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Receta de pan de hamburguesa casero: fácil y esponjosos

Con pocos ingredientes y en simples pasos, podés lograr unos panes suaves y dorados, ideales para tus hamburguesas caseras.

¿Querés dejar de comprar pan y empezar a hacerlos en casa? Esta receta de pan de hamburguesa casero es perfecta: no necesita ingredientes raros y el resultado es suave, esponjoso y con ese dorado tentador que le da el toque justo a cualquier sándwich.

Receta de pan de hamburguesa casero

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Ingredientes (para 6 panes medianos):

  • 500 g de harina 000
  • 10 g de sal
  • 10 g de azúcar
  • 10 g de levadura seca (o 25 g de levadura fresca)
  • 250 ml de leche tibia
  • 1 huevo
  • 30 g de manteca
  • 1 yema + un chorrito de leche (para pincelar)
  • Semillas de sésamo (opcional)
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Siguiendo estos simples pasos, podrás hacer esta receta de pan de hamburguesa en casa.

Siguiendo estos simples pasos, podrás hacer esta receta de pan de hamburguesa en casa.

Paso a paso:

  • Activar la levadura: En un bowl pequeño, mezclar la levadura seca con el azúcar y un poco de leche tibia. Dejar reposar 10 minutos hasta que espume.
  • Formar la masa: En un bowl grande colocar la harina y la sal. Hacer un hueco en el centro y agregar el huevo, la manteca blanda, la levadura activada y el resto de la leche. Mezclar hasta unir.
  • Amasar: Volcar la masa sobre la mesada y amasar durante 10 minutos hasta que quede lisa y elástica. También podés usar batidora con gancho de amasado.
  • Primer levado: Formar un bollo, colocarlo en un bowl con un poco de aceite, tapar con film o repasador y dejar levar 1 hora o hasta que duplique su tamaño.
  • Formar los panes: Dividir la masa en 6 bollitos del mismo tamaño. Aplastarlos suavemente con la mano y colocarlos en una placa enmantecada o con papel manteca.
  • Segundo levado: Tapar los panes y dejar levar 30-40 minutos más.
  • Hornear: Pincelar con la mezcla de yema y leche, espolvorear con sésamo si se desea y hornear en horno precalentado a 180°C durante 15 a 20 minutos, hasta que estén dorados.
  • Enfriar: Dejar enfriar sobre una rejilla antes de cortar.

Estos panes se pueden congelar una vez fríos, y quedan perfectos si los calentás unos segundos antes de usarlos.