La aventura promete. En la laguna “El Algarrobo” se tomaron fotos icónicas de Jaaukanigás, con cientos de yacarés, monos y gallitos de agua. Y al recorrido hay que sumarle una variable: la mejor forma de explorar este rincón del famoso humedal es a caballo.
El guía se llama Rubén Blanco y conoce la zona como pocos. Lo primero que hace es sondear la experiencia de los jinetes. Al enviado especial de AIRE le toca “Zorro”, un caballo lento, mañoso y muy manso. Román Murcyla, director de Turismo de Villa Ocampo, se sube a “Picasso”, Maiquel Torcatt, fotógrafo de AIRE, trepa a “Pampero” y Blanco vino montado en “Doradilla”. A la expedición se suman tres perros curtidos, que corren por delante y en medio de las patas de los caballos.
La cabalgata comienza en un típico potrero del norte santafesino, entre árboles “pinchudos” y caminos de vacas y novillos, pero cuando comienza el estero se entiende porque los caballos son necesarios: en largos tramos se cabalga sobre una alfombra de agua y barro, y con el pajonal a la altura de la montura.
“Zorro” siempre va último, como si supiera que el jinete sabe poco de riendas y estribos. Y eso permite mirar con tranquilidad esta extensa pradera pintada de amarillo y verde, que debe ser hermosa al atardecer y muy áspera bajo el rigor del sol de la siesta. “Parece el Mar Dothraki”, dice en un momento Torcatt, mientras busca un lugar seco para bajar del caballo y hacer fotos e imágenes.
A la tardecita, también debe ser un paraíso para todos los insectos que pican. En realidad, los más que más acechan son cinco y Murcyla los conoce íntimamente. Están las “potacas”, unas mosquitas que son más pequeñas que un jején, los tábanos, los mosquitos, las “viuditas” -son unas moscas negras- y los jejenes. “Se van turnando para picarte”, bromea; pero la verdad es que hoy dejan cabalgar en paz.
“¡Taconealo a Zorro, sino no llegamos más!”, grita Blanco, que porta con autenticidad todo el atuendo de gaucho. El destino es la laguna “El Algarrobo”, un curso de agua rodeado por un albardón que es un ejemplo de la selva en galería. Es un lugar ideal para los dos tipos de yacarés que hay en Jaaukanigás -overo y negro-, tortugas y muchas de las aves que habitan el humedal.
También es un lugar repleto de mitos y leyendas. “En expediciones más largas, cuando hacemos fogones recordamos parte de esta mitología, que tiene que ver con los primeros habitantes del sitio”, cuenta Murcyla.
En ronda, junto al fuego, hablan del carpincho blanco, los enanitos de agua y el lobizón, entre otras bestias, sátiros y duendes. Algunas de estas fábulas tienen un mensaje ambiental contra la depredación (los enanitos sacan las líneas del agua, apagan el fuego), pero el cuento del lobizón acorraló durante años a un hermoso animal del norte santafesino: el aguará guazú. Además se recuerda a los abipones que cazaron y pescaron aquí durante siglos. En su lengua, Jaaukanigás quiere decir gente del agua.
La laguna se nutre del zanjón "El Víbora", que comunica el Paraná Mini con el arroyo “El Quencho”. El sendero que recorre su costa, con el agua a la izquierda y la selva en galería a la derecha, es el punto fuerte de la cabalgata. Hay que bajar del caballo y mirar tranquilo el agua y los árboles para encontrar los ojos de los yacarés entre los camalotes y a las “familias” de monos carayá en las copas de los árboles.
Este rincón casi prístino de naturaleza y fauna bien santafesina, también se disfruta en los sonidos que se superponen: el murmullo del agua, los graznidos de los pájaros y los que tengan suerte quizás escuchen el potente aullido del mono carayá.
Después de atravesar el albardón y los árboles de la selva en galería, se vuelve a atravesar el estero y rodear el cordón de palmeras caranday -otro de los ambientes del humedal- en la recta final de una cabalgata difícil de olvidar en uno de los lugares más lindos de la provincia de Santa Fe.
Dónde alojarse y contratar excursiones en Jaaukanigás
En la oficina de Turismo Villa Ocampo (teléfono 3482-466209) se pueden consultar las alternativas de alojamiento (cabañas y hoteles), excursiones de ecoturismo, servicios gastronómicos y eventos (también hay información en la página de Facebook e Instagram).
La Cámara de Turismo Villa Ocampo (teléfono 3482-466322) también ofrece asesoramiento sobre servicios y prestadores turísticos en Jaaukanigás.
El número de celular de Rubén Blanco, guía de cabalgatas en Jaaukanigás, es: 3482 58-3049.