El primer encuentro de la paritaria docente 2024 puso sobre la mesa de discusión el ausentismo docente. “Más del 25% del total de la masa salarial de diciembre estuvo destinado a pagar reemplazos”, declaró el ministro de Educación, Gabriel Goity, tras la reunión.
Por fuera del debate presupuestario y con el objetivo de conocer más profundamente las causales de esta problemática, AIRE habló con dos especialistas en educación y psicopedagogía sobre los factores que propician el aumento de los índices de ausentismo y cómo este problema puede afectar la calidad y continuidad pedagógicas.
Un problema multicausal
Para la especialista en educación Laura Lewin, en la actualidad los docentes se encuentran con un panorama laboral complejo y desafiante.
“Primero, muchos enfrentan condiciones físicas adversas en sus entornos de trabajo, como salones de clases sobrepoblados, infraestructura escolar deficiente y falta de recursos adecuados. Esto no solo dificulta la enseñanza efectiva, sino que también contribuye al desgaste físico y emocional", indicó.
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"En el aspecto económico –añadió– la insatisfacción salarial es un problema muy grave. Muchos docentes luchan con sueldos bajos y condiciones de empleo inestables, lo que por lo general los obliga a trabajar en más de una escuela para compensar sus ingresos. Esta sobrecarga de trabajo aumenta significativamente su estrés y agotamiento, llevando a un riesgo mayor de ausentismo”, explica.
Otros aspectos que se ponen en juego en el contexto laboral del docente tienen que ver con lo que Lewin llama “presiones externas”, entre las que se cuentan las expectativas y demandas de las familias y los desafíos de tratar con estudiantes desmotivados o con problemas de comportamiento, lo que agrega un estrés adicional en el día a día.
“Estos factores, combinados con la necesidad de gestionar aspectos que van más allá de la pedagogía, como el bienestar emocional y social de los estudiantes, como situaciones de violencia o bullying hacen que la labor docente sea aún más exigente", indicó.
Pero esto no es todo. La especialista añadió que "la carga de trabajo adicional, incluyendo la planificación, evaluación y tareas administrativas, por lo general realizadas fuera del horario escolar, contribuye también al estrés laboral”, detalló.
Para la formadora docente, todas estas variables crean un entorno laboral que puede propiciar el ausentismo, el cual, a su vez, tiene un impacto directo en la calidad de la educación que los estudiantes reciben; lo que subraya la necesidad de abordar desde la gestión educativa estas cuestiones de manera integral para mejorar el sistema en su conjunto.
Ausentismo y aprendizaje: una correlación directa
Para la psicopedagoga Mónica Aquino existe una correlación entre las ausencias no planificadas de los docentes y la disminución en la calidad educativa: “Todo aprendizaje se desarrolla en la dinámica de una relación entre la persona que aprende y la persona que enseña. Se trata de un vínculo en el que el conocimiento mutuo cumple un rol fundamental”.
“Cada clase –agrega– es un eslabón de un complejo proceso que cada educador diseña a medida considerando las características del grupo-clase. Si bien esto queda plasmado en las planificaciones y otra persona puede intentar darle continuidad, el espíritu de ese entramado es dominio de quien lo diseñó. Así como en el desarrollo infantil la figura de los padres es fundamental, en la escuela lo es la figura del docente. Todo aprendizaje se entreteje entre estos actores”.
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Aquino asegura que las matemáticas o la comprensión lectora se desarrollan mediante una contribución rica y estructurada del entorno, lo cual requiere, para su dominio, del rol directriz del docente. “Pensemos en cualquier equipo deportivo y su director técnico, ahora que el fantasma de la no continuidad de Scaloni nos preocupa; no da igual quién es el conductor”.
En último lugar, la psicopedagoga resalta que, a partir de su experiencia y su diálogo con los estudiantes, sabe que para ellos no es lo mismo la continuidad o no quien está frente al aula. “Para todos implica una adaptación que ‘distrae’ del aprender; entre otras cosas, genera incertidumbre, temores, ansiedades, enojos y preocupaciones por el bienestar del docente”, finaliza.
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