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Sociedad femicidio | Santa Fe | Rosario

La muerte de Vanesa Celma fue un femicidio: el Estado de Santa Fe resarcirá económicamente a sus hijos

La joven murió en Rosario el 22 de noviembre de 2010 tras ser prendida fuego por su pareja. La Justicia cerró el caso, dijo que se trató de un incendio y que Vanesa "murió por amor". El caso llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.

La muerte de Vanesa Celma fue un femicidio y se produjo en un contexto de violencia de género. No a causa de un incendio ni de un intento de suicidio, como lo había determinado la Justicia de Santa Fe al momento de su fallecimiento, ni "por amor" como dijo una jueza.

Así lo estableció en 2023 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) que analizó el caso a pedido de la familia luego de que durante años reclamara que la policía perdió pruebas, que la Justicia no imputó al femicida y que la causa no fue abordada con perspectiva de género.

El organismo internacional determinó que hubo violación de derechos humanos consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) y la Convención Iberoamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres “Convención de Belem do Para”.

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"Siempre la recordamos con una sonrisa", dice su cuñada Eva.

En ese momento, el Estado provincial hizo público el pedido de disculpas a la familia de Vanesa y a sus dos hijos y reconoció que “el Estado es responsable por las cosas que no hace”.

Esta semana, se conoció el expediente, a través del cual la Fiscalía de Estado ratifica el “Acta Compromiso de Solución Amistosa”, que cumplirá con la medida de compensación económica acordada y que abonará a sus hijos una determinada cantidad de dinero.

Tras 14 años de lucha, Eva Dominguez, cuñada de Vanesa y parte de la línea fundadora de la Fundación de Familiares Atravesados por el Femicidio, habló con AIRE y se emocionó: "La verdad es que es muy difícil poner en palabras tanto tiempo de transformaciones y aprendizajes. Pero en lo personal estoy entera”.

Una historia de violencia de género

El 26 de junio de 2010, el hijo de Vanesa, que en ese momento tenía 5 años, sintió olor a quemado y se dio cuenta de que salía humo de la habitación de su mamá, abrió la puerta y la vio incendiándose, en esa pieza también estaba su papá.

La joven, que en ese momento tenía 27 años y estaba embarazada, fue internada de urgencia en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez de Rosario. Allí le realizaron una cesárea y nació su pequeña hija. Cuatro meses después, el 22 de noviembre del mismo año, Vanesa falleció.

Antes de morir le contó a la enfermera que la asistía, que su pareja le pegaba, la insultaba y que la prendió fuego.

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La familia de la joven se hizo cargo de sus hijos y consiguieron una orden para que su padre no se acercara porque el nene temblaba cada vez que se le acercaba y siempre le tuvo miedo.

Los hijos de Vanesa fueron incorporados al Régimen de Reparación Económica para las Niñas, Niños y Adolescentes (REENYA) víctimas de femicidio.

La familia de Vanesa nunca bajó los brazos

Eva recordó cada momento en la lucha por buscar justicia. Fueron 14 años. "Cuando la causa fue archivada sinceramente creímos que fue un cachetazo para toda la familia porque la jueza nos había dicho que Vanesa había muerto por amor. Su pareja nunca estuvo imputada. Nunca se lo investigó a él y la causa estaba caratulada como incendio", explicó.

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El proceso fue duro y hoy la mujer habla desde otro lugar. "Lo que pasamos no se lo deseo a nadie, el daño irreparable que puede hacer una pareja tóxica o una persona dañina con un machismo incorporado es terrible. Se sufre toda la vida –teniendo o no justicia– porque es un ser arrebatado, porque muchas veces la violencia de género está a la vista de todos", reflexiona.

Su lucha continúa a través de la fundación: "Creo que podemos seguir apostando y cambiando para que la sociedad sea y tenga una visión distinta. Si las relaciones no van, no van. Deseo profundamente que no haya más violencia machista y que la vida de los hijos de Vanesa esté libre de toda violencia", concluyó emocionada.