Según Cura, uno de los principales problemas que generará la decisión del gobierno de Javier Milei es que “te quita la posibilidad de dinamizar esta zona” y genera inconvenientes para proyectar el funcionamiento del puerto.
A quienes deseen utilizar el puerto de Santa Fe para comerciar no se le podría dar certezas de cuál va a ser el calado, ya que, según indica el director del Ente Portuario, el texto habla de que la profundidad se “acerque a su calado natural”.
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Incertidumbre en el Puerto de Santa Fe
“Alguna vez vas a poder embarcar algo y otros meses no vas a poder embarcar, no lo sabés. Al productor, al empresario, al comerciante, le tenés que dar certidumbre, porque él tiene compromisos de tiempos, tiene compromisos de entrega, y tenés que darle la certidumbre de que vas a tener la profundidad para mover las barcazas o los barcos”, enfatizó.
Desde el Ente estuvieron llevando a cabo reuniones y encuentros en diferentes puntos de la provincia y el país buscando promocionar la ciudad. “Santa Fe sería el pulmón para dinamizar esta zona y también otras provincias que están deseando venir al puerto, como Córdoba, Santiago del Estero o La Rioja. La idea era que toda esa carga pueda venir aquí. Todo esto te pone en una incertidumbre”, sentenció Coria.
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Este lunes, el gobernador Pullaro estuvo en el Puerto de Santa Fe junto a funcionarios del gabinete provincial.
“Hay un estudio hecho de muchas provincias que necesitan salir por otros puertos que no sean los puertos del Rosafé (la franja que va desde Puerto San Martín hasta Villa Constitución) o el puerto de Buenos Aires”, explicó y luego agregó: “Nosotros podemos mínimamente mover 700, 800 o 1.000 contenedores mensuales con la infraestructura actual. Tenemos preparado diferentes planes de negocio para cualquiera de las actividades y sentarnos a conversar con la gente para bajar los costos”.
Por otra parte, según el funcionario, esto podría afectar al abastecimiento de combustible. “Actualmente, viene un barco con 6.500 metros cúbicos o dos por semana que cuando no haya este buen calado queda imposibilitada esa posibilidad. Al cabo del mes son 50 o 60 millones de litros de combustible que dejarían de venir vía Río Paraná hasta Santa Fe y tendrían que venir con camiones desde Dock Sud. Serían 2.000 camiones en ruta”, detalló Cura.
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Santa Fe y la hidrovía: ¿qué ocurre con el calado?
En diálogo con AIRE, Cura citó textualmente el comunicado que emitió la Secretaría de Transporte en la que establece el cambio en el dragado: “con el objetivo de hacer más eficiente el gasto público y en base a los datos de tráfico registrado durante los últimos años, se modificó la profundidad para el tramo comprendido entre Timbúes y Santa Fe, acercándola a su calado natural”.
La última decisión del gobierno “cambia sustancialmente y radicalmente la concepción de aquel pliego porque dice ‘acercándola a su calado natural, no sabemos cuál es el calado natural, es una incertidumbre. No queda establecido”, asegura el director del Ente´. En esa línea, expresa: “Mi parecer es que la intención es no dragar.
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El funcionario explicó que la concesión que se firmó en los años 90 estableció que “desde Timbúes a Santa Fe, el calado que debía tener este tramo de la hidrovía sería de 25 pies”. A su vez, el Coria detalló que consultaron a la UNL y la Facultad de Ciencias Hídricas para saber cuál sería el calado natural: “ellos no pueden dar a ciencia cierta cuál es el calado natural, porque el río es dinámico”.