁS►Abigeato: ganaderos de Coronda denuncian desprotección en las islas del Paraná
CarneoManga.jpg
Los cuatreros se llevaron tres toritos que estaban destinados a ser reproductores.
Respecto del inusual modo que esta vez los delincuentes utilizaron para ingresar al establecimiento, Aimaretti conjeturó: “Se ve que la engancharon con el vehículo, pegaron al tirón y quebraron el poste y tumbaron la tranquera al piso. Porque habían golpeado el candado y no lo pudieron abrir, entonces usaron un método más violento”.
El productor explicó que, si bien la entrada al establecimiento está sobre un camino que “es bastante transitado”, se encuentra a unos dos kilómetros de la casa más próxima. “De noche las luces se ven para todos lados”, dijo, pero eso no desalentó el accionar en absoluto disimulado de los malvivientes.
LEÉ MÁS►Productores rurales unidos contra el abigeato: estiman que pierden el 10% de su producción
"Son impunes, no pasa nada": resignación en el campo
Ante la consulta sobre la respuesta que recibió de las fuerzas del orden, con resignación Aimaretti dijo que “quedaron en venir ahora los Pumas”, pero en base a la experiencia propia y de sus vecinos se resignó: “te dicen que les es difícil, que no pueden hacer mucho; que es como que ya está, que es así”.
Sobre la situación a nivel regional, comentó que la mayor recurrencia de abigeato en el último tiempo ocurre “para el lado de Santa María, San Jerónimo, y por ahí algo se vuelca para estos lados también; la otra vez entre Gessler y Matilde también habían carneado”.
Pero no son los únicos ataques que sufren. En la región es común sufrir robos de baterías, herramientas y distintos elementos del campo. “Son impunes, no pasa nada”.
Con amargura, el productor lamentó que el fruto del esfuerzo y las privaciones se la llevan los delincuentes. “Por ahí uno se priva de algunas cosas, de comprar algún repuesto, porque venimos de tres años de cosecha floja y nos pasa esto”, lamentó.