A diferencia de lo que puede ocurrir con el gobierno de Javier Milei en la Nación y Maximiliano Pullaro al frente de la Casa Gris, que cuentan, para bien o para mal, siempre según desde la óptica con la que se evalúe, perfiles bien definidos de gestión, Juan Pablo Poletti todavía parece estar en busca de su propio "sello".
"Pacificar, ordenar y empezar a levantar Santa Fe", el desafío que Juan Pablo Poletti tiene grabado a fuego y repite desde el primer día de su gestión. Saber administrar las "tensiones" partidarias y ansias de protagonismo está en el manual de todo aquel que busca erigirse como líder, requiere de cintura política, algo que hasta aquí parece haber cumplido.
Asunción Juan Pablo Poletti
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Entre un sector del radicalismo y otro del PRO armó equipos que le permitieron mostrar experiencia, por un lado, y renovación por otro. El ser foráneo a la política clásica sumado a su recorrido durante siete años al frente del Hospital Cullen lo "obligaron" a un armado amplio. Poletti abre el juego, pero se apropia de la decisión final. Estudia los temas que desconoce, pide ayuda y se muestra cercano.
Aunque lo expresó pocas veces públicamente, para evitar roces y mantener la "paz" interna, encontró una ciudad funcionando a media máquina. Iluminación, mantenimiento, obras públicas paralizadas, limpieza, falta de equipamiento son algunos de los problemas que todavía se sostienen y que mayor nivel de mal humor social provocan.
En enero del 2024, cuando se cumplió un mes de su gestión, reconoció en una entrevista con AIRE, que veía "la ciudad fea, sucia y oscura". Lo volvió a reiterar algunos semanas después, todavía disconforme. Más adelante, en marzo, transcurridos 100 días de gestión, valoró como positivas las respuestas más rápidas de la Municipalidad, el orden y control del espacio público apoyado en los operativos de verano y la nocturnidad en Santa Fe.
Obras públicas y transporte: cómo administrar en la escasez
Recién en las últimas semanas logró avanzar con un plan de iluminación para 18 barrios de la ciudad y un ambicioso plan de bacheo. Con un cordial vínculo con el gobernador Maximiliano Pullaro, anunciaron la materialización de cinco obras públicas, tres que corresponden a la modernización de canteros centrales en avenidas y dos con postergadas obras de pavimentación en zona norte. Todo dentro del Acuerdo Capital, plan provincial, que al menos intenta suplantar la "motosierra" que dispuso el presidente de la Nación, Javier Milei y que llenó de absoluta incertidumbre el futuro de aquellos trabajos que presentaban avances.
El precario sistema de transporte público en Santa Fe y el interior se agravó más a partir de la decisión de Javier Milei de eliminar todos los subsidios para el interior. Los intendentes de las principales ciudades armaron una liga para pedir en el Congreso cambios en la legislación y retener lo que genera cada ciudad en materia de impuestos a los combustibles. Reclaman y cuestionan, pero evitan personalizar las críticas en la figura del leon libertario.
Cómo administrar con pocos recursos y al mismo tiempo intentar dar respuesta al sostenido nivel de demanda social es el gran desafío de aquellos que están al frente de los ejecutivos. En el caso local, el Concejo de Santa Fe, donde el Frente ostenta la mayoría con 11 ediles sobre 17, aprobó cada una de las herramientas que el intendente demandó. Juan Pablo Poletti gobierna con lo que otros no tuvieron: emergencia hídrica, social, de transporte y seguridad, lo que permite mayor celeridad para la asignación de los recursos. Sostiene buena relación con la oposición, aprovechando que todavía no hace pie.
Cuidacoches y aplicaciones de viajes
Con errores y aciertos, la gestión de Juan Pablo Poletti parece estar decidida a debatir los temas que están en la opinión pública y que muchas veces, generan cierta incomodidad política.
"Error no forzado", dicen en el tenis para explicar un error propio. Ocurrió con el tema cuidacoches con el frustrado Estacionamiento Social Asistido, plan que buscaba integrar de forma paulatina a las personas que se dedicaban a la actividad. Una mala comunicación y falta de sustento político, entre otras cosas, obligaron a abortar la idea. Fueron días de silencio oficial, reproches y críticas cruzadas.
Finalmente, Poletti avanzó en sentido contrario y pidió al Concejo que elimine la actividad de cuidacoches y limpiavidrios, quienes fueron incluidos en cooperativas. Arrancó de forma parcial, en la zona del estacionamiento medido, y a poco de cumplirse el primer mes no se detectaron grandes inconvenientes en su aplicación. Capitalizó el error.
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Maiquel Torcatt / Aire Digital
Ahora, la ciudad se embarcó en otro postergado debate: la posibilidad de habilitar el funcionamiento de las aplicaciones de viajes. Se enviará una iniciativa al Concejo que se sumará a otras que presentaron los ediles, se convocará a mesas de trabajo entre distintos actores.
Establecer reglas claras y "blanquear" un servicio que está, funciona y es utilizado por los santafesinos aparece como objetivo. Poco o mucho, entra en las valoraciones individuales de cada uno, lo que sí amerita destacar es la decisión de un dirigente que llegó por afuera, y pretende dar los debates que la política clásica hasta ahora no se animó.