Con el gobernador Maximiliano Pullaro encabezando la boleta para distrito único, Unidos para Cambiar Santa Fe obtuvo el 34,83% de los votos y se aseguró 33 bancas —de las 69 disponibles—, consolidando una primera minoría.
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General López y Venado Tuerto volvieron a ser la base firme del proyecto pullarista. Lo sintetizó el flamante convencional electo, Lisandro Enrico: “Al igual que en la elección pasada, este departamento y esta ciudad fueron los lugares donde mayor cantidad de votos obtuvo".
Maiquel Torcatt / Aire Digital
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Así, el oficialismo quedó a un paso de la mayoría absoluta que le permitiría avanzar sin obstáculos en el recinto. Entre los temas centrales de la reforma, aparece la posibilidad de habilitar la reelección del gobernador, que podría cambiar la dinámica política santafesina de las próximas décadas.
En ese contexto, el departamento General López y Venado Tuerto volvieron a ser, como en las últimas elecciones, la base firme del proyecto pullarista. Lo sintetizó con claridad el flamante convencional electo, Lisandro Enrico: “Al igual que en la elección pasada, este departamento y esta ciudad fueron los lugares donde mayor cantidad de votos obtuvo, donde se hizo el mayor aporte para el triunfo de Maximiliano Pullaro con una diferencia muy importante. Son datos reales”.
Y esos datos hablan por sí solos: Enrico arrasó como convencional departamental con el 58,13% de los votos, cuadruplicando al peronista Hernán Porta, y relegando al tercer lugar —por escaso margen— al libertario David Sanfilippo, un candidato completamente desconocido en Venado Tuerto.
A nivel departamental, incluso, el libertario logró finalmente ubicarse segundo, superando por un punto al peronismo. Un dato tan llamativo como sintomático: más que una victoria liberal, es una derrota del justicialismo, que no hace mucho era amo y señor del sur santafesino.
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En 2021, el espacio nucleó a los partidos del viejo Frente Progresista y a una porción mayoritaria de Juntos por el Cambio, en lo que fue la primera experiencia concreta del "frente de frentes" en Santa Fe.
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En paralelo, en la categoría de distrito único, Unidos volvió a marcar diferencias: 47,26% frente al 14,61% de Somos Vida y Libertad, el 12,62% de La Libertad Avanza y el 11,77% de Más para Santa Fe —alianza del PJ con Ciudad Futura—, que llevó a Juan Monteverde en el primer lugar. El resto de las listas no superó los dos dígitos. Y todo esto en un contexto de participación bajísima: apenas el 47,20% del padrón votó en Venado Tuerto, marcando el peor registro desde el regreso de la democracia en 1983.
Pero este presente electoral no se entiende sin una mirada más larga. Porque allá por 2021, tras el fallecimiento del exgobernador Miguel Lifschitz, comenzó a gestarse en Venado Tuerto un proceso de reconfiguración política que terminaría marcando el rumbo de la provincia. Fue el entonces senador provincial Lisandro Enrico quien, junto al diputado Maximiliano Pullaro y el intendente Leonel Chiarella, impulsó el armado de una coalición distrital bajo el nombre Primero Venado.
Ese espacio nucleó a los partidos del viejo Frente Progresista y a una porción mayoritaria de Juntos por el Cambio, en lo que fue la primera experiencia concreta del "frente de frentes" en Santa Fe. Lo que por entonces era un experimento local, “una prueba de laboratorio”, la llamamos en nota publicada en AIRE el 7/09/21, hoy se consolidó como un modelo de poder provincial.
Enrico, Pullaro y Chiarella imaginaron un esquema político que uniera tradiciones distintas bajo una lógica de gestión territorial. Y esa sociedad, nacida en el sur, se transformó en la columna vertebral de Unidos para Cambiar Santa Fe. Hoy, esa fórmula no solo se impone con fuerza, sino que marca agenda, ordena el debate y —sobre todo— gana elecciones.
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El dato que inquieta es la baja participación, apenas el 47,20% del padrón votó en Venado Tuerto, marcando el peor registro desde el regreso de la democracia en 1983.
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El dato que inquieta es la baja participación, apenas el 47,20% del padrón votó en Venado Tuerto, marcando el peor registro desde el regreso de la democracia en 1983. La escasa movilización ciudadana en una elección que definía quiénes reformarán la Constitución provincial evidencia una desconexión profunda entre política e intereses ciudadanos.
El contraste es evidente: mientras Unidos exhibe musculatura, orden y liderazgo, crece el vacío cívico. Y ese es el desafío real que se viene.
Lo cierto es que Venado Tuerto y General López volvieron a ser el ancla del oficialismo. No solo por los números, sino por lo que representan: un modelo de gestión territorial, una dirigencia alineada y una apuesta estratégica que empezó como un plan local y hoy marca el ritmo de Santa Fe.
El extremo sur santafesino volvió a ser el motor. Y Primero Venado, aquella coalición de 2021, se reconvirtió en Unidos y sigue haciendo historia en la provincia de Santa Fe.