El juez Villafuerte Ruzo impuso la prisión preventiva para los dos pilotos de una avioneta que fue encontrada en una zona rural del departamento San Jerónimo. La investigación permitió reconstruir el recorrido realizado por la aeronave.
Se sospecha que la aeronave tuvo un aterrizaje forzoso en el campo.
La investigación iniciada tras el hallazgo de una avioneta en la zona rural de Estación Díaz permitió reconstruir el recorrido realizado por la aeronave, sobre la que pesa la sospecha de haber sido utilizada para el traslado de estupefacientes o para contrabando.
Además, por pedido de los fiscales federales Gustavo Onel y Natalia Palacín, el juez Carlos Villafuerte Ruzo impuso la prisión preventiva por 90 días para los dos pilotos, identificados como Mikhail Z., de 30 años oriundo de Bolivia, y Milton A.E., de 54 años, oriundo de Perú.
Los elementos secuestrados en el interior de la avioneta permitieron a los investigadores comenzar a esclarecer los hechos por los que la aeronave fue abandonada en ese lugar.
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La investigación comenzó el 3 de junio, cuando se detectó el aterrizaje de emergencia de una avioneta marca Luscombe, con su correspondiente matrícula, en la zona rural de la localidad de Estación Díaz, en el departamento San Jerónimo. Los pilotos de la aeronave fueron detenidos en inmediaciones del lugar, minutos después como resultado del operativo cerrojo desplegado por la Comisaría 11 de la localidad.
En el interior de la avioneta se secuestraron diversos elementos relevantes para la investigación: siete bidones que contendrían, presumiblemente, combustible, y en cercanías de esta un GPS; en tanto, a los pilotos se les secuestraron USD 30.500, dos teléfonos celulares, y un cargador con municiones calibre 9 mm, entre otros.
La investigación quedó a cargo de la Unidad Fiscal de Santa Fe, a cargo del Fiscal Federal Gustavo Onel, la Fiscal Coadyuvante Natalia Palacín y los Auxiliares Fiscales María José de la Torre y Juan Claudio Aguirre, a la que se sumó la PROCUNAR.
Con las medidas realizadas, los fiscales lograron reconstruir los hechos, con la sospecha de que la aeronave ingresó al espacio aéreo argentino en forma clandestina, tras eludir los puntos oficiales de control y las rutas aéreas reglamentarias, y que habrían transportado material prohibido y dinero en moneda extranjera desde Bolivia hasta Santa Fe.
La sospecha de los investigadores se fundamenta en dos dos elementos de prueba clave: el GPS secuestrado en la aeronave que fue peritado y permitió reconstruir el recorrido, y los teléfonos celulares secuesatrados a los pilotos, que también fueron peritados y se extrajeron comunicaciones de interés.
Los fiscales sospechan que, antes del aterrizaje forzoso en Estación Díaz, los pilotos habían descendido en un campo en la localidad de Arroyo del Medio, en la provincia de Buenos, perteneciente a un ciudadano santafesino que habría sido integrante de la fuerza aérea, piloto de aviación y titular de una aeronave, donde hay dos grandes galpones.
El exámen del navegador satelital permitió reconstruir el recorrido de la avioneta, y el análisis de los celulares permitió detectar mensajes, imágenes y ubicaciones georreferenciadas, sí como conversaciones que refieren a “carga”, “descarga”, “material” y demás terminología compatible con la logística del narcotráfico, entendieron los investigadores. También se detectó un un video en el que se manipula un posible ladrillo de material que supuestamente sería cocaína.
El análisis del GPS fue realizado por personal de la UNIPROJUD SANTA FE de la Gendarmería Nacional Argentina; así se concluyó que contenía “waypoints” o puntos georreferenciados, que habían sido creados manualmente por el usuario durante el recorrido de la aeronave.
Así se pudo reconstruir la trayectoria de la aeronave, desde que partió de Bolivia el 02 de junio hasta su aterrizaje en Estación Díaz, al día siguiente: el registro precisó un paso por los puntos “Lora” a las 13:20 horas y “Reco” a las 14:45 horas, que sugerente del término “recoger”. El mismo día, minutos antes de las 18, se registró el punto “Dormi” en Bolivia, en una zona cercana a Salta, posiblemente en referencia a “dormir”.
El ingreso al espacio aéreo argentino se registró el 3 de junio minutos después de las 08:00, sobrevolando el norte del país; el GPS perdió registro en Chaco, y se recuperó a las 12:59 en Santa Fe. La señal volvió a perderse entre las 14:40 y las 16:25. En ese intervalo se encuentra el punto “Alter”, sugerente de maniobra alternativa.
El GPS retomó la señal a las 16:25 en las inmediaciones del waypoint “Deja/Dejada”, posiblemente referido a dejar/descargar material, en inmediaciones de los galpones rurales en Arroyo del Medio, en Buenos Aires, junto a una aparente pista de aterrizaje, según la sospecha de los fiscales. Por último, a las 17:38, se registró descenso de altitud y velocidad en Estación Díaz, Provincia de Santa Fe, lugar donde fue hallada accidentada la aeronave.
Para los fiscales, esta secuencia evidenció un recorrido planificado con referencias personales a lugares de pernocte, recogida y entrega, y ubica con claridad el predio rural con los galpones señalados como “Dejada” como un punto de interés operativo en el marco de una presunta maniobra de contrabando o narcotráfico.
En cuanto a la información extraída de los teléfonos celulares, que fue analizada por la División Antidrogas de Rosario de la Policía Federal Argentina y el Grupo de Operativo de Lucha Contra el Narcotráfico.
Del celular del piloto boliviano se extrajeron videos e imágenes que documentan fallas mecánicas en una avioneta, capturas de pantalla de conversaciones operativas y fotografías tipo “selfie” del imputado con auricular y micrófono en cabina de vuelo; una fotografía muestra una camioneta con matrícula boliviana y conversaciones con distintos contactos, donde se refieren entregas, recogidas, combustible, traslados, y contactos logísticos.
También se detectó una conversación que contiene un video de la avioneta, referencias a fallas en vuelo junto con expresiones como “nos vamos”, “cargo gasolina”, “con el perucho”.
En otra conversación, ante la advertencia de presencia de “chatas de Gendarmería”, se señala: “no podemos salir de aquí”, “entramos a ñeñas”, del mismo 3 de junio, lo que evidencia conocimiento del riesgo y planificación logística para evadir controles.
Del celular del piloto peruano se recuperaron mensajes del grupo de WhatsApp los cuales refieren envío de coordenadas geográficas, imágenes satelitales y puntos denominados “recogida”, “dormida”, y “final”, en contextos logísticos; expresiones como “meta”, “esa es la recogida”, “estoy cargando”, “la baja”, “en tierra sin novedad”, “de la dejada estoy a 30”, Como van”, lo que refuerza la hipótesis de una operación aérea coordinada de recogida, transporte y entrega de un cargamento.
También se registraron conversaciones vinculadas con coordinación de vuelos, comunicaciones entre pilotos, consultas sobre pistas alternativas, reportes de ubicación y referencias al paso por Paraguay, así como menciones a aeronaves “tucanos” que los vigilaban y expresiones finales como “en vuelo”, “ya estoy en tierra”, “me falta la baja”, entre otras, todo lo cual configura una operatoria organizada y transnacional compatible con el tráfico de estupefacientes.
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Con todos estos elementos, la Unidad Fiscal de Santa Fe solicitó autorización para allanar el predio rural y los galpones de Arroyo del Medio, y el domicilio del propietario, en Peyrano, Santa Fe, medidas que fueron autorizadas por el juez de garantías Carlos Villafuerte Ruzo, y que se realizaron el el domingo 8 de junio. De los resultados de los allanamientos se secuestró un croquis de un campo, dos celulares, una notebook y un DVR con registro fílmicos.
Todo ello permitió a los fiscales Onel y Palacín atribuir a los pilotos haber importado el 3 de junio 30.500 dólares estadounidenses por lugares no habilitados, evitando de esa forma el control que correspondía ejercer al servicio aduanero, a través de una avioneta con matrícula adulterada, que se había apartado de las rutas autorizadas y que había aterrizado en un lugar no habilitado por el servicio aduanero para el tráfico de mercadería.
También se les atribuyó haber piloteado la aeronave, que no contaba con el certificado de habilitación correspondiente, y haber atravesado la frontera de manera clandestina o maliciosa, desviándose de las rutas aéreas fijadas para entrar al país.
Y finalmente, haber suprimido u ocultado la numeración de un objeto (en relación a la avioneta siniestrada) registrado de acuerdo con la ley, o bien, alternativamente, haber recibido dicho objeto a sabiendas de que provenía de ese delito
Los hechos fueron calificados provisoriamente como contrabando de dinero en moneda extranjera por transporte aéreo; conducción sin certificado de habilitación y cruce clandestino de la frontera y falsificación, alteración o supresión de un objeto registrado de acuerdo con ley.
En la audiencia realizada el lunes por la noche, los fiscales solicitaron la prisión preventiva para ambos imputados por el término de 90 días, en base a los delitos atribuidos y la pena en expectativa, la ausencia de arraigo en el país de ambos imputados, las posibilidades económicas que poseen, las irregularidades migratorias que demuestran que tienen facilidad para abandonar el país de manera clandestina y la eventual pertenencia a una organización criminal de mayor envergadura, todo lo cual sustenta, según la hipótesis fiscal, el riesgo de fuga.
Los fiscales destacaron que la investigación continúa con la realización de numerosas medidas de prueba que son llevadas a cabo por Gendarmería Nacional, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria y con la participación de Procunar, por lo que el juez dispuso la formalización de la investigación, y la prisión preventiva de ambos imputados por el plazo de 90 días.
Tras la detención de los extranjeros, trascendió que Mikjail Z. posee antecedentes que datan del 2021, cuando a bordo de una avioneta aterrizó de manera forzosa en un camino clandestino de Bolivia y fue detenido con 480 kilos de cocaína.
Sobre el otro detenido, en tanto, se sospecha que pudo ser quien en marzo del 2020 fue arrestado en la Ciudad de México como parte de una organización narco que traficaba estupefacientes a Estados Unidos.
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