La pesada mochila de los impuestos: ¿qué pagamos al comprar pan, leche y carne?
Del precio de la carne, la leche y el pan, 1 de cada 4 pesos que pagan los consumidores son impuestos, por lo cual se hace necesario incentivar la producción para abrir mercados y bajar la carga tributaria, de acuerdo con un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
Según ese trabajo, en la carne de vaca el 27% del precio final son los impuestos de la cadena; en pan francés la carga tributaria llega al 23% y el sachet de leche entera tiene una mochila impositiva del 25% de lo que pagan los consumidores.
Cuando comemos pan o carne o tomamos leche, un cuarto de lo que pagamos por eso productos que consumimos son impuestos.
"En los tres productos analizados es posible ver que 3 de cada 4 pesos de impuestos corresponden a tributos nacionales, en algunos productos incluso más", señala el informe.
"En momentos donde la inflación se acelera, se tiende a discutir los precios, la cadena y los costos, pero en realidad el problema no es de un precio en particular sino del peso en sí mismo, nuestra moneda pierde valor de compra, el problema es mucho más amplio", advirtió FADA.
En un kilo de pan hay más impuestos que trigo y harina, y en un kilo de carne hay más impuestos que lo que representa la cría en la composición del precio, explicó Natalia Ariño, economista de FADA.
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“Tenemos un profundo déficit fiscal, que se financia emitiendo pesos. Y a eso se suma la falta de confianza. Esta situación se traduce en pesos que cada vez valen menos: eso es la inflación".
Según FADA, los granos representan una pequeña parte del precio final de los alimentos, lo que confirma que “es un mito decir que los alimentos suben porque suben los commodities, porque la porción de precio que explican el maíz o el trigo es muy chica en comparación a los aumentos que vemos en las góndolas. Eso está más ligado a otros factores, principalmente al proceso inflacionario que estamos viviendo, que tiene que ver con una pérdida del valor del peso”.
El trabajo arrojó que, en el precio del sachet de leche entera, el tambo representa el 31%, la industria el 28%, el comercio 16% e impuestos el 25%. El precio de la leche se triplica del campo al sachet.
De los impuestos que paga la cadena, 78% son nacionales, 18% provinciales y 4% municipales; el IVA representa el 69% de todos los impuestos.
En tanto, del total que paga el consumidor por kilo de pan francés, el trigo representa el 13%, el molino el 4%, la panadería el 60% y los impuestos el 23%: del campo a la mesa, el precio del trigo se multiplica por 7.
"El salto que se da en la panadería se debe a que en ese eslabón se combinan dos procesos: producción y comercialización.
De los impuestos que paga la cadena, el 77% son nacionales, 20% provinciales y 3% municipales. Impuesto a las ganancias e IVA concentran el 71% de los impuestos pagados por la cadena, puntualizó FADA.
En la carne, en el precio promedio la cría representa el 20%, el feedlot 23%, frigorífico 8%, carnicería el 13% y los impuestos el 27%; el maíz representa 11% del precio del kilo de carne al mostrador.
De la carga impositiva -que representa el 27% del precio- el 57% son costos de la cadena y 16% ganancias: de esos impuestos, el 76% son nacionales, 19% provinciales y el 5% municipales.
El impuesto a las ganancias y el IVA, son los de mayor participación, que en conjunto representan el 65% de los impuestos totales.
El maíz representa sólo 11% del precio final de la carne vacuna, el 15% de la de cerdo y 18% en carne aviar.
En el largo plazo, lo único que asegura que la carne, la leche o el pan sean baratos es generar más producción.
"Que haya más oferta es la única forma genuina para que un producto sea barato. Por este motivo, lo que en realidad hay que hacer es incentivar la producción, abriendo mercados, generando previsibilidad, bajando la carga tributaria", concluyó.
