Desde el 16 de enero de 2023 que el río Paraná no estaba tan bajo en el Puerto de Santa Fe. Se espera que el nivel del agua descienda hasta los 0,50 metros.
La postal actual de la laguna Setúbal es similar a aquella que se vivió en junio de 2021 cuando el río oscilaba cerca de los 0,60 metros en el Puerto de Santa Fe.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
El nivel del río Paraná continúa descendiendo, este martes llegó los 0,62 metros en el Puerto de la ciudad de Santa Fe y se trata del punto más bajo desde enero de 2023. Desde el Instituto Nacional del Agua (INA) sostienen que continuará esta tendencia a la baja, aunque descartan que los registros alcancen valores negativos como ocurrió con la histórica bajante de 2022.
En diálogo con AIRE, el ingeniero Juan Borus, integrante del Instituto Nacional del Agua, aseguró que se trata de una continuación del ciclo de aguas bajas que comenzó en 2020.
"Esa aparición brusca de la bajante que tuvimos a partir de marzo de ese año siguió con altibajos, con mejoras fugaces. Salvo la crecida en la primavera del año pasado que fue importante, si uno lo analiza globalmente y avanza todo el periodo, es un ciclo de aguas bajas, y lo que estamos viviendo ahora es muy parecido a lo que se vivió de 2022, por ejemplo", explicó el responsable del pronóstico hidrológico del INA en diálogo con AIRE.
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Además, la crítica situación en la que se encuentra la cuenca del río Paraguay, que registra los niveles más bajos en 121 años, a la altura de Clorinda, afecta de manera directa el caudal del Paraná. "Esto hace que el río en toda la ribera de Santa Fe tenga un piso bajo, que no pueda levantar mucho más de lo que se está viendo ahora", sostuvo Borus.
En consecuencia, se espera que continúe la tendencia a la baja, aunque descartó que los registros alcancen valores negativos. "Esta mañana en el puerto de Santa Fe teníamos 62 centímetros por encima del cero. Es posible que tenga un descenso adicional, aunque no mucho, y después se estabilice en lo que sería el mínimo anual, es decir, alrededor de los 50 centímetros", indicó.
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Las perspectivas hasta el 30 de noviembre no son favorables y se espera un déficit de lluvias para los próximos meses, sobre todo para la zona del litoral argentino. "Para que la situación mejore hay que esperar excedentes de lluvias, y eso se da solamente cuando los suelos tienen una condición de humedad medianamente normal. No se resuelve con una gran tormenta que cae de golpe", advirtió el profesional.
"No se espera una mejora sensible hasta el 30 de noviembre. Todo queda por suponer que en los meses que siguen existe esa posibilidad, pero ya no como pronóstico ni como tendencia climática, sino que se trata un escenario probable que puede llegar a ocurrir, pero hay que seguirlo muy de cerca con la comunidad climatológica", concluyó.
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