En los últimos años, las fluctuaciones económicas y la crisis inflacionaria han agudizado esta sensación de "insuficiencia de ingresos", lo que se traduce en un alto porcentaje de la población en la pobreza, que no alcanza a cubrir sus necesidades básicas. A pesar de la mejora en algunos indicadores macroeconómicos, el estrés económico sigue siendo un desafío persistente para las clases más vulnerables, en especial en los hogares de clase media baja y baja.
En el primer trimestre de 2025, la pobreza en la Argentina se ubicó en 31,7%, según la proyección del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales que realiza el Ministerio de Capital Humano, basada en datos del INDEC, marcando una baja de 23,1 puntos porcentuales respecto al primer trimestre 2024.
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Relación entre estrés económico, la pobreza y la indigencia
Según el informe de ODSA-UCA, el estrés económico tiene una estrecha correlación con la pobreza y la indigencia.
Según los datos, el 50% de los hogares en el país sufren este estrés, con un porcentaje aún mayor en los sectores más vulnerables.
En hogares en situación de pobreza, este porcentaje se eleva a entre el 75% y 90%. Además, aquellos que se encuentran en situación de indigencia son los que presentan el nivel más alto de estrés económico.
- El estrés económico ha alcanzado su nivel más alto desde la pandemia.
- El 50% de los hogares argentinos sufren de estrés económico.
Para comprender mejor esta evolución, a continuación se muestra el comportamiento de los indicadores de estrés económico, pobreza e indigencia a lo largo de los años
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A lo largo de los años, la percepción de estrés económico ha ido aumentando, con picos notables entre 2017 y 2019 y nuevamente en 2022-2024
La pobreza por ingresos y el estrés económico van de la mano, con el primer indicador mostrando una tendencia creciente, especialmente a partir de 2022.
Aunque afecta más a las personas con menores ingresos, un alto porcentaje de hogares no pobres también reportan estrés económico, lo que sugiere que los problemas de insuficiencia económica no son exclusivos de los sectores más vulnerables.
El impacto en las familias con hijos
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Las familias con niños/as enfrentan un nivel de estrés económico más alto.
Otro factor significativo en la evolución del estrés económico es la presencia de niños en el hogar. Según el informe, los hogares con niños/as enfrentan un nivel de estrés económico más alto, especialmente en tiempos de crisis económica, lo que resalta la vulnerabilidad de estas familias ante la inflación y la falta de empleo.
La brecha entre clases sociales
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Las disparidades en el estrés económico entre los diferentes estratos sociales son cada vez más marcadas.
Mientras los hogares de clase alta y media alta presentan menor estrés, las familias de clases medias bajas y bajas enfrentan un aumento progresivo en sus niveles de angustia económica.
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Este contraste es cada vez más evidente, con un incremento del estrés económico en los sectores medios bajos entre 2022 y 2024, lo que refleja una vulnerabilidad estructural frente a los shocks económicos.
- Los hogares de clase baja y media baja son los más afectados por este fenómeno.
- La pobreza y la indigencia se correlacionan fuertemente con el estrés económico.
Estrés económico: cuáles son los factores que agravan la situación
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Estrés económico: el nivel más alto desde la pandemia y su impacto en los más vulnerables.
Los déficits en áreas clave como la salud, el trabajo y la vivienda aumentan significativamente el estrés económico. En particular, la falta de acceso a servicios de salud adecuados y la inseguridad alimentaria agravan la situación, afectando aún más a las familias con menores recursos.
A la par, la falta de estabilidad laboral contribuye al creciente malestar económico en los hogares argentinos.
De esta manera, el informe destaca que el estrés económico en Argentina no es solo un fenómeno temporal; es una condición estructural que afecta a una gran parte de la población, especialmente en los sectores más vulnerables.