Desde hace unos años, el maquillaje pasó a la primera plana: incontables creadores de contenido, influencers, marcas y productos salieron a jugar para ofrecer al público general nuevos productos, nuevas técnicas y una infinidad de tendencias.
A pesar de que el maquillaje cobró más importancia en los últimos años del siglo XXI, la realidad es que la humanidad se maquilla desde hace miles de años y, lo que es más impresionante, muchas de las técnicas e ingredientes que se usan en el presente son heredadas de épocas impensadas.
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La historia del maquillaje es larga y vasta, pero realizar un pequeño recorrido por ella puede ser interesante y hasta útil, para poder comprender de dónde vienen los hábitos y las costumbres que las personas tienen hoy en día.
El maquillaje y la humanidad: los inicios
Se han encontrado indicios de cosmética que tienen al menos 7.000 años de antigüedad. El maquillaje como arte corporal es la forma más antigua de ritual de los que se tienen registros en el presente, y la evidencia son rastros de ocre rojo, un mineral, asociados a la aparición del Homo sapiens en África.
Asimismo, el maquillaje ha sido mencionado en el Antiguo Testamento en 2 Reyes 9:30, en el momento en que Jezabel se pinta los ojos con antimonio, un elemento químico que hoy se conoce que es altamente tóxico, pero que era usado en la antigüedad para ennegrecer párpados, cejas y pestañas. Esta acción está fechada, aproximadamente, en el año 840 a.C. En el libro de Ester también se hace mención a los tratamientos de belleza.
Aunque la literatura romana sugiere que en la antigua Roma los cosméticos no estaban muy bien vistos, se conoce que el maquillaje de la época contenía plomo para lograr una piel más clara y que las mujeres usaban kohl, un polvo usualmente derivado del antimonio, para delinear los ojos.
Las geishas, en Japón, utilizaban polvo de arroz para blanquear el rostro y flores de azafrán para maquillar cejas y párpados. En ocasiones, el estiércol de los pájaros se podía mezclar con la pintura blanca para alcanzar un color más puro y, algunas de ellas, se coloreaban los dientes de color negro con una mezcla de hierro y vinagre.
El rol de la cosmética en el antiguo Egipto
Hay registros de cosméticos utilizados en Egipto con más de cinco mil años de antigüedad. Fueron los egipcios los primeros en usar pintura hecha a base de antimonio para maquillar ojos y cejas y fue este producto el que dio origen a los delineados tan poderosamente asociados a esta cultura. El delineado de kohl solía ser acompañado con sombras en tonos marrones, azules y ocres. Además, los cosméticos eran usados tanto por hombres como por mujeres, y los aceites para perfumar la piel eran muy populares.
Además, utilizaban pigmentos hechos a partir de flores para maquillar las mejillas creando, efectivamente, los primeros rubores. Sin embargo, el dato más interesante es que fueron los egipcios los que crearon los primeros labiales iridiscentes con escamas de peces, un ingrediente usado hoy en día normalmente bajo el nombre de "pigmentos nacarados" o "pigmentos perlados".
Latinoamérica precolombina: el maquillaje y la clase social
Los estándares de belleza variaban de tribu en tribu, pero la cosmética y el maquillaje, típicamente, indicaban la clase social del individuo. Era común que los individuos maquillaran sus cuerpos además de sus rostros. Muchas de estas culturas usaban el color rojo para demostrar una clase social superior, pero los Mayas, además, lo empleaban en los procesos funerarios.
El pigmento era altamente tóxico y estaba compuesto de mercurio, plomo y arsénico. Sin embargo, hay registros de otros pigmentos rojizos hechos a partir de animales y plantas, lo que le permitía a los antiguos crear pigmentos en una variedad de tonos y opacidades.
Los Mayas también producían pigmentos azules y verdes a partir de azurita, malaquita y la planta indigofera. Estos colores, debido a la dificultad para conseguir los pigmentos, eran asociados a la realeza y al lujo.
Del siglo XX al futuro
A principios del siglo XX, el maquillaje en Europa y América era territorio de las prostitutas, por lo que las mujeres no solían llevarlo. No fue hasta el año 1910 que el ballet ruso llevó el maquillaje a París, donde las mujeres comenzaron a llevar maquillaje en tonos de ocre y carmesí.
Con el comienzo de los años '20 y la influencia de Hollywood, la máscara de pestañas y el delineador comenzaron a comercializarse masivamente. Muchas de las marcas que existen hoy en día tuvieron sus orígenes en aquella época: Max Factor, Elizabeth Arden y Helena Rubinstein son algunas de ellas.
En Europa, Coco Chanel popularizó el labial y las uñas rojas y, en los años '20 s, apareció el primer lápiz para cejas. A mediados de la década del '30 Eugène Schueller, fundador de L'Oréal, lanzó a la venta el primer protector solar.
Durante la segunda guerra mundial, muchos ingredientes para cosméticos se encontraban en falta, por lo que la siguió un boom como nunca antes visto en los años '50. En las décadas siguientes, la tecnología siguió avanzando y la década de los '70 s se caracterizó por la popularización del "look natural" para el día y los primeros productos para perfilar y contornear el rostro hicieron su aparición.
En el siglo XXI, el maquillaje está más disponible que nunca. Con casi una infinidad de productos al alcance de los dedos y con casi la misma cantidad de marcas para elegir, el consumidor puede llegar a sentirse abrumado y no tener idea de por dónde empezar.
Sin embargo, es la demanda de los usuarios, quienes piden maquillaje libre de crueldad, vegano y con ingredientes de orígenes éticos, la que está haciendo que la industria tome una nueva dirección donde no es solo el producto final es lo que importa sino el proceso de manufactura.
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