La reforma de la Caja Municipal de Jubilaciones de Santa Fe llegaría con votos asegurados del oficialismo. Distintos bloques exponen posturas enfrentadas.
Concejales de diversos espacios políticos expusieron ante AIRE sus posiciones frente a un proyecto que el oficialismo tiene prácticamente garantizado aprobar.
Municipalidad de Santa Fe
A horas de que el Concejo de Santa Fe trate la reforma de la Caja Municipal de Jubilaciones y Pensiones, concejales de diversos espacios políticos expusieron ante AIRE sus posiciones frente a un proyecto que el oficialismo tiene prácticamente garantizado aprobar, gracias a su mayoría legislativa.
Mientras desde Unidos para Cambiar Santa Fe defienden la iniciativa como una herramienta necesaria para recuperar la sustentabilidad del sistema previsional, desde la oposición la califican como un “ajuste encubierto” que recaerá sobre trabajadores y jubilados.
El concejal Lucas Simoniello (UCR – Unidos) explicó que el intendente Juan Pablo Poletti encomendó revisar la normativa vigente para enfrentar un déficit “real” y creciente en la Caja. Según afirmó, el diagnóstico elaborado por una comisión técnica mostró que “los números no cierran” y que, sin correcciones, el sistema previsional municipal podría volverse aún más insostenible en los próximos años.
“Se busca dar herramientas que permitan mayor sostenibilidad a largo plazo”, señaló Simoniello, quien remarcó que el objetivo es garantizar que “los santafesinos que trabajaron toda su vida reciban lo que se ganaron”, y que quienes hoy están en actividad “puedan jubilarse como corresponde”.
El edil sostuvo que las reformas se enfocan en equilibrar la relación entre activos y pasivos, corregir irregularidades y mejorar la eficiencia del sistema, siempre bajo el criterio de “transparencia en las cuentas públicas”.
Desde una posición diametralmente opuesta, la concejala Violeta Quiroz (PJ - Mesas de Trabajo) cuestionó con dureza el proyecto y lo definió como “un ajuste encubierto que rompe el contrato básico entre el Estado municipal y sus trabajadores”.
Para Quiroz, la reforma traslada a empleados y jubilados las consecuencias de “casi dos décadas de malas administraciones”, sin asumir responsabilidades ni revisar la gestión de la Caja. Entre los puntos más críticos del proyecto mencionó:
La concejala opositora profundizó su crítica: “¿El problema de la Caja son las viudas que cobran un 75% y no un 70%? ¿Los docentes que piden que se reconozca su trabajo? ¿El trabajador que se enfermó después de entrar?”. Y remató: “Este proyecto no propone soluciones estructurales, solo recortes. No vamos a ser cómplices”.
El concejal Carlos Pereira (UCR – Unidos) también respaldó la iniciativa y recordó que el déficit de la Caja viene siendo absorbido en gran medida por la Municipalidad de Santa Fe, pese a que más de 40 municipios participan del sistema.
“Las auditorías de hace una década ya anticipaban que para esta época la Caja se iba a desfinanciar”, señaló. A esto se suma el aumento sostenido del número de jubilados y pensionados frente a una planta municipal que no crece al mismo ritmo.
Pereira sostuvo que varias de las medidas propuestas replican criterios ya aplicados en la provincia para evitar “abusos” en el sistema previsional, aunque aclaró que la situación es diferente: “Acá no hay jubilaciones millonarias como en la Provincia; los límites son más chicos”.
Respecto del incremento del aporte de los trabajadores, afirmó que “estaba muy atrasado en comparación con otras cajas” y que la reforma se elaboró con participación técnica y diálogo con actores municipales. “Es un cambio que venía cantado, un cambio lógico en el marco de la crisis de la Caja”, concluyó.
Por su parte, el concejal del Partido Justicialista, Jorge Fernández, adelantó que van a votar en contra “por varias razones”.
“La primera y la principal, y es una razón diría procedimental, es que quieren sacar una reforma jubilatoria, una reforma de la Caja de Jubilaciones en una semana. Es insólito. Eso ya de por sí es una vergüenza y es un argumento para no votar a favor”, explicó el edil, quien agregó: “Es una reforma que pone el foco en el ajuste porque hay un déficit. Eso es real, pero la solución al déficit es muy sencilla: ajustar una hoja de cálculo, que es un Excel. Como no le dan los números, entonces la responsabilidad en eso recae en los trabajadores”.
“¿Cuál es el problema? Que los trabajadores aportan poco. Sin mucha explicación, más que alguna comparación con algunos otros aportes o porcentaje de aportes que hacen en otros lugares. Después, un ajuste en las pensiones, un ajuste en la edad mínima, en la edad máxima para el ingreso a la Caja de Jubilaciones, pero, sobre todo, un ajuste en las pensiones. Hay una limitación muy parecida a la que hizo la Provincia en materia de pensiones”, advirtió el concejal de la oposición.
Fernández lamentó que “todo tiene que ver con la restricción de derechos. Es una reforma que no amplía derechos, sino que restringe derechos y restringe sobre todo los mecanismos para acceder a los derechos”.
“Lo que les exijo es un poco más de imaginación y no un mero ajuste en los derechos de los trabajadores para garantizar los derechos del haber jubilatorio. Y no asumen ninguna responsabilidad en estos 18 años de gestión de la Caja, como si ellos no hubiesen tenido nunca una responsabilidad en esto”, concluyó.
El concejal Carlos Suárez (Unidos para Cambiar Santa Fe - UCR) sostuvo que la reforma de la Caja Municipal de Jubilaciones surge de “una necesidad ineludible” ante el déficit que arrastra el organismo y destacó que el proceso fue “ampliamente discutido y analizado” a partir de un informe técnico elaborado por la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL. Según explicó, ese estudio permitió conocer el estado actual del sistema y proyectar su evolución a partir de la cantidad de aportantes, beneficios y parámetros demográficos.
Suárez advirtió que la Caja enfrenta un problema estructural propio del sistema de reparto: la relación entre activos y pasivos. “Los especialistas coinciden en que debería ser de tres o cuatro activos por cada jubilado; hoy la Caja de Santa Fe está en alrededor de 2”, señaló. A esto se suma —indicó— la caída en la planta de personal por los cambios tecnológicos y organizativos en el Estado, que reducen el número de trabajadores que ingresan y, por ende, la base de aportes en el largo plazo.
En ese marco, valoró la creación de una comisión permanente de seguimiento, al considerar que “el sistema requiere monitoreo constante” y que hay cuestiones de fondo —como la expectativa de vida y las edades jubilatorias— que exceden esta reforma puntual y deberán analizarse en el futuro.
Sobre los cambios incorporados al proyecto, Suárez destacó la clarificación de procesos administrativos y la incorporación de medidas que mejoran la sustentabilidad del régimen. Entre ellas mencionó el tope a las jubilaciones máximas, la fijación de un mínimo de 30 horas para que los docentes municipales accedan al régimen especial —evitando que docentes con pocas horas se jubilen bajo esa modalidad— y el aumento de los aportes personales, ya que los aportes patronales del municipio “están entre los más altos del país”.
También señaló ajustes vinculados con el otorgamiento de pensiones y el nuevo aporte extraordinario del 2% para funcionarios políticos durante 24 meses: “Es un gesto de compromiso y solidaridad para ayudar a reducir el déficit”, sostuvo. Asimismo, respaldó la inclusión de un límite de 50 años para ingresar al municipio, lo que garantiza al menos 15 años de aportes antes de la jubilación.
Para Suárez, la iniciativa “da una perspectiva de sostenibilidad para los próximos años”, aunque insistió en que el desafío de fondo sigue abierto. “Tenemos que estar evaluando permanentemente alternativas y posibles nuevos cambios, porque el sistema de reparto enfrenta tensiones estructurales que deben revisarse con otra lógica”, concluyó.
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