María Florencia Núñez, cirujana cardiovascular pediátrica, explicó en diálogo con Pasan Cosas por AIRE. Que la operación consistió en el reemplazo de una válvula aórtica enferma por la válvula pulmonar del propio paciente, lo que se conoce como autoinjerto. Esta intervención, que se realiza con gran éxito en pacientes pediátricos, fue adaptada a un adulto joven de 16 años, un avance significativo en la aplicación de esta técnica.
Un avance significativo para la salud pública en Santa Fe
La cirugía, realizada el 28 de marzo, no solo tuvo un impacto en el paciente, sino que también posicionó al Hospital José María Cullen en el mapa de centros de alta complejidad en Argentina. Anteriormente, la cirugía de Ross solo se realizaba en hospitales de Buenos Aires y en algunos centros privados de otras provincias. Sin embargo, con esta intervención, Santa Fe da un paso firme hacia el desarrollo de procedimientos de vanguardia en el ámbito de la cardiología.
El procedimiento y sus beneficios
La cirugía de Ross, que requiere un reemplazo de válvulas aórtica y pulmonar, tiene la ventaja de evitar la necesidad de anticoagulantes a largo plazo, un riesgo importante asociado con las válvulas mecánicas que se utilizan en intervenciones similares. Además, la técnica permite que la válvula pulmonar trasplantada se adapte y crezca con el paciente, evitando complicaciones y reintervenciones a largo plazo, lo que garantiza una calidad de vida mucho más activa.
Un desafío para el sistema de salud local
Núñez destacó que esta cirugía se llevó a cabo gracias al esfuerzo conjunto de todo el equipo médico del Hospital José María Cullen. La intervención requirió la colaboración de distintos profesionales para garantizar el uso de los insumos necesarios y la disponibilidad de un injerto cadavérico. “Más allá de la complejidad de la cirugía en sí, todo el hospital trabajó para que los insumos necesarios estuvieran disponibles y la intervención se pudiera realizar”, expresó.