Filtraron un video hot de la docente y lo divulgaron por redes sociales. Después la acusaron de habérselo enviado a un alumno de la escuela Inmaculada, por lo que fue imputada por grooming. Inclusive, un fiscal ordenó su detención sin tener una sola prueba del caso. El tiempo pasó y, pese al dolor y las consecuencias de semejante exposición para la mujer y su familia, la causa terminó archivada: primero, en julio del 2020, por el fiscal Federico Grimberg; y recientemente, el pasado 27 de diciembre, por el juez José Luis García Troiano.
Ante el cierre definitivo de la investigación, el abogado de la docente, Javier Bura Peralta, indicó a Aire Digital que con su asistida evalúan accionar legalmente contra el establecimiento educativo por el rol que adoptó cuando el caso estalló en la ciudad de Santa Fe tras la filtración del video.
Para el letrado, la posible demanda apunta a que Inmaculada “no brindó apoyo a la docente”, lo que causó un “grave desequilibrio emocional” debido a que tuvo asistir a un psicólogo y psiquiatra. Además, sufrió “desestabilización a nivel laboral” ya que no pudo rendir ningún tipo de concursos pese a que tenía altas puntuaciones.
Según Bura Peralta, el colegio también "fue responsable civil directo" de que un grupo de alumnos de la institución se haya sacado salfies con el teléfono de la docente, ya que los jóvenes tuvieron “acceso ilegitimo a un sistema informático de acceso restringido”.
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En esa línea, el representante legal de la profesora consideró que el colegio le negó el acceso al mail institucional de su clienta, donde se almacenaban los mensajes que presuntamente le enviaron alumnos. Dicho correo fue clausurado, según sostiene Bura Peralta, pese a que se encuentra expresamente prohibido por un reglamento interno.
Un escándalo
El caso de la docente se remonta al primer semestre del 2019, cuando la mujer se presentó en marzo en sede policial para denunciar que un usuario de Instagram, identificado como “háblame_xime”, le hablaba a su cuenta y le pedía fotos o videos suyos. Le decía, además, que en caso de que no lo hiciera le iba a hacer circular un video íntimo.
Un mes después, el caso estalló en la opinión pública luego de que el video hot se filtró por whatsapp y redes sociales y obligó a representantes de la Regional VI de Educación a denunciar la situación en el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
El caso quedó a cargo del fiscal Federico Grimberg, quien el 5 de abril, por razones que nunca quedaron claras, ordenó a los agentes de la entonces Policía de Investigaciones que fueran hasta el domicilio de la profesora y la detuvieran. La mujer fue trasladada a sede policial y luego quedó detenida por unas horas. Sin embargo, al final de aquella jornada fue liberada.
El 23 de mayo el fiscal le imputó el delito de grooming en una audiencia que fue a puertas cerradas que se llevó a cabo en la sede del Ministerio Público de la Acusación. Allí el funcionario judicial le atribuyó haberle enviado el video a un alumno.
La imputación siguió abierta hasta el 27 de julio del 2020, el fiscal dispuso archivar el caso tras sostener que “no existen suficientes elementos para fundar la requisitoria de apertura del juicio”.
En ese dictamen, Grimberg también archivó la denuncia que había radicado en mayo del 2019, la docente y donde advertía que la extorsionaban por la cuenta de Instagram “hablame_xime”. Sobre esa denuncia, el funcionario judicial señaló que no existen elementos “serios o verosímiles” para iniciar fundadamente una investigación.
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