A casi tres años del femicidio de Daniela Cejas, vicepresidenta de Generar, se concretó la audiencia preliminar para concluir la causa a través de un juicio oral y público. El acto se había suspendido porque la ONG había solicitado ser querellante en el proceso; este pedido fue admitido en primera instancia y luego rechazado por la Cámara de Apelaciones.
La acusación fue presentada por la fiscal de homicidios Ana Laura Gioria, y los abogados querellantes Carolina Walker Torres y Matías Pautasso en representación de Raúl, el esposo de Daniela; en tanto, el acusado Javier Sen, es asistido por la defensora pública Gisela Alemandri. La audiencia preliminar se desarrolló ante el juez Jorge Patrizi, quien deberá analizar lo planteado y decretar la apertura del juicio.
Acusación
La fiscal oficializó la acusación a Javier Sen, quien fue imputado el 14 de febrero de 2020 y desde entonces se encuentra en prisión preventiva. Sen fue acusado de haber matado a Daniela María Cejas entre las 21 y las 23 del 18 de enero de 2020, en el interior de la sede de Generar ubicada en 4 de Enero al 6600, crimen cometido en un contexto de violencia de género, y existiendo entre ellos una relación, en la que el hombre quería profundizar y la mujer no.
Los acusadores detallaron que Sen agredió físicamente a Daniela mediante golpes de puño y asfixiandola; estas agresiones le ocasionaron la muerte en el momento, y según la Fiscalía y la querella, “denotan una clara expresión de superioridad del actor por sobre la vulnerabilidad de la víctima, denostando asimismo su condición de mujer”.
Javier Eduardo Sen fue acusado como autor de Homicidio calificado por el vínculo, y por ser perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género (femicidio) (arts. 80 incs. 1°, y 11 y 45 del CP). Así, se adelantó el pedido de la única pena posible para este delito que es la prisión perpetua.
Para los acusadores no hay dudas de que “Sen consideraba a Daniela como algo de su propiedad, a su disposición, como un ser inferior despojado de toda humanidad y derechos, es por ello que terminó con su vida y siguió con la propia como si nada hubiese ocurrido. Tal es así, que inmediatamente estableció relaciones con otras mujeres (para él otras COSAS) a quienes también llamaba MI AMOR”.
En tanto, la defensora de Sen, Gisela Alemandri, cuestionó la evidencia que vincula a Sen con el crimen y solicitó el archivo y el sobreseimiento del acusado. El juez Jorge Patrizi deberá evaluar la evidencia presentada, resolver los planteos y determinar la apertura a juicio; se espera que unas 45 personas sean citadas a declarar como testigos.
Fundamentos
Entre la evidencia que sustenta la acusación se encuentran: el acta de apertura de la investigación, del 19 de enero de 2020, suscripta por el subinspector del Área Homicidios de la PDI. En esa acta se constató cómo la división tomó conocimiento del crimen, tras haber sido notificados por la fiscal Gioria. Al lugar llegaron primero los funcionarios de la Seccional 11, tras una comisión de la Central de Emergencias 911. Fue el esposo de Daniela quien había llegado a la sede ese domingo a las 9.15, y llamó a la policía.
Raúl explicó a los policías que lo entrevistaron en el lugar que había visto a Daniela por última vez la tarde anterior, que volvió a su casa a la noche y no estaba, entonces comenzó a llamarla por teléfono, sin tener respuesta; tampoco recibía los mensajes de whatsapp. Como a la mañana seguía sin novedades, decidió salir a buscarla; cuando pasó por la sede de la ONG vio estacionado el auto Chevrolet Corsa gris oscuro de Daniela.
En la causa consta que el hombre golpeó la puerta y como no obtuvo respuesta, tocó el picaporte; la puerta estaba sin llave por lo que pudo ingresar y vio a Daniela en el piso boca abajo con el rostro con sangre, que no se movía. Entonces el hombre salió y pidió ayuda a unos chicos que estaban en la veterinaria de la esquina. Para entonces el hombre ya había llamado al 911 con el teléfono fijo del lugar.
Luego explicó que la relación entre él y su esposa estaba desgastada y ella había hablado de separarse; además, dijo desconocer si Daniela se estaba viendo con otra persona. La hija de Daniela también dijo desconocer si su mamá se estaba viendo con alguien; en cuanto a Sen, relató que el mismo día del crimen Javier la contactó por mensajes de Whatsapp para que busque y retire de la oficina de su mamá objetos que él le había regalado.
Una declaración clave en la causa fue la de un vecino que vive enfrente de la sede de la ONG. El hombre dijo haber estado en la vereda la noche anterior y que vio a Daniela llegar en su auto cerca de las 21. Sen ya la estaba esperando en la puerta desde las 20.30. El testigo agregó que era habitual que Daniela y Javier se encontraran en el lugar, generalmente los sábados a la noche, y que se quedaban más o menos una hora. El vecino relató que se quedó en la vereda hasta cerca de las 23 y no vio salir a nadie.
Luego, allegados a Javier y a Daniela aportaron datos sobre el vínculo entre ellos, relación que para la mujer era “casual”, mientras que el hombre quería profundizar el vínculo. También advirtieron sobre la actitud de Sen tras el crimen, nervioso y confuso. En el velorio de Daniela, llamó la atención que Sen estaba nervioso todo el tiempo, “exaltado, raro, que no lloraba y hablaba con todo el mundo pero no se acercó al cajón hasta alrededor de las 12 de la noche; luego lloró todo el tiempo al lado del cajón mientras la acariciaba”, aportaron los testigos.
Sen fue identificado como sospechoso en la causa el mismo día que la ONG Generar organizó un acto en reclamo de justicia por Daniela, a pocos días del crimen. El hombre estuvo presente en la convocatoria.
El Informe Médico Legal de Javier Sen, realizado tres días después del femicidio, constató “contusión en nudillo del 3er y 4to dedo de la mano izquierda y una contusión en antebrazo izquierdo”. El acusado había dicho que se había lastimado con el caño de escape de una moto.
Los informes realizados por el personal de Análisis Digital Forense sobre los teléfonos y PC secuestrados en la investigación, el análisis de cámaras de seguridad de la central 911, permitieron constatar que todas las imágenes, conversaciones y hasta el contacto de Daniela habían sido borrados del teléfono celular de Sen.
Con toda esta evidencia, Sen fue detenido el 13 de febrero minutos antes de las 7 en su vivienda de Gaboto al 6900. El 14 de febrero fue imputado como autor del hecho y desde entonces se encuentra en prisión preventiva.
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