La crecida del río Paraná sigue preocupando a quienes viven en la costa, que empiezan a ver cómo el agua comienza a inundar los campos y va alcanzando a las viviendas. En Santa Rosa de Calchines, Andrés está armando bolsas con tierra para usarlas como defensa. AIRE se acercó al paraje Los Zapallos y conversó con él, que hace 25 años vive en ese lugar y ya luchó con al menos tres crecidas. "La del 2016 fue la más fuerte", contó.
La crecida del río alcanzó a los vecinos de Calchines.
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"Como en todas las crecidas, estamos preparados con las bolsas que nos facilita la Defensa Civil de Santa Fe, la comuna", contó el hombre al móvil de Lucas Payetta para Ahora Vengo, el programa de Luis Mino en AIRE.
"Llegó la tierra hace dos días y la bolsa llegó hoy. Ya pusimos algunas y vamos a seguir trabajando. Tenemos margen todavía de algunos días para que podamos completar la obra, para que no cruce el agua", dijo.
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Al ser consultado sobre si le preocupa la altura que pueda alcanzar el río, Andrés respondió: "No esta vez. La preocupación ahora es más marzo-abril. Sí me preocupa esa porque ahí posiblemente pase. Esta puede ser que sí, puede ser que no, pero igual prevenimos".
Andrés vive hace 25 años en el paraje, junto a su familia. "El que vive la zona está acostumbrado. Nos guiamos muchas veces por los ruidos, miramos los ríos, principalmente Andrecito e Iguazú. Sabiendo esas alturas, sabemos si viene agua o no, pero en este sentido, como viene ahora, viene tranquilo. Crece, por supuesto, pero viene tranquilo, cuando viene crecida en realidad fuerte, no te da tiempo a nada", explicó.
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Y agregó: "Pero hoy tenemos oportunidad de que no pase todavía, pero igual prevenimos".
El panorama en Cayastá
Edgardo Berli, presidente comunal de Cayastá, habló con el móvil de AIRE sobre el impacto de la crecida y dijo que "es histórico que en Cayastá el agua se vaya comiendo las barrancas".
"Nuestra realidad no es la misma que viven los pueblos vecinos, donde el agua ingresa y se inundan. Acá, por la altura que tenemos, la geografía hace que el agua no pueda ingresar. Y yo digo que al no poder ingresar y tomar posesión, se lleva lo que no puede invadir", contó Berli.
"Es algo histórico acá en Cayastá que se vayan erosionando, se vayan comiendo las barrancas. Hay lugares que se han protegido de buena manera, como es el parque arqueológico, ya no se podía pasar ni caminando hace 10 años. Por suerte ahí se pudo hacer una buena obra, que se recuperó el espacio y se hizo un espacio público muy bonito", dijo.
"En esta zona sur de Cayastá hay un montón de familias que viven a la vera del río y sufren esta situación que es la erosión, que no solo se la hace el río desde abajo, sino también las lluvias, como se están dando últimamente, con grandes precipitaciones en un corto plazo, con mucha intensidad", explicó el presidente comunal.
Y agregó: "Acá la gente se va arreglando como puede. Nosotros, con los pocos medios que tenemos, vamos colaborando, sea con bolsa, con tierra, con escombros, con lo que vamos recolectando, vamos comprando, vamos adquiriendo".
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