En ese contexto, los dos jóvenes dialogaron en el programa Ahora Vengo de AIRE sobre este hito en sus trayectorias y contaron cómo será su experiencia en el Balseiro.
Fausto y Francisco, los jóvenes santafesinos que ingresaron al Instituto Balseiro
El Instituto Balseiro, creado en la década del 50, depende de la Universidad Nacional de Cuyo y de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Especializado en física, matemáticas e ingenierías, ofrece carreras como Ingeniería en Telecomunicaciones, Ingeniería Nuclear, Ingeniería Mecánica y Licenciatura en Física. Fausto ingresó a Ingeniería en Telecomunicaciones, mientras que Francisco lo hizo a la Licenciatura en Física.
Para rendir el examen de ingreso, se requiere haber completado dos años de una carrera de ingeniería o licenciatura. Ambos venían cursando Ingeniería en Inteligencia Artificial cuando decidieron apostar por este nuevo desafío. A estos dos años previos de formación, sumarán tres años y medio de cursado en el Instituto Balseiro.
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"Vi muchas semejanzas entre la inteligencia artificial con las telecomunicaciones. Usan estadísticas, circuitos. Vi las señales y sentí que era el camino para seguir haciendo lo que me gusta con otra calidad", explicó Fausto.
La preparación para el examen —que rindieron en marzo de este año— exige dedicación, estudio y constancia. Fausto se preparó durante tres meses y medio, con el objetivo de incorporar contenidos que no había visto en la facultad. Francisco, por su parte, comenzó en diciembre, aunque repartió su tiempo entre el estudio y otras actividades.
Instituto Balseiro
El Instituto Balseiro es una de las instituciones científicas más reconocidas del país y del continente.
Sus recorridos académicos
Sobre su formación previa, Fausto cursó la secundaria en la escuela Sagrada Familia. "Yo creí toda la secundaria que me gustaba la psicología. Me metí a psicología y no me gustó, me gustaban más las ciencias exactas. Al otro año me inscribí en ingeniería de inteligencia artificial. Y de chico conocía al Balseiro, pero en la universidad me fui convenciendo cada vez más de que quería ingresar y que era un gran desafío para probar".
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Francisco, en cambio, estudió en la Escuela Industrial y participó en olimpiadas de matemática y física. En sexto año integró el seleccionado nacional para las Olimpiadas Iberoamericanas de Física. A pesar de sentirse "quemado" tras tanta exigencia, decidió tomarse un tiempo y más tarde retomó su objetivo de llegar al Balseiro.
"Yo creo que cualquier persona que se lo proponga, si uno estudia mucho y se esfuerza bastante, cualquier persona puede ingresar", aseguró Francisco. Sin embargo, la comparación que hicieron en la entrevista lo resume todo: llegar al Balseiro es como si "un futbolista recibiera el llamado de la Selección Argentina".
El apoyo de la familia y el orgullo compartido
Las familias de Fausto y Francisco jugaron un rol clave en sus caminos. Durante la entrevista en Ahora Vengo, los mensajes de afecto no tardaron en llegar. "Nos diste mucha alegría", escribió Gisela, una persona cercana a Fausto. Otro oyente resumió el sentimiento que generaron los jóvenes: "Un ejemplo para la juventud, no todo está perdido".