Para establecer un cuadro de la grave situación por la que pasa la universidad, se podría analizar el impacto que tuvo el aumento de los servicios. AIRE dialogó con Germán Bonino, secretario de Gestión y Administración Presupuestaria de la UNL, quien hizo dio la siguiente explicación:
- En el mes de diciembre los servicios representaban entre un 15% y 18% de los gastos de funcionamiento.
- En mayo llegó al 67%.
- En julio fue del 40%, luego del aumento de las partidas previstas por Nación.
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“Los servicios tienen un peso fuerte y mayor al que teníamos antes”, explicó el académico, que luego agregó: “La actualización del 270% nos permite acomodarnos un poco, pero fue restrictiva porque solo puede ser para gastos corrientes y no de capital. Estás dejando afuera un montón de proyectos que necesitan equipamiento”.
La situación actual de la universidad y un aumento que no alcanza
Tras la masiva marcha universitaria ocurrida en abril, el gobierno se comprometió a actualizar en un 270% los gastos de funcionamiento, algo que terminó cumpliendo meses después. Si bien Bonino destaca que esa suba sirvió, hay que tener en cuenta que el aumento tuvo como base enero del 2023 y hoy por hoy el poder adquisitivo de esas partidas están en niveles de principios del 2024. “No se puede pensar en crecer, sino más bien en sostener lo que tenemos”, planteó el funcionario.
“Cuando se habla de la recomposición del 270% parece que es un montón, pero si se hiciera una comparación de ese 270% contra la evolución de la inflación estaríamos 30 puntos por debajo en los gastos de funcionamiento”, indicó el secretario. El integrante de la casa de estudios aseguró que hay ítems que crecieron más que 270% y puso como ejemplo los servicios.
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Como en todo el país, el pasado 23 de abril hubo una masiva marcha en Santa Fe, frente al Rectorado de la UNL, para reclamar por mayor presupuesto para las universidades públicas.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Bonino agregó que “se sigue deteriorando el poder adquisitivo de nuestro presupuesto y con eso las acciones que tenemos que llevar adelante. No poder contar con los fondos te obliga a priorizar acciones sobre la marcha algunas en desmedro de otras”. El hecho de no tener un presupuesto y estar transitando esta etapa con un presupuesto reconducido, también les genera inconvenientes.
Sueldos docentes, en el subsuelo
La situación de los sueldos es aún peor que la de los gastos de funcionamiento. “Si comparamos el sueldo de julio de un titular con dedicación exclusiva contra el sueldo de diciembre de 2023, la pérdida del poder adquisitivo contra la inflación es del 52% o 53% y sufren mucho más las categorías más bajas”, ilustró Bonino.
“La inflación que tenemos medida desde julio del 2023 a julio del 2024 es de un 134% y lo que lograron de recomposición salarial los docentes y no docentes es de un 80%. La pérdida es de un 54%, pero las categorías más bajas están mucho peor”, reiteró.
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Radiografía de la crisis en la universidad pública
Bonino le contó a AIRE que está a cargo de la secretaría de Gestión y Administración Presupuestaria desde el 2012 y actualmente los gastos de capital, que sirven para compra de equipamientos, “están en uno de los niveles más bajos desde que yo estoy”. Respecto a los gastos corrientes, que son para el funcionamiento diario como la luz, “estamos tratando de subsistir. Priorizamos entre elegir una cosa y la otra”.
Bonino comentó que está viendo una situación compleja con el dinero que se destina a la investigación, ya que este año no se contemplan nuevas partidas para más proyectos y sostenimiento de equipos de investigadores e investigadoras. “Lo que veo es que esto se está desmadrando y a la larga se van a perder talentos que tardan muchos años en conformarlos y rápidamente en destruirlos”, se lamentó.
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“El mayor conflicto que se está viendo es el del personal, hay una pérdida real del salario de los docentes y no docentes. Es terrible. Estamos viendo gente que se va a otros trabajos, incluso a la provincia. La categoría más alta nuestra, cobra lo mismo que la más baja del tribunal de cuentas de la provincia. Hay personas con 20 años de formación y especializada en universidad que va a entrar en el lugar más bajo para hacer tareas básicas”, relató el secretario.