La Fiscalía, representada en el juicio por los fiscales Estanislao Giavedoni y Laura Urquiza, anticipó que pedirán 23 años de prisión mientras que el abogado querellante Martín Peón reclamará una condena a 25 años, la pena máxima para el homicidio con arma de fuego.
En cambio, para los abogados defensores Raúl Sánchez Lecumberri y Raúl Sartori, esa pena es excesiva, no refleja el contexto de lo ocurrido y tiene pretensiones de “venganza” más que de justicia.
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El juicio se realiza en la sala 1 de los tribunales santafesinos y está presidido por la jueza Susana Luna junto con los jueces Pablo Busaniche y Pablo Ruiz Steiger. Tras los alegatos y la introducción de los acuerdos probatorios realizados este lunes, el debate se reanudará el miércoles a partir de las 8.
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Gonzalo Copes tenía 24 años cuando fue asesinado por Coria y Caridad
Un homicidio en plena avenida
Al momento de los alegatos, el fiscal Giavedoni repasó el crimen por el que fueron acusados Mariano Caridad y Agustín Coria, de 24 y 25 años: el 23 de octubre de 2022 atacaron a balazos a Gonzalo Copes en inmediaciones de la Avenida 7 de Marzo y San Martín, en Santo Tomé.
El crimen se dio cuando los acusados, a bordo de un Chevrolet Cruze, vieron a Copes y a un grupo de amigos detenidos en el lugar. Entonces giraron en U sobre la avenida y detuvieron el auto detrás del Volkswagen Passat del grupo de Copes.
Caridad y Coria se bajaron del Cruze, cada uno con un arma de fuego y alejaron a Copes de su grupo, para luego efectuarle varios disparos. Del cuerpo de la víctima, que falleció el 5 de noviembre en el hospital, se extrajeron dos proyectiles: uno calibre 9 mm y otro calibre 32 mm; del lugar del ataque, los peritos habían secuestrado varias vainas servidas, también calibres 9 mm y 32 mm.
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El crimen fue investigado por el fiscal de Homicidios Estanislao Giavedoni
Para la Fiscalía son claves las cámaras de vigilancia de la zona que registraron el ataque, y que fueron analizados por personal policial durante la investigación: “Quedó registrada la forma, la frialdad y la crueldad con la que se produce el hecho”, remarcó Giavedoni en sus alegatos.
El fiscal explicó que el ataque a Copes ocurrió cerca de las seis de la mañana, luego de una discusión en un boliche de Esperanza; los conflictos entre Copes y sus agresores venían de al menos un año atrás, y una cámara ubicada en el estacionamiento del boliche registró cómo, después de esa discusión, dañaron el automóvil Passat.
“Cuando volvieron del boliche, Coria y Caridad comenzaron a buscar a Copes y sus amigos para terminar lo que había empezado”, sostuvo Giavedoni.
El abogado querellante, acompañado por la madre y el hermano de la víctima, se manifestó en similar sentido que la Fiscalía.
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Un reguero de sangre cubrió la vereda de avenida 7 de Marzo tras el ataque a balazos.
"Justicia, no venganza"
El primero de los defensores en alegar fue Raúl Sartori, en representación de Caridad; el abogado destacó que desde la imputación se ha intentado cerrar el proceso a través de un juicio abreviado, ya que Caridad aceptó su responsabilidad en el crimen desde el primer momento; remarcó que colaboró con la investigación y que ni siquiera hubo oposiciones a la prórroga de la prisión preventiva cuando se cumplieron los dos años de plazo.
Para finalizar su exposición, Sartori solicitó que la condena sea una pena justa, y no “con sabor a venganza”.
Luego, Sánchez Lecumberri, en representación de Coria, alegó en sentido similar; sostuvo que se intentó un juicio abreviado pero que no hubo acuerdo en la pena.
El defensor además destacó que el crimen de Copes no fue a raíz de la pelea en el boliche, sino que el conflicto venía de mucho tiempo atrás, con amenazas cruzadas, y que para llegar a una condena justa hay que tener en cuenta este contexto de escalada de violencia en la que, por ejemplo, la víctima Copes había atropellado en la costanera de Santo Tomé a un familiar de Coria: “Estas situaciones fueron escalando hasta la noche del 23 de octubre, que fue resultado de una desgraciada escalada de situaciones violentas… buscamos una sentencia justa, lejana a los 23 y 25 años que se pretenden”, sostuvo Sánchez Lecumberri.
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Raúl Sanchez Lecumberri, uno de los abogados defensores del caso
Acuerdos claves y escuchas reveladoras
Tras los alegatos, el fiscal enumeró toda la prueba que ingresará como acuerdo entre las partes, ya que no se discutirá el hecho ni la responsabilidad de los acusados: los varios registros fílmicos y las llamadas al 911, la partida de defunción de la víctima, informe de autopsia, los registros de reincidencia de los acusados, fotografías y planimetría del lugar del hecho, pericias balísticas, podrán ser tenidos en cuenta por el tribunal sin la declaración de los funcionarios que intervinieron en la producción de estas medidas.
Giavedoni remarcó que para justifica el monto de pena pretendido son fundamentales los videos, que serán exhibidos en la próxima audiencia de debate, y la declaración de dos de los amigos de la víctima, presentes al momento del ataque.
Si bien el crimen de Copes fue investigado por Giavedoni, en el juicio está acompañado por la fiscal Urquiza, ya que en una investigación que llevaba adelante surgieron escuchas de interés para esclarecer el crimen de Copes. Urquiza se encontraba investigando a la barra de Colón, y se habían intervenido los teléfonos de los sospechosos.
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La investigación de la fiscal Urquiza sobre la barra de Colón detectó audios reveladores para esclarecer el crimen de Copes
Maiquel Torcatt / Aire Digital
A través de estas escuchas, que no eran directas sino con 48 horas de dilación, Urquiza escuchó como uno de los involucrados en su investigación hablaba por teléfono con "Agus" y organizaban robar estupefacientes. Así llegó a escuchar cómo "Agus" y un tal "Mariano" organizaban varios hechos delictivos.
Uno de estos delitos organizados por "Agus" (luego se supo, era Coria) y Mariano (Caridad), ocurrió días antes del crimen de Copes: el 20 de octubre fueron sorprendidos por la policía cuando intentaban ingresar a robar a un supermercado en Santo Tomé.
Días después, y a través de esta misma modalidad de escuchas "diferidas", se dio una llamada entre ellos, con Caridad ya detenido, en la que hablaban sobre el crimen de Copes, por qué lo habían hecho y Coria le explicaba cómo planeaba escaparse de la ciudad.