A diez kilómetros de la superficie de la Tierra, la capa de ozono protege a la población de la radiación ultravioleta y permite que la vida fuera de los océanos exista. Sin embargo, el uso de aerosoles con cloro y flúor dañaron ese escudo protector del planeta y generaron un agujero que se abre y se cierra cada año. La anomalía fue detectada en la década del '80 en la Antártida y, a partir del Protocolo de Montreal, firmado en 1987, cada año este agujero de ozono se reduce.
La mala noticia es que, durante el 2020 y el 2021, el agujero de ozono fue más grande de lo habitual y tardó algo más en cerrarse. Habitualmente se abre en agosto y se cierra en noviembre o a principios de diciembre cada año. Pero en el 2020, el agujero de ozono se cerró el 27 de diciembre. Este año, se cerró el 22 de diciembre. Esto quiere decir que en los últimos dos años, el agujero de ozono fue "uno de los más persistentes jamás registrados".
"Cuando los agujeros de ozono duran mucho tiempo abiertos, las alzas en la radiación ultravioleta se acercan al inicio del verano, por lo tanto, hay alta radiación ultravioleta en esta época", contó a AIRE Raúl Cordero, académico del departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile, que forma parte de un equipo que estudia el rol de la Antártida en el clima global y los impactos del cambio climático en el hemisferio sur.
Leer más ► Este martes a las 12.59 empezó oficialmente el verano en Santa Fe
En principio, esto afecta a la Antártida, pero "a veces hay una inestabilidad en el proceso de cierre que hace que haya radiación ultravioleta en zonas pobladas del extremo sur de Sudamérica, por ejemplo, en Ushuaia en Argentina o Punta Arena en Chile", dijo Cordero.
El tamaño del agujero de ozono es mucho más grande que la Antártida, que tiene 14 millones de kilómetros cuadrados. Promedia unos 20 millones de kilómetros cuadrados. "Es gigante, cubre toda la Antártida, buena parte del océano y a veces toca el extremo sur de Sudamérica, Chile y Argentina", aclaró el experto.
Leer más ► La espectacular foto del cometa de Navidad visto este jueves desde Santa Fe
Además, esta anomalía tiene influencia sobre las precipitaciones en todo el hemisferio sur. "Este agujero, cuando es profundo como el de este año o el del año pasado, exacerba las sequías en el centro sur de Chile y, al revés, favorece las precipitaciones durante la temporada de verano en el noreste de Argentina y Uruguay también", señaló Cordero.
El agujero tiene influencia en cuatro lugares del planeta. En el sureste australiano, en el centro sur de Chile, en el noreste argentino -incluido Uruguay- y en Madagascar, el sureste africano.
Por qué se produjo el agujero en la capa de ozono
La utilización de sustancias como el cloro y el flúor en aerosoles hasta la década del '90, fueron las causantes de la destrucción de la capa de ozono. Estas sustancias fueron prohibidas a través del Protocolo de Montreal, un acuerdo medioambiental que se firmó en 1987 y que sigue vigente.
"Pero a pesar de que hace muchos años no se utilizan estos gases prohibidos que estuvieron destruyendo la capa de ozono, todavía hay en nuestra atmósfera algunas trazas de estos gases. Hasta que estos gases terminen de desaparecer, cosa que no sucederá hasta la segunda mitad de este siglo, va a seguir abriéndose y cerrándose este agujero anómalo en la capa de ozono que se da sobre la Antártida todos los años", explicó Cordero.
Leer más ► Una ciudad europea volvió a ver las estrellas tras acordar un apagón lumínico
"Esperamos que la segunda mitad de este siglo deje de abrirse, que sea el cierre definitivo", cerró.
Temas