En una época absolutamente marcada por la imagen y la tecnología, Christine Cornell cumple un rol fundamental en la sala de audiencia de la Corte Federal de Nueva York, dando vida a las únicas imágenes que se conocerán del juicio contra el hombre que asesinó a los amigos rosarinos en un atentado, como testimonio gráfico de lo que sucedió.
Solo los había visto en las películas, pero poder apreciar su trabajo “en acción”, resultó tan fascinante que ninguna serie ni documental realmente le hace justicia a lo que los “Courtroom Sketch Artist” hacen.
Ella creció en el mundo de las noticias, con un padre y una hermana que trabajaban en la prensa escrita, en la radio y en los comienzos de la televisión.
Son artistas, pero a la vez reporteros que plasman en una hoja lo que sucede. Aquí (en la Corte Federal) las cámaras de filmación y los aparatos electrónicos tienen prohibido el ingreso, pero los lápices y colores no.
En la era de los celulares de alta gama con capacidad de grabar situaciones con gran definición y emitirlas en segundos a cualquier parte del mundo, estos artistas son los dueños de la imagen del juicio.
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Y Christine Cornell, una de las más reconocidas en Nueva York, nos explica un poco qué se necesita para trabajar todos los días. “Tienes que ser muy observador, tener una gran intuición, porque estás tratando de captar emociones, y además de ser un buen dibujante, creo que tienes que ponerte un poco en su lugar, en lo posible, y mostrar que lo que sienten”, nos contaba tras recibirnos en su pintoresca casa de Weehawken, Nueva Jersey, a metros de la costanera del Hudson. Un hogar lleno de sus dibujos y mucho arte. Y un perro y un gato que son su compañía.
Desde 1975 participó de juicios con mucha repercusión como los dos del comediante norteamericano Bill Cosby y el de Henry Weistein, que dio inicio al movimiento del “Me too” en los Estados Unidos, tras la denuncia de la actriz estadounidense, Alyssa Milano por abuso.
Estuvo en el juicio contra Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, conocido como “El Chapo”, que fue condenado a cadena perpetua más 30 años, por ser el líder del cartel de Sinaloa, un cargo que incluye 26 violaciones relacionadas con drogas y una conspiración para cometer asesinato. "¡Sí, yo estuve ahí cada día! Era como estar en una película de James Bond, ya sabes, fugas y una astucia increíble, cómo escondían esas drogas. Era admirable la imaginación que tenían para todo, y obviamente te dabas cuenta de que atrás de eso había mucho poder y dinero”, relató.
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Ahora se lleva adelante también en la Corte Federal un juicio contra el ex-secretario de Seguridad Pública de México durante el gobierno de Felipe Calderón, Genaro García Luna, por conspiración para el narcotráfico y delincuencia organizada. Grabaciones, mensajes de texto y llamadas interceptadas fueron pruebas cruciales para condenar a cadena perpetua a "El Chapo”, en la misma corte de Nueva York y con el mismo juez a cargo, Brian Cogan.
Varios mafiosos famosos también fueron retratados por Cornell: John Gotti, jefe de la familia Gambino quien eludió varias veces la justicia y fue acusado de asesinato, fraude, apuestas ilegales y obstrucción de la justicia, y Salvatore Sammy Gravano, que delató a todos los otros jefes mafiosos.
Fue “la era de la mafia”, afirmó Christine, y advirtió que los juicios se fueron dando por etapas. “Desde los 90, el terrorismo se instaló, lamentablemente” con los juicios por la bomba en el World Trade Center y el atentado en la maratón de Boston en 2015, donde uno de sus responsables enfrenta también una condena a muerte ratificada por la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos.
Pero ahora, le toca retratar el dolor más profundo de perder un hijo, un amor, un compañero, un padre por la decisión increíble de alguien que sintió dueño de la vida y de la muerte de otros. “El caso de Saipov fue muy duro. Es como un funeral muy largo, puro dolor, donde es imposible pensar salir ileso de lo que uno presencia, ve y escucha”.
“Hubo una mujer la semana pasada que testificó y, apenas podía abrir los ojos, era víctima de una perdida cegadora. Ella experimentó eso al perder a su hijo y eso hizo que se vaya la luz de sus ojos. Su voz todavía era bastante fuerte pero fue horrible. No podía imaginar como madre, perder a mi hijo, después de mi esposo, ella era una muerta en vida” contó Christine en referencia a la mamá de Nicholas Cleves, Mónica Missio, quien nunca falta a las audiencias y observa todo con la mirada más triste que vi.
También hizo referencia al dolor de la madre de Ann Laure Decat, quien fue asesinada en el atentado, quien llevó a sus tres hijas a un viaje muy especial, de chicas, para celebrar que se había recuperado de un cáncer.
“No puedo imaginar ese sentimiento responsabilidad en mi vida como padre. Algo que en un momento puede ser un buen plan y termina convirtiéndose en una catástrofe”, afirmó.
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En un momento de la charla le consulto qué elegía mostrar en sus dibujos, como hacía para componer y establecer qué parte de la realidad dibujar.
“¿Qué atrae más mi atención?”, me preguntó y redobló la apuesta: “En términos de lo que elijo poner en mis dibujos o de lo que pasa en la corte?".
“Los dos”, le respondí.
“Me sorprende cuánta gente parece haber estado viviendo casi un amor de cuento de hadas. Las víctimas eran lo más grande de los grandes, los más dulces y compasivos, amor a primera vista. Las personas que los perdieron estaban absolutamente bajo su protección y fueron sacadas de ahí, eso me pareció muy inusual, y no creo que haya sido una exageración, yo creo que es verdad”, se respondió en realidad así misma a la vez que siguió. “Tú tienes de pronto, los seres humanos más bendecidos y felices del planeta, ahí mismo, en esa pequeña parte del camino. Todo el mundo estaba ahí para compartirlo, para divertirse, para dar, y de pronto boom, fueron derribados en un acto indiscriminado de guerra”.
Con respecto al Saipov, el uzbeko declarado culpable de asesinar a 8 personas y herir a casi 20 en un acto inspirado en ISIS, dijo que “a veces se ve vida en sus ojos cuando habla con sus abogados” pero que después, pareciera que tiene como una máscara, sin hacer contacto visual con ninguna de las víctimas que testificaron. Siempre mirando hacia abajo.
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“Es joven y pasará un tiempo extremadamente largo en prisión descansando en una cama de cemento, en una habitación de concreto, donde te prenden y apagan las luces cuando quieren, y estoy segura de que son luces muy potentes, esas que te pueden hacer doler la cabeza y enojar. Lo que pensé es que si le dan la pena de muerte, lo más probable es que todavía pase toda su vida en prisión, porque rara vez llegan hasta el final. Sea como sea, es un muerto vivo y ha sido sentenciado a eso", respondió de manera muy reflexiva para quedar así, unos minutos pensando sobre esto último que dijo. Casi como una epifanía de lo que puede venir.
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