La torta chajá es un verdadero tesoro culinario de Uruguay, y qué mejor manera de celebrar el comienzo del Año Nuevo que con esta exquisita creación que combina capas de bizcocho esponjoso, crema batida, duraznos en almíbar y un toque de merengue dorado.
Con algunos ingredientes, sencillos de conseguir, podrás hacer esta increíble torta y sorprender a toda la familia en una noche tan única como lo es el Año Nuevo.
A continuación, la receta más fácil para que la prepares en casa, en muy pocos pasos, y una serie de consejos para que te salga exquisita y no falles en el intento.
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Ingredientes
Para la torta:
- 6 huevos
- 150 g de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 100 g de harina de trigo
- 50 g de maicena
- 1 cucharadita de polvo de hornear
Para la crema:
- 500 ml de crema de leche
- 1 lata de duraznos en almíbar (400 g)
- 100 g de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Para el merengue:
- 3 claras de huevo
- 200 g de azúcar
- 1 cucharadita de jugo de limón
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Procedimiento:
- Batir los huevos y el azúcar hasta que estén espumosos. Agregar la esencia de vainilla.
- Tamizar la harina de trigo, la maicena y el polvo de hornear sobre la mezcla y mezclar suavemente.
- Verter la masa en un molde circular y hornear a 180 °C durante 20-25 minutos. Dejar enfriar.
- Batir la crema de leche con el azúcar y la esencia de vainilla hasta obtener una crema firme.
- Armar la torta alternando capas de bizcocho, crema y duraznos en almíbar.
- Preparar el merengue batiendo las claras de huevo con el azúcar y el jugo de limón hasta obtener picos firmes.
- Cubrir la torta con el merengue y dorar en el horno.
- Dejar enfriar, refrigerar y disfrutar de esta deliciosa torta chajá en Año Nuevo.
Consejos para una torta chajá perfecta:
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La clave de una torta chajá perfecta radica en la precisión al preparar cada capa. Asegúrate de batir los huevos y el azúcar hasta que estén espumosos y de tamizar los ingredientes secos para evitar grumos en el bizcocho. La crema y el merengue también deben ser batidos a la consistencia adecuada para lograr una textura ligera y aireada en la torta.
Después de armar la torta con las capas de bizcocho, crema y duraznos, déjala reposar en el refrigerador durante al menos unas horas o idealmente toda la noche. Esto permitirá que los sabores se mezclen y que la torta alcance su máximo potencial de sabor y textura.
Siéntete libre de expresar tu creatividad en la decoración. Puedes utilizar duraznos adicionales, trozos de merengue o incluso ralladura de limón para darle un toque personal. La presentación festiva es parte de la magia de esta torta.