Día Internacional de las personas con discapacidad: Cilsa, cuando la inclusión se vuelve real
En el Día de las Personas con Discapacidad, referentes de Cilsa compartieron historias de autonomía, deporte, derechos y oportunidades que transforman vidas.
En el Día Internacional de las personas con discapacidad, el estudio de Ahora Vengo se llenó de historias de autonomía, derechos y segundas oportunidades.
En el Día Internacional de las personas con discapacidad, el estudio de Ahora Vengo se llenó de historias que hablan de autonomía, derechos y segundas oportunidades. Tati, Eugenia y Mariana, referentes de Cilsa, compartieron sus historia y mostraron cómo una organización puede transformar vidas cuando decide poner en el centro la inclusión y no la lástima.
Un accidente, un no rotundo… y después un sí que cambia la vida
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Tati lo dice sin vueltas: entrar a Cilsa le cambió la vida. Después de su accidente, la invitaban a participar de las actividades de básquet en silla de ruedas, pero ella ponía freno: “Ya voy a ir, ya voy a ir”. Hasta que un día fue.
Tati lo dice sin vueltas: entrar a Cilsa le cambió la vida.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Ahí descubrió “un mundo extraordinario y maravilloso”. El básquet le permitió conocer el mundo y, a la vez, reconstruir el propio. Gracias a Cilsa pudo estudiar en el programa de formación en tecnologías y hoy es vicepresidenta de la organización, parte de la comisión directiva, sosteniendo “mucho trabajo, muchas cosas, momentos duros y difíciles”, pero siempre para adelante.
Eugenia recordó que cada 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha proclamada por Naciones Unidas en 1992 y que Cilsa aprovecha todos los años “para visibilizar los derechos de las personas con discapacidad”.
Lo que cambia, explica, es la mirada: “Ya no estamos hablando más de problemas que tenemos algunas personas, sino de una sociedad y de un entorno que tiene que habilitar el ejercicio de derechos de todas las personas, más allá de la condición que tengan”.
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Cilsa ve algo claro: cada vez hay más gente interesada en inclusión y derechos.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Programa de entrega de elementos ortopédicos: todos los meses entregan gratuitamente sillas de ruedas, bastones blancos, muletas y otros elementos a personas sin obra social y en situación de vulnerabilidad. “Si no tenés una silla de ruedas, no podés salir de tu casa”, resume Eugenia. Esos dispositivos son, literalmente, la puerta a la libertad.
Programa de oportunidades de formación y becas: Mariana, integrante del equipo Santa Fe, llegó a Cilsa en 2007 gracias a una propuesta de formación gratuita. Hoy cuenta que este programa permite que personas con discapacidad que quieren estudiar una carrera terciaria o universitaria puedan acceder a una beca económica que acompaña el ingreso, la permanencia y el egreso.
También ofrecen herramientas digitales para ponerse ‘a la par de cualquiera’ a la hora de competir por un empleo: armar un currículum, prepararse para entrevistas, entender el mundo del trabajo.
Deporte adaptado: el básquet en silla de ruedas es mucho más que un juego.
Movilidad, estudio, deporte: tres puertas a la autonomía
Eugenia describió con precisión el corazón del trabajo de Cilsa: dar herramientas para ejercer derechos y desarrollar autonomía.
Programa de entrega de elementos ortopédicos: todos los meses entregan gratuitamente sillas de ruedas, bastones blancos, muletas y otros elementos a personas sin obra social y en situación de vulnerabilidad. “Si no tenés una silla de ruedas, no podés salir de tu casa”, resume Eugenia. Esos dispositivos son, literalmente, la puerta a la libertad.
Programa de oportunidades de formación y becas: Mariana, integrante del equipo Santa Fe, llegó a Cilsa en 2007 gracias a una propuesta de formación gratuita. Hoy cuenta que este programa permite que personas con discapacidad que quieren estudiar una carrera terciaria o universitaria puedan acceder a una beca económica que acompaña el ingreso, la permanencia y el egreso.
También ofrecen herramientas digitales para ponerse ‘a la par de cualquiera’ a la hora de competir por un empleo: armar un currículum, prepararse para entrevistas, entender el mundo del trabajo.
Deporte adaptado: el básquet en silla de ruedas es mucho más que un juego.
Inclusión laboral: ver capacidades donde antes se veían barreras
En el estudio apareció una idea clave: sin trabajo no hay verdadera autonomía. “Las empresas están tomando muchísimo más participación y más conciencia de que hay muchas personas con muchísimas capacidades. Dejas de ver todo lo que tiene que ver con la silla de ruedas, con los bastones, con una pierna ortopédica… Las capacidades son tremendas”, señlaó Tati.
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Mariana lo explica desde su propia experiencia: el deporte revela quién es una misma, fortalece el trabajo en equipo y genera orgullo.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Cilsa se convierte así en un nexo entre personas con discapacidad y empresas. El camino no es fácil: hay barreras que hay que ir “saltando, sacando, de a poco”. Pero ya hay pasantías que se transforman en trabajos y personas que logran competir “como cualquiera, como todas las personas”.
Concientizar para cambiar la mirada sobre las personas con discapacidad
Eugenia también coordina el Programa Nacional de Concientización, a través del cual se trabaja con escuelas, empresas y todo tipo de instituciones que quieran acercarse a temáticas de derechos, inclusión y accesibilidad. Y deja algo muy claro: “Cilsa no es una institución de salud. Cilsa es una institución que brinda herramientas para ejercer derechos, para tener más oportunidades, para desarrollar la autonomía”.
Un 3 de diciembre en movimiento: fotos, arte, tecnología y personas con discapacidad
La agenda de Cilsa por el Día Internacional de las Personas con Discapacidad empezó antes. Eugenia contó que el día previo estuvieron en Esperanza, invitados por el área social de la municipalidad, trabajando con equipos de prensa y medios en comunicación accesible.
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Eugenia coordina el Programa Nacional de Concientización, a través del cual se trabaja con escuelas, empresas y todo tipo de instituciones que quieran acercarse a temáticas de derechos, inclusión y accesibilidad.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Hoy y mañana, la cita es en la Casa de la Cultura, con una muestra llamada “Enfocate en la inclusión”.
Estudiantes de las escuelas Bustamante, Almirante Brown y Nuestra Señora de la Paz sacaron fotos de personas con discapacidad en situaciones de ejercicio de derechos. Cada imagen tiene:
Un título elegido por los propios chicos.
Una descripción de imagen.
Un código QR con toda la información.
La muestra incluye además trabajos de tres talleres del programa de formación: reparación y reciclaje de tecnologías, Roboticlaje con Arduino y economía circular en la era digital. La entrada, recuerda Mariana, es libre y gratuita, y promete “cosas hermosas, asombrosas a descubrir”.
Una bandera en el puente y un mensaje que estremece
Tati se emociona al hablar de la bandera que colgaron en el puente colgante, visible desde ambos lados. Pide que quienes pasen saquen una foto y etiqueten a Cilsa y a los chicos de recreación y deportes.
El sentido es profundo: “Uno nunca sabe lo que le va a pasar en un segundo. En un segundo te cambia absolutamente toda la vida. Y no solamente a uno: a la familia, a los amigos, a los que tenés alrededor”.
Mariana suma una reflexión que parece escrita para quedar en un cartel: “Te quedan dos caminos: mirar la vida pasar por la ventana viendo la vida de los demás, o salir y hacerse partícipe de la sociedad en la que vivimos”.
Las personas con discapacidad hablan; la sociedad responde
Durante el programa llegaron muchos mensajes de agradecimiento. Macarena, una mamá, escribió para agradecer la autonomía y las herramientas que Cilsa generó en su hijo. Dice que hoy es “la única organización con actividades y cursos de salida laboral para adolescentes, adultos jóvenes y adultos”, y que el acompañamiento “es muy, muy a la altura”.
“Inclusión es que me invites a jugar”
El cierre tiene sabor a mate y a mensaje: un mate con la frase “Inclusión es que me invites a jugar”, y el recordatorio de que “todo empieza con un buen mate”. Es el regalo que Cilsa dejó en el estudio para que la conversación sobre inclusión siga creciendo.
Las representantes de la ONG agradecieron a los donantes mensuales que permiten sostener los programas: “A veces aportan con lo que tienen y con lo que no tienen, pero continúan”.
Hoy Cilsa lleva adelante la campaña “Hacelo Real”, que contrasta escenas creadas con inteligencia artificial con la realidad actual, aún lejos de la inclusión plena.
Antes de despedirse, Tati lo dice con orgullo: el año que viene, Cilsa cumple 60 años. Y como todo lo que dijo en la entrevista, lo dice mirando hacia adelante: con trabajo, con derechos y con la convicción de que la inclusión es tarea de toda la sociedad.
