Los datos fueron dados a conocer en el marco de la audiencia de imputación de cargos realizada ante el juez Pablo Spekuljak y en donde fue acusado el principal y único sospechoso que tiene hasta el momento el caso.
Se trata de un hombre en situación de calle que tiene 33 años y el cual fue identificado como Ignacio Sebastián Ramos. Al mismo, lo acusan de ser autor del delito de homicidio criminis causae cuya pena máxima es la de prisión perpetua.
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El caso tendrá un nuevo avance el próximo martes cuando se realice la audiencia de medidas cautelares y en donde se definirá si Ramos, quien este viernes se abstuvo de prestar declaración, transita la investigación con prisión preventiva o bajo alguna otra regla.
Un timbrazo por la madrugada
Si bien aún no trascendieron mayores detalles sobre el grueso de la investigación, el fiscal explicó que el homicidio de Cejas ocurrió cuando un hombre, que vestía un buzo celeste y un pantalón oscuro, se acercó hasta la peluquería JR Coiffeur -en donde la víctima residía- y tocó timbre a las 2.19 de la madrugada del 27 de abril.
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Cejas, de profesión coiffeur, tenía 59 años al momento del crimen.
Según el fiscal, el peluquero abrió la puerta y fue ahí cuando su asesino entró por la fuerza al local y comenzó a golpearlo brutalmente hasta realizarle un total de 58 heridas en todo su cuerpo que provocaron su muerte.
Tras el crimen, el sospechoso se cambió de ropa y colocó la indumentaria con la que había arribado a la peluquería en una bolsa que luego arrojó a un basurero ubicado al frente del domicilio cerca de las 3.12.
De ahí se explica el porqué los peritos de la Policía de Investigaciones recolectaron, tras el hallazgo del cuerpo, una serie de prendas de vestir en un tacho de basura ubicado frente a la peluquería y en donde había un pantalón, un buzo y guantes de látex negro con rastros de sangre.
Un homicidio para asegurar un robo
El caso se encuentra calificado como un homicidio criminis causae, ya que la principal hipótesis apunta a que el acusado mató a Cejas para robarle el celular y el dinero que se encontraba en la caja de la peluquería.
De confirmarse la atribución establecida por el fiscal, el acusado afrontaría cargos que tienen como sanción la prisión perpetua tal como lo sostiene el artículo 80 del Código Penal (inciso 7) que impone la pena máxima a quien mate para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito.
