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Política salarios | consumo | Producción

Sin salarios, sin consumo y sin producción, lo único que hay es inflación a la baja y desempleo en alza

Ni Luis Caputo ni su entorno se engañan: el mayor ajuste recesivo de la historia debería haber producido una inflación del 1% al cabo de un semestre. La contracara son 7,8 millones de pobres y 1,5 millones de desempleados “manufactured by Milei”.

Cuatro números impactantes se conocieron esta semana y muestran los resultados del Modelo Milei: la Unicef reveló que 1,5 millones de niños saltean una comida diaria y 1 millón la cena; los microdatos del Indec aseguran que las políticas libertarias arrojaron a la pobreza a 4,7 millones de argentines (el 10% de la población total); según la Consultora Ex Quanti, sin planes , 1 de cada 4 argentinos estaría sumido en la indigencia y en un país con 1,1 millones de nuevos desempleados el gobierno –inspirado en las novedosas ideas de un radical dispuesto a reescribir la historia– impulsa llevar la jornada laboral hasta las 12 horas para los que permanecen empleados.

Sobre este último fenómeno consultamos a uno de los economistas que integran el Centro de Estudios Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), Alejo Muratti Chiossone. Resulta interesante empezar por la pregunta final: ¿cuánto más puede soportar el pueblo argentino (el 90% que no acumula fortuna en dólares) semejante nivel de desempleo y caídas salariales continuas?

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Muratti admite que “es una pregunta que me hago muy seguido: ¿cuál es hoy la tasa de tolerancia social del desempleo? Menem reeligió en 1995 con casi 19 puntos de desempleo y con el 50% de los votos. El problema es que la economía y, simultáneamente, la sociedad argentina cambió. Así como el desempleo en algunos países muy inestables y con muchos problemas no es necesariamente el límite de la tolerancia social, ya que de alguna forma u otra se encuentra la forma de subsistir (principalmente con trabajos de tipo changa), pareciera que la evolución del mercado laboral en Argentina desde el año 1976 hasta hoy tomó un camino similar”.

Hace 15 días publicábamos justamente dos datos que grafican la situación del empleo argentino: el 25% de la fuerza laboral registrada son monotributistas y casi 8 millones son informales no registrados. El economista de CESO aporta sus datos: “actualmente el empleo informal en Argentina ronda (dependiendo el año y la época del mismo) el 35% del empleo total, número al que hay que sumarle distintos grados de “informalidad encubierta. Esto indica que a pesar de que no podamos hablar de los niveles de desempleo de otros años, hay un problema que ya se encuentra entre nosotros hace tiempo y que presenta características distintas al desempleo convencional”.

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Por qué aguantan los que aguantan y las predicciones para el segundo semestre

Sobre las razones del aguante de las víctimas del modelo hay diversas estimaciones: que la memoria económica de les argentines es corta (menos de 4 años), que Milei fideliza un electorado que no tiene, pero odia, y sigue dándolo todo para que otros tampoco tengan o tenga menos, que el peronismo es “un monstruo consolidado” por la batalla cultural de la derecha y nadie quiere volver ahí y otros asuntos.

Sobre porqué el 10% más rico del país (y sus asociaciones gremiales) soporta semejante modelo, el economista Claudio Katz le confió a nuestro colega Diego Genoud que creo que la razón básica es que ellos esperan que Milei haga lo que no hizo ninguno de sus antecesores, que es destruir el movimiento popular. Toda esa larga historia de la Argentina donde hay una correlación de fuerzas, el famoso empate hegemónico, donde finalmente no se define, es porque las clases dominantes no lograron destruir sindicatos, no lograron después debilitar movimientos sociales que surgieron a la luz de los sindicatos fuertes y organizaciones democráticas de las más grandes del mundo en torno a los derechos humanos. Y los grupos de poder quieren terminar con eso”.

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“La clase dominante nunca toleró personajes como Milei, haciendo las cosas que hace Milei”, asegura el economista Claudio Katz.

“La clase dominante nunca toleró personajes como Milei, haciendo las cosas que hace Milei”, asegura el economista Claudio Katz.

De eso habla Daniel Funes de Rioja cuando dijo en el XIV Foro del Sector Privado de las Américas, que “no podemos dejar pasar esta oportunidad histórica”. Pero fue muy claro al completar: “la caída no se detiene, no hay que confundir a los sectores que detuvieron esa caída con brotes verdes, no estoy en condiciones de decir cómo o cuándo se revierte esta situación”. Y lo dice alguien que cuenta con información privilegiada.

Pero ¿no era junio el piso de la caída de la actividad industrial? ¿Y el segundo semestre el inicio de una reactivación como pedo de buzo? ¿Será que el traje de neopreno es demasiado hermético y nos impide apreciarlo?

Muratti aporta la visión de CESO al decir que “no somos optimistas de la evolución del empleo para los últimos tres meses ya que los datos en cuanto actividad económica son sumamente negativos en términos generales”. Sobre la afectación del sector público, le confió a AIRE que “a pesar de que uno de los estandartes discursivos del oficialismo sea la eliminación del sobreempleo en el sector público, la proporción de empleados pertenecientes a la administración pública, defensa y seguridad social dentro del total de la población empleada se mantuvo constante con respecto al último trimestre del año anterior”.

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Repasando cifras que comprometen cualquier atisbo de recuperación, el economista pone el ojo en que “hasta el mes de junio de este año se cerraron 330 mil cuentas sueldo en todo el país, así como también aumentaron en un 50% las solicitudes de seguro de desempleo a ANSES en el mismo período”. Y coincide con la mayoría de los pronósticos que la única posibilidad de que la actividad económica salga de una serie de 25 meses recesivos es “la posibilidad de que el gobierno obtenga un crédito internacional, lo que por ahora no se estaría visualizando”.

Radicalizar la precariedad laboral: ni Alfonsín se animó a tanto

Si uno analiza las propuestas legislativas aportadas por el diputado radical Martín Tetaz (prorratear o eliminar el aguinaldo, modificar las leyes de Asociaciones Sindicales y desfondar Convenios Colectivos o crear un día Osvaldo para reducir la semana laboral pero extendiendo “voluntariamente” la duración del resto), queda claro que la idea no es volver a ser el Partido Gorila de Masas de principios de los ochentas, sino constituirse en la opción plebeya de un país donde del peronismo no quede ni uno solo de los derechos sociales conquistados, como principios de los cuarenta del siglo pasado. Parece demasiado, pero ¿liquidar la limitación horaria de la jornada no lo es? Sólo necesita un sindicato que se avenga a entregar sus trabajadores a ése experimento, hay dos anotados. Ampliaremos.

Para el economista de CESO “es necesario readecuar y discutir las condiciones laborales vigentes, no creemos que la simple ´liberalización´ de las contrataciones resuelva el problema del estancamiento del empleo en el sector privado. Ese intento reduccionista de resolver esta situación ya fue realizado durante la convertibilidad y la última dictadura y no tuvo los efectos esperados”.

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Finalmente, pone el acento en la reactivación del consumo que explica el 70% del PBI: “los empresarios pueden tener las mejores condiciones para contratar y despedir libremente empleados, incluso sin pagar contribuciones, pero si no existe un nivel de demanda para los distintos sectores de la economía que justifique la contratación de empleados, no hay economía que funcione y no hay empleo que crezca”.