En las últimas horas, la Universidad Católica Argentina (UCA) publicó un informe en el que señaló que el 55,5% de la población de la Argentina es pobre. En tanto, la tasa de indigencia subió de 9,6% a 17,5%.
Esto implica que cerca de 25 millones de argentinos no cuentan con los recursos mínimos para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, vestimenta y vivienda para subsistir un mes.
De ese total cerca de 8 millones no están en condiciones de adquirir los niveles de comida indispensables.
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La UCA advierte que la pobreza es un "problema estructural" de la Argentina que costará resolver.
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El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA), que viene midiendo indicadores socioeconómicos hace años, difundió en las últimas horas un informe según el cual la pobreza pasó del 44,7% en el tercer trimestre del 2023 al 55,5% en el primer trimestre de este año, al tiempo que la indigencia trepó del 9,6% a 17,5% en el mismo período.
De acuerdo al mismo estudio, la pobreza -que se determina por el valor de la canasta básica alimentaria- ya alcanza a 24.9 millones de residentes en áreas urbanas en el país, mientras que unos 7.8 millones de personas de ellos está sumergido en la pobreza extrema o indigencia.
"La inseguridad alimentaria total para áreas urbanas relevadas por la encuesta del ODSA-UCA, alcanza al 24,7% de las personas, al 20,8% de los hogares y al 32,2% de los niños, niñas y adolescentes.
Por otra parte, se encuentran en una situación aún más grave, con inseguridad alimentaria severa el 10,9% de las personas, el 8,8% de los hogares y el 13,9% de los niños, niñas y adolescentes (NNyA)", destaca un informe bajo el título "Deudas sociales estructurales en la sociedad argentina".
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Inseguridad alimentaria infantil
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Los datos surgen de la estimación del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina.
El informe advierte que "los elevados valores de privaciones alimentarias que sufre la población tratan de ser compensados con acciones realizadas desde los diferentes niveles del Estado".
"Considerando a los niños, niñas y adolescentes, el 42,6% de ellos reside en hogares que reciben la AUH+Tarjeta Alimentaria, el 50% asiste a comedores escolares, el 36,7% recibe caja o bolsones de alimentos de comedores y el 11,1% recibe caja o bolsones de alimentos de comedor no escolar; sumando muchos hogares más de un beneficio", se detalla.
En el relevamiento también se hace foco en la situación educativa, y en ese aspecto se destaca el dato de que el 23% de los niñas y niños de entre 3 y 5 años no asiste a establecimientos educativos formales, el 0,4% de los que tienen entre 6 a 12 años no va a la escuela primaria, el 9,1% asiste con sobre edad a la escuela primaria y el 35,3% de los jóvenes de 18 a 29 años no terminó la secundaria.
"Estos indicadores expresan valores adversos a pesar de que el sistema general de gestión pública (80,7% de los alumnos de menos de 18 años) se ve fortalecido por la acción de la gestión privada (12,6% en establecimientos privados laicos y 6,8% en establecimientos religiosos)", se especifica.
La paradoja de los trabajadores formales pobres
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La pobreza trepó al 55,5% en el primer trimestre: ya afecta a casi 25 millones de argentinos
Al poner la lupa en el mercado laboral, el sondeo revela que "el 32,5% de los ocupados son trabajadores que residen en hogares en situación de pobreza, el 30,9% de los ocupados trabaja en la economía social y, al considerar a la población económicamente activa el 26,5% tiene un empleo precario y el 24,3% un subempleo inestable".
Como contracara a un contexto de deterioro creciente en la Argentina de los últimos años, se consigna que los índices de mortalidad infantil registraron mejoras entre el 2005 y el 2022, aunque el panorama es dispar y depende de en qué provincia se ponga el foco.
"La tasa de mortalidad infantil, de menores de 1 año y de menores de 5 años, presenta una mejora general a través del tiempo, 2005 a 2022, pero una mayor heterogeneidad entre la situación de cada una de nuestras provincias. En general, al considerar los datos por provincias, se observa que los altos niveles de mortalidad infantil tienden a correlacionarse con altos niveles de indigencia monetaria", se analiza en el informe del ODSA.