Lo que empezó como la compra de un pez pequeño terminó en una situación límite para una familia de Santa Fe. Julio, un vecino de la zona Don Bosco en el barrio San José, cría en su casa a un pez gato de cola roja, una especie originaria del Amazonas que creció de manera acelerada y ya no entra en la pecera donde vive.
Gordo es un pez gato de cola roja, una especie originaria del Amazonas que creció en una casa de Santa Fe.
La historia se conoció en el programa Ahora Vengo, por AIRE, conducido por Luis Mino, y abrió un pedido urgente de ayuda para garantizar el bienestar del animal.
Julio compró a "Gordo" hace poco más de un año en un acuario, sin saber que ese pequeño ejemplar crecería de manera acelerada hasta alcanzar unos 80 centímetros de largo. Hoy, la pecera le quedó chica y el animal ya no puede moverse con normalidad.
Un pez del Amazonas que se volvió parte de la familia
El animal es conocido como pez gato de cola roja en el Amazonas y como bagre de cola roja en Argentina. Es una especie de gran tamaño, de comportamiento dócil, pero con necesidades muy específicas.
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Julio lo bautizó “Gordo” y reconoce que se encariñó desde el primer día. “Es mansito, no muerde, se acerca cuando uno se arrima a la pecera y se deja tocar”, contó al aire.
La rutina de Gordo: qué come y cómo duerme
El pez tiene una rutina diaria muy marcada. Come una sola vez por día, ya que una alimentación más frecuente acelera su crecimiento.
- Come mojarras que Julio pesca especialmente para él.
- También se alimenta con filet de pollo o cornalitos, cuando no consigue pescado.
- Tras comer, queda quieto en el fondo de la pecera, en posición vertical: así “duerme”.
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Julio llegó a contar que muchas veces dejó de comprar comida para su familia para poder alimentarlo, una muestra del vínculo que construyó con el pez.
El pedido de ayuda de Julio
Consciente de que ya no puede mantenerlo en su casa, Julio pidió ayuda públicamente. Su deseo es que el pez sea trasladado a un lugar adecuado, como acuario especializado, donde pueda seguir viviendo en buenas condiciones.
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“No quiero venderlo ni que sea un negocio. Quiero que esté bien hasta el último día”, expresó emocionado.
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