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Deportes Club Atlético Colón | Colón | Gimnasia y Esgrima La Plata

El descenso de Colón, la máquina de desperdiciar oportunidades

Colón perdió la categoría por una sucesión de errores de su dirigencia que quedaron a la vista en el campo de juego.

“La situación en la que hoy está Colón no es una casualidad. Es una causalidad producto de los errores de los que tomaron decisiones durante dos años”, sostuvo el periodista de AIRE en aquel momento.

Hoy, con el resultado puesto, esos conceptos cobran mayor relevancia.

El equipo rojinegro tenía que sumar apenas un punto más durante la fase regular de la Copa de la Liga para evitar el partido desempate. La pésima campaña que hizo como visitante explica en buena parte el desenlace de esta historia. Pero antes, mucho antes, hubo hechos que ayudan a entender lo que ocurrió este viernes en Rosario.

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Colón perdió la categoría por una sucesión de malas decisiones de la dirigencia que se plasmaron en el campo de juego, en los resultados y en la tabla de posiciones. Incluso tuvo una última oportunidad este viernes, en Rosario y contra Gimnasia de La Plata, más por impericia de su rival que por mérito propio.

Después del campeonato conseguido en 2021 bajo la conducción técnica de Eduardo Domínguez, Colón hizo casi todo mal. La renuncia del entrenador que le dio su primera estrella fue un presagio: a partir de allí, comenzó una debacle institucional y futbolística que este viernes, con la derrota ante el Lobo, se terminó de cristalizar.

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Colón perdió en el desempate con Gimnasia y descendió a la Primera Nacional.

Colón perdió en el desempate con Gimnasia y descendió a la Primera Nacional.

Colón ni siquiera supo capitalizar aquella increíble decisión de la AFA de eliminar uno de los tres descensos previstos para este año. Fue, después de Arsenal de Sarandí, el peor equipo de la temporada. No hay atenuantes para discutir el descenso: el conjunto rojinegro dejó pasar una y mil oportunidades y terminó pagando el precio más caro.

En 2023 Colón tuvo tres entrenadores: Marcelo Saralegui, Néstor Gorosito e Israel Damonte. Ninguno le encontró la vuelta al equipo. El uruguayo dirigió apenas cuatro partidos en el inicio del año, “Pipo” fue el que más tiempo permaneció –con resultados pobres– y Damonte llegó para tratar de apagar el incendio. No pudo, como sus antecesores.

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No obstante, las decisiones que condenaron a Colón provinieron de la dirigencia. En el primer semestre del año, el plantel sabalero fue un verdadero “outlet” de jugadores sin jerarquía para la Primera División. Colón finalizó penúltimo, apenas tres puntos por encima de Arsenal.

En el receso de invierno el equipo del barrio Centenario se reforzó con una decena de jugadores, pero muy pocos dieron la talla: apenas Rubén Botta –cuya soledad resultó vistosamente desesperante–, Alberto Espínola y Damián Batallini. Las prematuras lesiones de estos dos últimos, que se perdieron más de la mitad de la Copa de la Liga, también resultaron un presagio: ni “Pipo” ni Damonte encontraron cómo suplirlos con eficacia.

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Colón acaba de perder contra Gimnasia en Rosario y Damonte deja el campo de juego. Poco después, el entrenador puso su renuncia a disposición.

Colón acaba de perder contra Gimnasia en Rosario y Damonte deja el campo de juego. Poco después, el entrenador puso su renuncia a disposición.

Colón mejoró en el segundo semestre de 2023, pero sus rivales directos en la lucha por la permanencia también. El Sabalero finalizó la Copa de la Liga en mitad de tabla de su zona y hasta la última fecha tuvo chances de clasificar a los playoffs, pero la tabla que miró todo el año el Mundo Colón fue la de abajo.

Un primer semestre tirado a la basura, con un plantel sin jerarquía, fue demasiada carga para lo que vendría después. La leve mejoría registrada durante la Copa de la Liga no alcanzó: los rivales directos de Colón, muchos de ellos con planteles muy pobres, hicieron las cosas mejor que el conjunto rojinegro.

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En la primera mitad del año, Colón fue el equipo que menos partidos ganó: apenas cuatro. Y en la segunda mitad, si bien los números mejoraron, se vieron dos equipos: uno de local y otro de visitante. Demasiada ventaja para un fútbol tan parejo y competitivo como el argentino.

En la Copa de la Liga, el Sabalero debutó con triunfo de visitante ante Independiente, uno de sus rivales directos en aquel momento. Ese partido “de seis puntos” resultó un espejismo. Colón perdió todas las veces que salió de su estadio y muchas de ellas ante rivales directos: Huracán, Instituto, Barracas, Banfield y Vélez.

Demasiada ventaja para un equipo que quiere quedarse en Primera.

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El presidente de Colón, José Vignatti, es uno de los responsables de que se haya desarmado el equipo campeón en 2021: ese fue el punto de partido que llevó al Sabalero a perder la categoría dos años después.

El presidente de Colón, José Vignatti, es uno de los responsables de que se haya desarmado el equipo campeón en 2021: ese fue el punto de partido que llevó al Sabalero a perder la categoría dos años después.

Hay un viejo dicho futbolero que nunca pierde vigencia: “El rival también juega”. Y así fue. Todos los equipos que en algún momento del año estuvieron complicados, lograron salir adelante en base a resultados y conservaron la categoría: Huracán, Independiente, Banfield, Vélez, Sarmiento, Tigre y, por último, Unión.

De los cinco equipos que llegaban con riesgo a la última fecha de la fase regular de la Copa de la Liga, solamente dos perdieron: Colón y Gimnasia, que no en vano se enfrentaron en el desempate por el descenso. El Lobo jugó como se juegan las finales y Colón no le encontró la vuelta: el resto es historia conocida.

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Colón tuvo tantas, pero tantas oportunidades para evitar el desempate y salvarse antes del final del torneo, que a esta altura resulta increíble su derrotero. Sin ir más lejos, perdió dos veces este año ante Arsenal, por lejos el peor equipo de los últimos años. Fueron demasiadas ventajas, demasiadas chances desperdiciadas.

“Jugar para no descender no es para cualquiera”, sentenció con justeza Adriel Driussi hace apenas una semana. En la cancha, quedó a la vista. Pero los errores que provocaron este momento de Colón hay que buscarlos en otro lugar y en otro momento. Los dirigentes que armaron planteles poco competitivos y que nunca acertaron en la elección del entrenador tras la salida de Eduardo Domínguez tienen que hacerse cargo de este presente que enluta y amarga al siempre sufrido pueblo sabalero.