Héctor Vicentin, accionista de la cerealera que el Gobierno busca expropiar, sostuvo hoy que a las empresas privadas "hay que dejarlas trabajar dentro del ámbito privado", y rechazó la propuesta que formuló el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, sobre una intervención tripartita para manejar a la compañía.
"La propuesta de Perotti es más de lo mismo, es una expropiación light. Pero no hemos sido notificados formalmente de esa intención, ni la conocemos en detalle", se quejó el empresario.
En las últimas horas, el presidente Alberto Fernández advirtió que si la salida de la intervención tripartita no es aceptada por la empresa o por la Justicia, la alternativa será avanzar en la expropiación de la firma.
El gobernador santafesino propuso conformar una intervención tripartita para manejar la compañía, en reemplazo de la actual conducción de los accionistas: estaría conformada por dos representantes del Estado nacional y un tercero propuesto por esa provincia.
"¿Pero cómo podría llegar a funcionar una empresa mixta? Nosotros estamos acostumbrados a trabajar hace muchos años de una forma distinta, solucionando nuestros problemas. Creemos que a las empresas privadas hay que dejarlas trabajar y solucionar sus problemas en el ámbito privado", enfatizó Vicentin, hijo de uno de los fundadores de la cerealera.
El empreasrio reconoció que existen problemas, pero aclaró: "Hay alternativas a una expropiación, a una intervención y a una empresa mixta. Hay que sentarse a dialogar y nos tienen que dejar trabajar e invertir, que es lo que sabemos hacer. La solución tiene que venir dentro del concurso de acreedores". A su criterio, "somos una empresa que produce, que trabaja, no somos una empresa que se pone a lavar dinero, como dice mucha gente por ahí".
"No hemos lavado dinero, pero si la Justicia quiere venir a investigar, tenemos la conciencia tranquila. Es más, queremos que venga la Justicia a investigar, pero seriamente", añadió.
Sin comunicación oficial
“No fuimos notificados, nos enteramos por los medios y no conocemos mucho la propuesta de Perotti, pero nos preguntamos cómo podría llegar a funcionar una administración mixta”, señaló Vicentin en declaraciones a radio La Red.
El accionista de la compañía propició una salida en el marco del concurso de acreedores y la Justicia, tras afirmar que “estamos acostumbrados a trabajar de una forma distinta, a solucionar nuestros propios problemas”.
Vicentin explicó que la deuda con el Banco de la Nación es por créditos para prefinaciación de exportaciones, necesarios “para elaborar 40.000 toneladas de soja por día, luego exportarlas y esperar que nos paguen”.
“El Banco Nación nos prestó US$ 300 millones, que ahora son US$ 290 millones, en abril de 2018, y a medida que ingresaban las divisas nos renovaban automáticamente esas operaciones, después del cobro de las comisiones”, explicó.
Negó luego que la empresa tenga un patrimonio negativo, aseguró que Vicentin “tiene el 100% de los activos intactos e invirtió US$ 800 millones en una sola planta súper moderna”, y calculó que la empresa “debe valer más de US$ 2.000 millones”.
El empresario dijo que las plantas de la empresa trabajan al 100% en las localidad santafesina de Avellaneda y al 60% en la de San Lorenzo, y manifestó su inquietud sobre si se mantendrán los puestos de trabajo, teniendo en cuenta la experiencia de otras empresas estatizadas en el pasado.
“Nosotros ganamos plata desde hace 90 años, con Perón, con los militares, con el menemismo, con los radicales, con el kirchnerismo, y hemos perdido con el macrismo”, concluyó Vicentin.
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