El 10 de septiembre de 1960, el etíope Abebe Bikila se impuso en el maratón olímpico de Roma y, de este modo, se convirtió en el primer atleta africano –y negro– que conquistó una medalla de oro en los Juegos, corriendo ¡descalzo! Los 42,195 kilómetros y con un nuevo récord mundial incluido. Cuatro años después, en los de Tokio, revalidó su corona y, a la fecha, es uno de los tres atletas que lograron hacerlo en esta legendaria prueba.