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Política Maximiliano Pullaro | Provincia de Santa Fe | Unidos para Cambiar Santa Fe

Cintura política, conducción y pragmatismo, la fórmula de los primeros seis meses de Maximiliano Pullaro

El gobernador atravesó las diferentes crisis que se le fueron presentando y en la Casa Gris hacen un balance positivo de los primeros seis meses. Mostró hiperactividad, santafesinismo y movimientos políticos ordenados y sin sorpresas. El juego al fleje en su relación con Milei, la Legislatura y el rol de Unidos.

El gobernador Maximiliano Pullaro termina sus primeros seis meses con el pulgar para arriba y al interior de su gobierno hacen un balance positivo. Logró surfear los picos de las crisis que se le presentaron y en esa coyuntura mostró aplomo político.

Sin estridencias, Pullaro tomó las riendas de Unidos para Cambiar Santa Fe y apaciguó los chispazos internos que fueron surgiendo. Pragmatismo puro: de los elogios a Guillermo Francos a la foto con Axel Kicillof.

El radical intentó imprimirle a los primeros meses de su gestión el ímpetu que mostró en campaña. Hiperactividad, santafesinismo, trabajo continuo y movimientos políticos ordenados y sin sorpresas. El territorio y las recorridas también siguen ocupando un lugar importante en su agenda.

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Pullaro y Kicillof firmaron un convenio para fortalecer el trabajo conjunto en la lucha contra el delito complejo.

Pullaro y Kicillof firmaron un convenio para fortalecer el trabajo conjunto en la lucha contra el delito complejo.

Las crisis en materia de seguridad y las paritarias fueron tal vez los episodios más traumáticos que atravesó la actual gestión. Sin embargo, pudo timonear, subirse arriba de los problemas, conducirlos -algo que replicó en otros ámbitos- y salir sin grandes heridas de esas tormentas.

En la medida que pudo usó el contexto a su favor, cuando le venía bien se pegaba al discurso de Javier Milei y cuando no le convenía le echaba la culpa al “no hay plata” del presidente, los recortes de Nación y la crisis que atraviesa el país. Marcó hechos concretos en los que pudo diferenciarse, como en el tema de la continuidad de la obra pública.

Pragmatismo y fotos

Pullaro le escapa al fundamentalismo ideológico y se inclina por el pragmatismo. Así se gestó Unidos y así también actúa al mando del Ejecutivo. Halagó en más de una ocasión a Guillermo Francos, uno de los funcionarios más importantes del gobierno de La Libertad Avanza y se mostró con Milei en Agroactiva.

Sin embargo, en más de una ocasión se despachó contra el “gobierno nacional centralista, unitario y porteñocéntrico”.

Máximiliano Pullaro y Javier Milei se reencontraron en Santa Fe y se fundieron en un abrazo conmovedor
El gobernador se mostró con Milei en Agroactiva.

El gobernador se mostró con Milei en Agroactiva.

El gobernador sabe que gran parte de su electorado votó a Milei y prefiere no arrojarle dardos constantemente, salvo cuando tiene que “defender” a Santa Fe. Por el momento la imagen del presidente sigue alta y en Casa Gris entienden que hay que ser cuateloso en la forma actuar en la pública.

Aparte, más allá de una estrategia política, él y su equipo no quieren romper los puentes que les sirven para negociar con la gestión nacional.

Con ese pragmatismo que lo caracteriza, entendió que en las negociaciones legislativas es preferible negociar y concederle algunos pedidos al PJ o parte de la oposición a que entrar en una “guerra”.

De hecho, recurrió en muy pocas ocasiones a la “pesada herencia” que le dejó Omar Perotti y hasta se sacaron fotos juntos. La parsimonia política con la que transita el radical también tiene que ver con un peronismo que aún no se levanta del golpe electoral que sufrió en 2023 y recién está atinando a rearmarse.

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 Pullaro recurrió en muy pocas ocasiones a la “pesada herencia” que le dejó Omar Perotti.

Pullaro recurrió en muy pocas ocasiones a la “pesada herencia” que le dejó Omar Perotti.

En la sintonía de construir más allá de sus fronteras políticas, Pullaro no escatima en elogios hacia la Región Centro y lo bien que viene trabajando con su par de Entre Ríos e integrante de Juntos por el Cambio, Rogelio Frigrerio, y el cordobés y peronista, Martín Llaryora. Esa premisa la llevó a Unidos y ya desperdigó la idea de abrazar a sectores peronistas y de La Libertad Avanza, algo que no despierta muchas sonrisas en el PS.

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Mostrando esa “apertura”, Pullaro firmó convenios en materia de seguridad y posó con el gobernador bonaerense, Axel Kixillof. Hubo dos encuentros, uno en tierras bonaerenses y el otro en “la invencible”, como le gusta decir al mandatario.

Esa foto no deja de ser un mensaje para Milei, pero también otra forma de que un gobernador sin reelección se empiece a posicionar a nivel nacional.

Codo a codo y voto a voto

El mandatario aprovechó la mayoría absoluta que tiene en la Cámara de Senadores y Diputados y pisó el acelerador para sacar cerca de 40 leyes en estos primeros seis meses. Gran parte de ellas fueron reformas profundas, como los cambios a la ley Orgánica del Poder Judicial y al Código Procesal Civil y Comercial, a la estructura del MPA y al Código Procesal Penal.

También se aprobó el juicio por jurados, la desfederalización del narcomenudeo, el microtráfico, la emergencia en seguridad, hídrica y social, entre otros temas.

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En el Senado y en Diputados Cámara baja se aprobó un porcentaje importante de los proyectos enviados por Pullaro.

En el Senado y en Diputados Cámara baja se aprobó un porcentaje importante de los proyectos enviados por Pullaro.

Un porcentaje importante de los proyectos fueron aprobados por unanimidad en el Senado y en Diputados acompañados por casi toda la Cámara baja. Solo en algunos casos puntuales, como el “Fortalecimiento del Ministerio Público de la Acusación”, la oposición decidió acompañar las iniciativas. Lo que marca el pulso de la relación con los partidos ajenos a Unidos.

Las negociaciones no solo fueron con el peronismo y el resto de la oposición, sino fundamentalmente con el socialismo que es uno de los pesos pesados de Unidos y que cuenta con 14 bancas de las 28 que posee Unidos en Diputados. Es decir, es un actor fundamental que puede frenar o darle luz verde a los proyectos. Allí está el punto neurálgico de negociación al interior de la coalición.

La relación Pullaro-PS es buena, fluida. Pero hay puntos en los cuales no hay coincidencias totales y eso se observa en el juego legislativo. Uno de los ejemplos es el tema es la reforma a la Caja de Jubilaciones.

La idea empujada por el radicalismo fue aprobada rápidamente en el Senado, donde el único senador que no votó fue el socialista Paco Garibaldi, y que la media sanción encontró un freno en Diputados. La creación de la comisión no convence al socialismo y están en pleno proceso de negociación interna. En el medio también entra por la ventana la idea de reformar la Constitución.

Esos cortocircuitos no se transformaron en fisuras internas, ni terminaron en disputas públicas. El gobernador tiró de la cuerda, pero no forzó demasiado, aunque ambas partes midieron fuerzas. Por ahora las disputas se arreglan en casa y en la pública se sigue sonriendo.