Un reciente estudio publicado en la revista Nature Mental Health reveló que la tecnología no tiene un efecto unívoco sobre el desarrollo mental. Puede ser perjudicial o beneficiosa, dependiendo del contexto y del uso que se le dé.
¿Cómo afecta la tecnología a la salud mental desde los primeros años?
La investigación fue realizada por un grupo interdisciplinario del Healthy Brain and Child Development Study, un proyecto estadounidense que sigue a más de 7.000 familias desde el embarazo.
Los datos muestran que los efectos de la tecnología comienzan desde los primeros estímulos que el bebé percibe en el vientre materno, influenciado por el entorno digital de sus padres.
En la infancia, el uso de pantallas puede alterar los patrones de sueño, la capacidad de atención y el desarrollo del lenguaje. A su vez, en la adolescencia se suma el impacto de las redes sociales, que pueden reforzar inseguridades, pero también ofrecer espacios de socialización positivos.
No todo es negativo: los usos beneficiosos de la tecnología
Los expertos coinciden en que no se trata de demonizar la tecnología, sino de promover un uso consciente. Las herramientas digitales pueden apoyar el aprendizaje, mejorar la comunicación familiar y brindar acceso a recursos de salud mental, siempre que se usen con supervisión y criterios adecuados.