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Gasoducto Gran Santa Fe: los entretelones sobre cómo se definió el cruce histórico de la Laguna Setúbal

La definición de la traza del Gasoducto Gran Santa Fe tuvo en cuenta la ayuda de la naturaleza, las necesidades de los municipios y comunas y las zonas arqueológicas, que son intocables.

Quedan días para que se realice la pinchadura para dar inicio al Gasoducto Gran Santa Fe. Atrás de una simple hoja que tiene el gráfico que muestra cómo un caño de gas va a cruzar la Laguna Setúbal y se va a transformar en un hecho histórico, porque será el cruce con Perforación Horizontal Dirigida (PHD) más largo del país, hay cientos y cientos de carpetas con estudios, trabajos y horas de análisis. La idea del Gasoducto Gran Santa Fe por momentos parecía un callejón sin salida. Sin embargo, el trabajo interdisciplinario entre Enerfe, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Ministerio de Infraestructura de la provincia dio sus frutos. El proceso de pensar las demandas existentes, el diálogo con los municipios y comunas, la elección de la mejor “ruta” y la cuestión arqueológica fueron algunos de los obstáculos que se fueron resolviendo en el camino.

Según le relataron a AIRE desde Enerfe, la génesis del proyecto surge por el déficit de gas natural que existe en la región metropolitana de Santa Fe. Se analizó la iniciativa del Gasoducto de La Costa (que no se terminó de concretar) y se la reformuló completamente para que sirva para toda la metrópolis. “El problema del gasoducto de La Costa es que nacía en el centro y tenías que romper toda la ciudad. Tenés un montón de interferencias y, a su vez, te iba a faltar gas porque estabas tomando de Litoral Gas”, explicó el ingeniero Leandro Rodríguez gerente técnico de la Enerfe.

“La diferencia con el proyecto anterior es que con el Gasoducto Gran Santa Fe tomamos el gas de un ramal de transporte (GNEA), eso pasa a ser propiedad de Enerfe y vamos a tener un mayor caudal (66.000 metros cúbicos a futuro) para poder abastecer a otras localidades”, agregó Rodríguez.

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El gasoducto deberá cruzar 1.850 metros del lecho de la laguna Setúbal, según el proyecto de la obra.

El gasoducto deberá cruzar 1.850 metros del lecho de la laguna Setúbal, según el proyecto de la obra.

Según le indicaron a AIRE en la empresa estatal, cuando se empezó a pensar en el gasoducto se detectó que existía una demanda de gas en la zona norte de Santa Fe, parte de Esperanza y Recreo, Monte Vera y el sector de lo que se denomina La Costa (Rincón y Arroyo Leyes).

El proceso consistió en consultarle a los municipios y comunas de cuánto era la demanda de gas que tenían. A partir de ello, se buscó establecer cuál era el diámetro necesario para el caño del gasoducto, el recorrido del mismo y cómo solicitar los permisos a las localidades para poder pasar por sus territorios, entre otras cuestiones. Tras realizar estos pasos, se llegó al punto de tener que decidir cómo y por dónde atravesar la Laguna Setúbal. “Delimitamos una franja por dónde pasar el caño y de ahí se fue buscando la mejor alternativa”, explicó el ingeniero Rodríguez.

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La traza completa del Gasoducto Gran Santa Fe. 

La traza completa del Gasoducto Gran Santa Fe.

“¿Por qué se utiliza el lugar elegido de El Chaquito? porque más abajo estaba el Monte Zapatero, y no podíamos salir desde ahí, y hacia arriba teníamos sitios arqueológicos por lo que nos quedó una franja de dos o tres cuadras para ingresar y cruzar la laguna”, detalló el gerente técnico de Enerfe. A su vez, agregó que “la norma te indica que tenés que salir del agua lo más rápido posible (en Rincón), esquivando las zonas ambientales protegidas y sitios arqueológicos, por eso hace algunas curvas, contracurvas y por eso sale hacia calle Del Sol que es la más cercana”.

Travesía Laguna Setúbal

Previo a definir la “ruta” del cruce del gasoducto hubo un trabajo codo a codo entre Enerfe y la Facultad de Ciencias Hídricas (FICH). La institución académica evaluó “cómo se va a comportar la laguna en los próximos 100 años, cómo avanza el delta y se generaron opciones para salir, desde el Chaquito hacia Rincón, en las tres cuadras que habíamos seleccionado. Se tuvo en cuenta que el máximo son 1.850 metros (por la capacidad de cruce de la PHD)”, explicaron en Enerfe. Se definieron tres alternativas de cruce:

  • Una “alternativa central” que es la que se eligió por cuestiones técnicas, ambientales y económicas.
  • Una segunda alternativa era pasar por una isla que se está generando, y se podía acelerar su formación incorporándole arena.
  • Otra opción que se barajó fue salir 100 metros más abajo del punto elegido. “Lo que pasa es que ahí te tenías que meter mucho sobre la playa”, explicó Rodríguez.

Mientras se estudiaba el trayecto para cruzar la Setúbal, también se pensaba en cómo iba a ser ese cruce. Formas constructivas:

  • La elegida fue la Perforación Horizontal Dirigida (PHD). “Es la más conveniente en términos ambientales, económicos y sociales”, indicaron en Enerfe.
  • Soterramiento somero, que es una especie de excavación. La profundidad a la que va a quedar el caño no es la misma, ya que atraviesa la laguna mucho más cerca del lecho.
  • Otra opción podría haber sido la draga, pero que “es la más brutal en términos ambientales”.

Restos arqueológicos

Teniendo en cuenta que en la región, y los sectores por dónde pasará el gasoducto, se han encontrado restos arqueológicos y paleontológicos de generaciones de los diferentes pueblos originarios que habitaron la zona en las eras precoloniales, Enerfe decidió firmar un convenio con el Museo Etnográfico con el objetivo de trabajar en la “preservación del patrimonio”. Este acuerdo también sirvió para definir la traza de la obra, ya que se evitó atravesar zonas de interés.

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Este jueves llegaron a Santa Fe los primeros materiales para la obra del Gasoducto Gran Santa Fe.

Este jueves llegaron a Santa Fe los primeros materiales para la obra del Gasoducto Gran Santa Fe.

Gabriel Cocco, director del Museo Etnográfico Provincial, explicó que tras años de estudio “se han localizado decenas de sitios arqueológicos indígenas que tienen una cronología entre los 2.500 y 1.000 años de antigüedad”. A su vez, indicó que se cree que existen otros lugares de interés que “deben ser localizados, preservados y estudiados porque son la única evidencia que se conserva del proceso de poblamiento del territorio santafesino y de las sociedades que habitaron la región desde hace más de 2.000 años”.

Ante esta situación, el ingeniero Rodríguez manifestó que si en el proceso de la obra aparece algo de interés en la materia “no es una catástrofe”. “Si encontrás algo arqueológico hay que parar, llamar al Museo Etnográfico. Vienen, sectorizan, mientras se sigue trabajando en otras partes de la obra, ahí analizan y se toman decisiones. Lo marcan con GPS, se llevan toda la tierra y después lo analizan. No es que se pierde un mes, capaz que un par de horas”, detalló.