En diálogo con el programa Pasan Cosas de AIRE, Garabal compartió sus impresiones sobre un proceso que, aunque complejo, se resolvió con notable celeridad.
“El cónclave era muy complejo porque había muchos países representados y muchos cardenales que prácticamente ni se conocían entre ellos, por lo tanto, no iba a ser fácil”, explicó Garabal.
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“La rapidez del cónclave fue lo que más me sorprendió”
Garabal remarcó que lo que más lo impactó fue “la rapidez de la elección”. Señaló que esto se debe, en parte, al llamado del cardenal Re a elegir un “papa de comunión y unidad”, un mensaje asegurando que fue interpretado por los cardenales.
Para el periodista, el nombre que elige un papa “es el programa elegido” y destacó que la referencia a León XIII no es casual. “León XIII fue un gran papa que asumió el drama de los trabajadores durante la revolución industrial. Hoy, León XIV enfrenta un desafío igual o más complejo: la revolución de la inteligencia artificial”, advirtió.
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“Ese nombre que eligió tiene que ver con este tiempo que le toca vivir. Habló de justicia, habló de paz y habló de sinodalidad. Me parece que son las palabras que van a marcar y que están en el programa de León XIV”.
Aunque Prevost nació en Estados Unidos, Garabal recordó que su nacionalización peruana y su extenso trabajo como prior de la Orden de los Agustinos le dieron un perfil internacional. “Tiene un acabado conocimiento del mundo”, dijo.
Además, su rol en el Dicasterio para los Obispos lo volvió una figura familiar para la mayoría de los cardenales, lo cual fue decisivo en su rápida elección.