En medio de la exposición de Joaquín Blanco, convencional de Unidos–, su par de Más para Santa Fe, Juan Monteverde, decidió dejar el recinto. "Lamento enormemente la actitud de Monteverde de retirarse del debate", dijo Blanco mientras argumentaba a favor del dictamen que popuso el oficialismo para darle autonomía a las ciudades de la provincia.
El episodio marcó un quiebre en la dinámica de trabajo que venía caracterizando a la Convención. Desde temprano, los convencionales discutieron artículos clave vinculados al sistema municipal. Pero el clima cambió cuando el oficialismo, que cuenta con mayoría, presentó sus dictámenes y la oposición dijo que fue sin consenso. Desde Unidos respondieron que en el debate constitucional se empezó a mezclar la campaña electoral de las elecciones de octubre.
El primer "chispazo" en la Convención del 25
El justicialismo, que venía insistiendo en abrir una mesa de diálogo político para acordar lineamientos comunes, denunció que el intercambio fue apenas una formalidad. Según Monteverde dijo a AIRE, en la reunión previa solo se compartieron “ideas generales”, pero no el texto completo del dictamen que finalmente Unidos terminó presentando en el recinto. “Nos mostraron un PowerPoint, no un acuerdo”, graficó un dirigente del PJ.
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Convención
Joaquín Blanco (de espaldas) dialoga con Juan Monteverde (de gris). El oficialismo y la oposición tuvieron su primer chispazo en la Convención del 25.
El punto de inflexión llegó con las intervenciones de Juan Monteverde y Pablo Corsalini. El primero no dudó en calificar la situación como “un simulacro de debate”. Antes de abandonar la sesión, Monteverde sostuvo que “el gobernador quiere imponer su Constitución con una mayoría ajustada y sin escuchar a la oposición. Así no se puede construir un texto que represente a todos los santafesinos”.
Además del régimen municipal, el justicialismo había intentado incluir en la discusión otros temas sensibles, como el derecho a la vivienda para los inquilinos. Esta propuesta tampoco fue receptada por el oficialismo. “Queríamos que la Constitución garantice que alquilar no sea una condena. Pero Unidos ni siquiera quiso hablar del tema”, dijo Monteverde.
La postura del oficialismo
Desde el oficialismo, Joaquín Blanco rechazó las críticas. En diálogo con AIRE, defendió el proceso y aseguró que el dictamen final “no es un proyecto cerrado de Unidos”, sino una síntesis que “recoge aportes de distintos sectores, académicos y experiencias de la ciudadanía”. Apuntó, además, contra la actitud de la oposición: “No se puede abandonar una reforma constitucional. Las sillas vacías no construyen consenso”.
Blanco también acusó a algunos convencionales de mezclar “la interna de la política nacional con el trabajo serio que se está haciendo en la Convención”. Y fue más allá: “Si venimos a sacar rédito de corto plazo, estamos fallando a los santafesinos y a la historia”.
A pesar de la tensión, el dictamen de mayoría fue firmado y pasará a la comisión redactora, desde donde luego se elevará al pleno para su votación. La oposición, por su parte, tiene la opción de presentar un dictamen propio, pero sin mayoría, que difícilmente prospere.