Esta fecha busca renovar el compromiso con la igualdad, la equidad y la inclusión y la determinación de promover la plena participación de todas las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Esta ocasión se convierte en una oportunidad para poner en discusión la realidad de las personas con este trastorno y asegurar las herramientas necesarias para que puedan ejercer sus derechos, entre ellos el de acceder a educación inclusiva y de calidad.
El autismo, un trastorno con múltiples características
La psicopedagoga e investigadora Liliana Kaufmann explica que para lograr la inclusión educativa de los niños con TEA “es necesario que los docentes y directivos de las instituciones escolares, así como todos los miembros de la comunidad educativa, puedan comprender cómo piensan, sienten y aprenden los alumnos con condiciones del espectro autista para que partiendo de su singularidad, puedan diseñar una currícula adaptada a sus necesidades y brindarles estrategias y recursos pedagógicos para que los aprendizajes les resulten significativos”.
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¿Cuáles son estas características? Es necesario comprender que no todas las personas con autismo tienen exactamente los mismos rasgos. Sí comparten una serie de condiciones que afectan el desarrollo cerebral temprano, lo que trae consecuencias en las áreas de la comunicación, la interacción social, la conducta y el procesamiento sensorial.
La Red Espectro Autista explica que quienes tienen Condiciones del Espectro Autista “presentan cuadros clínicos sumamente heterogéneos, tanto en el nivel de apoyo que necesitan, como en el nivel de lenguaje, el nivel cognitivo, el perfil sensorial, el patrón de inicio de los síntomas, los especificadores, las características psicológicas y biológicas propias de cada individuo y los problemas médicos concomitantes”.
El ambiente escolar para estudiantes con TEA
La construcción de un entorno adecuado para el aprendizaje es esencial para los alumnos con autismo. Para lograrlo, las estrategias exitosas son aquellas que contemplan el modo en que estos niños procesan la información y la manera en la que ellos inciden los estímulos sensoriales.
Padres y alumnos remodelaron un aula con pelotas de tenis para incluir a estudiantes con autismo
Educación inclusiva: padres y alumnos de una escuela de Santo Tomé remodelaron un aula con pelotas de tenis para incluir a estudiantes con autismo.
Un ejemplo es el de colocar tapas de goma en las patas de sillas y mesas para evitar el ruido que se produce al moverlas, se trata de una estrategia preventiva que minimiza los estímulos dentro del aula.
En 2008 el Ministerio de Educación de Chile elaboró una guía de apoyo para trabajar con niños con necesidades educativas especiales, en el mismo se enumeran cinco condiciones de un contexto escolar adaptado a chicos con TEA, este debe ser: ser organizado, estructurado, predecible, facilitador de aprendizajes y estratégico.
Según detalla el organismo, es fundamental que en la sala o el aula haya un lugar y un momento para cada cosa, la clave es evitar el caos.
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Lo mismo cabe para las pautas básicas de comportamiento, estas deben estar claramente establecidas y ser conocidas por el niño, lo que le dará la seguridad de saber qué puede y qué no puede hacer, y aquello que se espera de él. También es necesario que quede claro el rol del adulto que dirige y organiza las situaciones.
La anticipación es otro aspecto relevante. El alumno con TEA debe saber cómo van a suceder las cosas y qué esperan de él los adultos, porque la falta de previsibilidad y de estructura trae muchas dificultades para organizar su mundo.
Educación inclusiva y estrategias de aprendizaje
Comprender el perfil específico de aprendizaje de un niño con TEA es determinante para potenciar su aprendizaje, esto implica aceptar sus limitaciones, aprovechar sus fortalezas y utilizar sus propios intereses para motivarlo.
El tipo de materiales y recursos didácticos a utilizar son claves para el desarrollo de las capacidades de cada alumno, sobre todo si se tiene en cuenta su tendencia a centrar más la atención en los objetos que en las personas.
Algunas posibilidades en este sentido son los apoyos visuales, el explicitar reglas que suelen ser tácitas, las tareas cortas y concretas, el establecer contacto visual antes de formular una pregunta, los tiempos extras para completar una actividad o el chequear que se hayan comprendido las consignas.
Es recomendable, además, evitar las preguntas que necesiten desarrollo; en cambio, se sugiere utilizar formatos de verdadero-falso, completar espacios o elección múltiple. En el caso de que el estudiante muestre dificultades en la escritura, se pueden propiciar adaptaciones como el material impreso, la grabación, la copia por parte de otra persona o el uso de otros dispositivos.
La importancia de contemplar adecuaciones en los procesos de evaluación
Lo mismo vale para los procesos de evaluación, es necesario que estos contemplen las mismas adecuaciones y estrategias de accesibilidad que se plantean para los procesos de enseñanza y aprendizaje.
En definitiva, el desarrollo pleno de los niños y adolescentes con autismo necesita del diseño y la implementación de los apoyos que la particularidad de cada uno necesite, además de un entorno que sea realmente facilitador del aprendizaje.
“Las instituciones educativas -concluye Kaufmann- constituyen complejas realidades en cuyo interior sus miembros serán los responsables de promover transformaciones imprescindibles y necesarias para hacer de una escuela, un lugar para todos”.