“En una provincia rica, es insostenible que el 80% de los pibes sean pobres”, coinciden referentes sociales sobre el aumento de la pobreza en Santa Fe.
La tarea de los comedores comunitarios en los barrios ayuda a miles de chicos y chicas a tener al menos un plato de comida al día.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Referentes de organizaciones sociales de Santa Fe coincidieron en que el aumento exponencial de la pobreza infantil en la ciudad es producto directo de las políticas económicas del gobierno de Javier Milei y, a la vez, lanzaron una advertencia sobre los puntos de contacto entre la situación actual y el estallido de diciembre de 2001.
La pobreza infantil en el Gran Santa Fe subió al 80,71% y se ubica más 10 puntos por encima del promedio nacional (69,68%), según señaló Ismael Bermúdez en AIRE en base a los últimos datos oficiales.
En la capital de la provincia, ocho de cada diez niños y niñas menores de 14 años se encuentran bajo la línea de pobreza, de acuerdo a los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares difundidos el viernes por el Indec.
LEER MÁS ► El padre Axel sobre el aumento de la pobreza: "Si no lo paramos a tiempo, va a ser trágico"
Tres referentes sociales de Santa Fe –María Claudia Albornoz, Sebastián Saldaña y Pablo Landó– analizaron los motivos que provocaron el aumento de la pobreza infantil y coincidieron en reclamar, en forma urgente, políticas de fondo que le pongan freno a la caída del poder adquisitivo en las clases populares.
María Claudia Albornoz, referente de La Poderosa en la ciudad de Santa Fe, una organización social que gestiona un comedor comunitario en barrio Chalet –además de brindar talleres de apoyo escolar–, dialogó con AIRE tras la publicación de los datos del Indec.
“La situación de la pobreza en Santa Fe es realmente cada vez más dura”, indicó Albornoz. “Las vecinas y los vecinos de los barrios populares trabajan cada vez más para generar ingresos, que cada vez les sirven para comprar menos cosas porque obviamente, al estar devaluada la moneda, no podés garantizar la comida”.
“Lo que pasa ahora más profundamente en los barrios populares es que los varones trabajan en la construcción y las mujeres limpiando casas de otras familias, pero muchos se quedaron sin esos trabajos porque la construcción cayó muchísimo en este último tiempo, no se consigue trabajo y esas changas que hacían antes para los patrones, no están más”, agregó la referente de La Poderosa en Santa Fe.
“Esto se siente muchísimo a la hora de comprar alimentos, sobre todo para los niños. Nosotros lo vemos en la merienda de la tarde, en el apoyo escolar o en las juventudes, porque cada vez los chicos vienen más, sobre todo a comer, porque hay meriendas y esas meriendas, por ahí, es el único plato de comida en el día”, continuó.
Según Albornoz, es posible observar similitudes entre la situación actual –que se agrava día a día producto de la caída del empleo y los salarios– y la crisis de 2001: “Hoy se vive una situación como en el año 2001 porque los niños salen a cartonear con sus mamás y papás, o salen a pedir, y eso se está viendo cada vez más. Realmente, es una situación muy pero muy tremenda, como en 2001, aunque más organizados, pero la pobreza pega en la misma base social, que en la base de la pirámide: las personas que vivimos por debajo de la línea de la pobreza”.
Sebastián Saldaña, referente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) de Santa Fe, indicó ante la consulta de AIRE que “nosotros veníamos marcando que los últimos datos de pobreza eran bastante viejos, por lo que se está viendo día a día en los comedores”.
“Estos números –siguió Saldaña– muestran lo que venimos sufriendo todos los días en el barrio, en cada comedor comunitario, es lo que comentan los maestros, los vecinalistas y los párrocos que laburan en la barriada. Esta situación sería mucho más grave si, desde la inmensa red solidaria de organizaciones sociales, instituciones educativas, religiosas y vecinales, no se garantizaría el acompañamiento diario, que muchas veces es el único plato de comida que los miles de niños que hoy en Santa Fe están en la pobreza y la indigencia”.
Saldaña remarcó que la tarea cotidiana de las organizaciones sociales “sigue sosteniendo a los niños, a pesar del corte total de la asistencia alimentaria del gobierno de Milei”.
“El ajuste, que nunca fue a la casta, sino para el pueblo y los trabajadores, tiene otra cara: las ganancias de los capitales más concentrados en los diferentes mercados, que se incrementaron en más de un 800% respecto al año pasado, con aumentos fuertes en laboratorios, en el complejo exportador de granos, en el sector alimenticio y en los bancos”, agregó el referente de la CCC.
—¿Qué debe hacer la dirigencia política en Santa Fe para frenar el aumento de la pobreza?
—Tienen que haber, por parte del municipio y de la provincia, medidas políticas urgentes para que esos sectores beneficiados hagan el ajuste y no los santafesinos de a pie. Hay que generar presupuestos necesarios para las urgencias de nuestras infancias, que a ningún pibe le falte el plato de comida, con salarios públicos dignos que permitan reactivar el trabajo en las pequeñas obras y en el comercio, con propuestas serias de generación de empleo masivo a partir de la recuperación de los recursos y de la industria que hoy están en manos extranjeras.
Pabló Landó, dirigente Fuerza Común, indicó que el aumento de la pobreza infantil “es el doloroso costo social que implican las medidas adoptadas por el gobierno de Milei. Era imposible tener otros resultados cuando observamos el combo criminal que ejecutó: devaluación, eliminación de programas sociales y el congelamiento de quienes aún los mantienen, a valores de diciembre 2023, recesión económica y caída abrupta de la actividad industrial, despidos en el sector público y privado, pérdida del poder adquisitivo con una sostenida inflación”.
“La estadística de pobreza es la otra cara de la moneda que constituye este modelo libertario: el crecimiento exponencial de las ganancias de los monopolios”, agregó Landó en diálogo con AIRE.
“Hace meses venimos escuchando, con el termómetro social del día a día, en cada barriada de la ciudad, donde la situación es desesperante cuando, a la par de la pobreza y el hambre, crece la violencia y el narcotráfico, la trata, los padecimientos de salud, entre tantos otros”, continuó.
“Frente a semejante muestra de insensibilidad y ante la seguridad que nos consideran ‘población sobrante’, es vital unir a nuestro pueblo para frenarlos. La inseguridad alimentaria afecta a miles y miles y debemos practicar la solidaridad activa que permita movilizar a nuestra ciudad alrededor de un tema tan urgente como el hambre”, señaló Landó.
Además, el dirigente de Fuerza Común recordó que hace pocos meses se puso en marcha, entre unas 50 organizaciones sociales, religiosas, sindicales, estudiantiles y políticas, la campaña “Santa Fe sin Hambre”, que busca relevar la situación social para visibilizar a cada uno de los vecinos y vecinas que dependen de un comedor o de un merendero para garantizarse el alimento.
“En una provincia tan rica como la nuestra, donde sobra la leche, la carne, los cereales, las verduras y fluyen las exportaciones, es una paradoja insostenible que el 80% de los pibes de Santa Fe sean pobres. Sin tocar esos intereses, es imposible que resolvamos esta realidad que tanto nos duele”, añadió Landó.
Por último, el dirigente social indicó que “es importante detenerse en la particularidad del crecimiento de la pobreza en Santa Fe, que se está dando muy por encima de la media nacional. Hay que abrir un debate frontal. Si el círculo rojo santafesino sigue planificando y definiendo la política pública, nada cambiará”.
Te puede interesar
