Nadia decidió poner fin a una historia de violencia de género y se separó de su pareja hace 4 meses. Lo denunció por maltrato hacia ella y sus hijos y la Justicia dispuso una medida perimetral que el agresor no respeta porque visita constantemente a su madre que vive a media cuadra de la víctima.
Días pasados el victimario regresó a la casa en la que convivía con Nadia. En la vereda, golpeó a su hijo mayor de 14 años y ella quiso interceder y también la agredió físicamente. El adolescente se defendió e hirió al agresor con un arma blanca.
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A partir de ese momento todo empeoró. En exclusivo desde el móvil de Bruno Ballesteros por Aire de Santa Fe, Nadia revivió lo sucedido en la noche del miércoles 22 de enero. El relato es minucioso y angustiante.
"Cuando íbamos caminando con mi hijo y un amigo de él a dos casas de la mía vimos a mi ex pareja. Bajó de la moto y empezó con agresiones hacia mi hijo, yo intercedí, entonces me agarró del cuello y me empezó a pegar. Mi hijo vio como me pegaba y me revolcaba en el piso y se metió. Él (la expareja de Nadia) lo agarró de la cara y le empezó a pegar contra el cordón de la vereda. Pedía auxilio a los vecinos y nadie me ayudó. En un momento vi sangre, y era mi hijo que lo había herido para defenderse de los golpes", contó.
Ese día, en medio de la violenta escena, las dos niñas de 12 y 8 años salieron llorando a ver su hermano y el menor de los cuatro niños se escondió debajo de la cama. Nadia, entre lágrimas continuó el relato: "El ya estaba herido y otra vez me agarró del cuello y los pelos y me siguió pegando, pude escapar y me encerré en mi casa. Mi expareja se subió al tapial, empezó a romper los ladrillos y los tiraba hacia adentro, ya me había roto la puerta a patadas antes. En ese momento vino la policía, era una mujer y también la agredió, se enfrentó a ellos."
Nadia descree de la efectividad de la medida perimetral y los argumentos están a la vista. El agresor nunca dejó de ir a la casa de su madre que está a metros de donde viven nadia y sus hijos. "Él no se puede acercar, en la esquina vive la madre y no le podían prohibir... siempre viene a verla. La medida de distancia no sirve, me amenazó con sacarme a mi hijo. La mujer de él amenaza a mis hijas, les hace señas como que las van a matar."
La entrevistada señaló que el hombre además de violento está preso de las adicciones, consume alcohol y estupefacientes y ese día llegó bajo los efectos de varias sustancias. La mujer está aterrorizada, " tengo miedo de aparecer un cajón o que mate a alguno de mis hijos". Nadia tampoco cuenta con recursos económicos para poder mudarse de la casa a pesar de que hizo los trámites para obtener la mantención para los dos hijos en común con su expareja y aún no obtuvo respuestas. "Hice todos los trámites para que me den el salario porque él trabaja en blanco. Yo soy desempleada".
A tres días del episodio, la expareja de Nadia permanece internado en un sanatorio privado de la ciudad de Santa Fe producto de las heridas de arma blanca provocadas por el adolescente de 14 años (hijo de la entrevistada) que actuó en defensa propia.
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