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Sociedad

La dura historia de Susana Montes: de presenciar el femicidio de su hija a criar a su nieta Luz Camila

Susana Montes es una madre con “horas extras”: cría a Maribel y Georgina, dos adolescentes de 11 y 16 años, y también a su nieta Luz Camila, la beba que Griselda Correa dejó -hoy tiene 6 años- cuando fue asesinada por el “Gusano Vera”, delante de ella.

 

Por Fabiana Chiappero

Susana Montes tiene 49 años y muchos de luchar “el día a día y sin bajar los brazos” luego de que perdiera a su hija aquel 20 de agosto de 2013, cuando Cristian “Gusano ” Vera, la pareja y el explotador sexual de Griselda Correa -su hija- la ejecutara de seis disparos en la puerta de su casa y ante los ojos de Susana.

 

 

Madre con todas las letras, Susana accedió a una entrevista con Aire Digital y contó cómo afronta una vida no planeada pero con un único objetivo: sacar adelante a las dos hijas que le quedan: Maribel de 11 y Georgina de 17, y a Luz Camila, la nieta en la que puede volcar todo el amor que quedó trunco tras el femicidio de Griselda.

Susana Montes sostiene el portarretrato con la foto de su hija Griselda. La casa está plagada de fotos de la madre de Luz / Foto Maiquel Torcatt

 

Cuando despidieron los restos de Griselda, la Justicia dispuso otorgar la guarda provisoria de Luz Camila a Susana. En ese momento Luz tenía poco más de 9 meses. “Los primeros días es como que yo no quería despertar pero después vi como que mi hija volvió y me dejó algo maravilloso”, recordó Montes.

 

Luz tiene 6 años y le va muy bien en la escuela. Es una nena alegre y amiguera. “Es la luz de esta casa. Ella pregunta todo: por su mamá y le digo que no va a volver, yo la mantengo a ella con la verdad y sabe que su padre está en la cárcel porque hizo las cosas mal”, contó. Por el momento, Susana sigue con la tenencia provisoria pero está cansada de que le pidan documentación para otorgarle la tenencia definitiva.

 

Susana dejó de trabajar fuera de su casa para criar a Luz y eso le implica vivir ajustada económicamente. “Luz es el puntal de la casa, es la que me mantiene viva, estoy como criando a mi hija. Es difícil pero si uno le pone ganas se puede salir adelante. Griselda luchó hasta el final, fue una mamá leona y yo sigo por eso”, aseguró.

 

La justicia

 

Para una madre nunca una condena es suficiente. “Por más años que la den, a mi hija no me la devuelven. El asesino de mi hija está cumpliendo su condena”, planteó.

 

Susana y Luz en su falda. Detrás a la izquierda Georgina de 16 y Maribel de 11 / Foto Maiquel Torcatt

 

 

 

Para Susana, la de Griselda era una muerte anunciada. “Pero tal vez mi hija está donde está porque era un paso para que otras mujeres pidan ayuda”, reflexionó.

 

La relación de Griselda y el hoy condenado Cristian Vera duró cuatro años. Griselda perdió contacto con Susana cuando murió su abuela, la madre de Susana. “Cuando falleció mi mamá ella vino a casa me saludó y me largó dos papelitos chiquitos con números de teléfono de una casa de trabajo. No volví a verla”, aseguró.

 

“Desde allí ella llamaba de forma anónima. El empezó a pegarle y el 16 de agosto del 2013, ella se fue con su beba de 9 meses a la casa de mi nuera en Santo Tomé, luego de una paliza terrible que le dio. Fuimos a denunciar en la Comisaría 15 y no nos quisieron tomar la denuncia, volvimos a la casa de mi nuera y él la amenazaba continuamente, le decía que iba a correr sangre, la encerraba, le abría las llaves del gas. Cuando volvimos a la Comisaría tampoco le tomaron la denuncia. Fue una tercera vez, Griselda estaba afiebrada y ahí si le tomaron la denuncia. De ahí nos mandaron a la Comisaría primera. Pero cuando salió de ahí, él la estaba esperando”, recordó.

 

El peor final

 

“Mamá, mamá, me quitó mi bebé”, fueron las últimas palabras que pronunció Griselda, antes de que unos seis disparos la dejaran tendida en el piso de la casa de su madre, en la calle Diez de Andino al 6700, el 20 de agosto del 2013. Susana le respondió que “él es el padre, te la va a devolver”, pero la frase fue interrumpida por el ruido de las detonaciones.

 

“En eso miro que entra con el arma en la mano, le pega dos tiros por la espalda y mi hija da una vuelta en el aire”, relató la mujer con voz entrecortada frente a los jueces que luego declararon culpable a Vera. Susana Montes cubrió con un toallón a su hija de 26 años y ve a Vera regresar con el arma en la mano “la segunda vez me apunta a mi”, pero “mi hija mueve la cabeza y le pega tres tiros más”, cuando ya estaba inerte.

 

 

 

Amenazados

 

 

La madre tampoco se explica cómo se enteró Vera de que Griselda estaba en la comisaría céntrica, pero todo indica que fue él quien la trasladó desde la seccional hasta la casa de su madre, previo al incidente fatal.

 

 

Montes fue consultada por si recibió amenazas y la mujer reconoció que Vera le dijo “ojo con avisar a la cana” y que en tal caso también iba a matar a las hermanitas de Griselda. También se refirió a llamados telefónicos durante el día del asesinato y al día siguiente cuando estaban velando a la  joven asesinada.

 

Pero lo que más llamó la atención fue cuando contó que recibió “ofertas”, dijo en referencia a que desde el entorno de Vera le ofrecieron “dinero, vehículo, casa” para que no declare en su contra.

 

 

“Gusano” condenado a perpetua

 

 

El juez de la Tercera Nominación, Cristian Fiz, condenó el viernes 18 de marzo de 2016 a prisión perpetua a Cristian Antonio Vera, de 29 años, alias “El Gusano”, por el femicidio de Griselda Correa, a quien ultimó con más de seis de disparos de un arma 9 milímetros en la casa de la madre de Griselda.

 

 

 

 

 

Mercedes Franco
“Quique” Leiva (izq), junto al femicida “Gusano” Vera en el famoso “piletín” del penal de Coronda. / Archivo Aire Digital.

 

 

Leer también: Así vive Quique Leiva en el penal de Coronda

 

 

El “Gusano” Vera cumple la condena en la cárcel de Coronda y volvió a salir en los medios en una polémica foto junto a “Quique” Leiva, referente de la barra de Colón. Los dos “disfrutaban” de un “piletín” dentro del penal.

 

 

 

 

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