Recientemente, el juez federal, Aldo Alurralde, dictó su procesamiento y le impuso la prisión preventiva sin plazos tras considerarlo presunto autor de transporte de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada.
Su detención fue celebrada hasta por la propia ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bulrich, que tras la captura publicó en su cuenta de X: ¡Cayó en Santa Fe el sexto y último miembro de “La Banda del Cabezón Baigoría”; y cerró la publicación con la frase “las hacen, las pagan”.
El caso por el cual Medina fue detenido se remonta al 8 de julio del 2016, cuando junto con Edgardo Oscar “Cabezón” Baigoría (condenado como el jefe de una organización narco), Lucas Gastón Da Silva y Daniel Alejandro Fedorichek planificaron y gestionaron el traslado desde la localidad de Apóstoles (Misiones) a la ciudad de Santa Fe de 561 kilos de marihuana.
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El lote fue cargado a una camioneta Ford Ranger (conducida por Fedorichek) que iba guiada por un Suzuki Fun rojo en el que iban Medina, Da Silva y Baigoría, todos con rumbo a Santa Fe. Sin embargo, el transporte de la droga tuvo su traspié, ya que para ese entonces, existía una investigación judicial tramitada en el Juzgado Federal N°4 de Rosario, a cargo de Marcelo Bailaque (actualmente imputado en tres causas por corrupción), que seguía los pasos de proveedores de droga de Misiones a un grupo narco rosarino.
El traslado que se truncó
En esa investigación, los detectives sabían que partiría aquel día un cargamento de droga con destino a Santa Fe, por lo que policías de la ciudad de Rosario fueron hasta la provincia del norte del país para interceptarlo en un control vehicular apostado en la intersección de las rutas 10 y 4.
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El cargamento fue hallado en un camino vecinal ubicado entre los lotes agrícolas 143 y 144 de la zona Este de la localidad de Apóstoles.
Eran alrededor de las 00.30, cuando el Suzuki Fun (que ofició como “puntero” del cargamento) pasó por el lugar y fue perseguido por agentes de la policía que estaban en dicho control vehicular. La Ranger, en tanto, logró esquivar la persecución y se adentró en un camino rural en donde descartó el cargamento de marihuana.
Por su parte, Baigoría, Da Silva y Medina quedaron arrestados, pero con el correr de las horas y al no haber elementos que los conectaran al cargamento de la droga (pese a que existía una investigación judicial), el juez Bailaque ordenó su libertad y la restitución de sus teléfonos secuestrados por lo que regresaron a Santa Fe con “las manos vacías”.
Horas después, la policía de Misiones encontró el cargamento de marihuana abandonado por Fedorichek en el camino rural.
Caída
Desde entonces, se inició una causa judicial en el Juzgado Federal de la ciudad de Posadas que luego pasó a Santa Fe tras la detención del “Cabezón” Baigoría en el marco de una investigación que lo posicionó a él y Emanuel Gónzalez, como los dueños de una plaza narco que digitaba la llegada de cargamentos de drogas del norte del país y los distribuía en Santa Fe y la región. Entre esos cargamentos, estuvo el que la banda perdió en Misiones en 2016.
Junto a ellos, también fue detenida la “pata policial” de la banda. Se trata de los entonces gendarmes Damián Sosa; Santiago Alejo e Ismael Britos, acusados de filtrarle información a Baigoría sobre posibles investigaciones en su contra.
También fueron detenidos los vendedores barriales de droga (que se proveían de la banda) Estela María Castillo, Ramón Salva y Cristian Mansilla. No obstante, fue arrestado por la causa, Jorge Correa por un lote de cocaína que partió desde Salta, con destino a Santa Fe, pero que fue interceptado en el camino en un control vehicular.
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El juicio comenzó con los procesados desde sus lugares de detención.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Todos llegaron a la instancia de juicio oral en el Tribunal Federal de la ciudad de Santa Fe y terminaron con distintas condenas: Baigoría fue condenado a 15 años, mientras que Emanuel González pasará 9 años en prisión.
En el caso de Estela María Castillo, Ramón Salva y Cristian Mansilla fueron condenados a 6 años de prisión por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Mientras que el gendarme Damián Sosa fue condenado a 4 años de prisión y sus colegas Santiago Alejo e Ismael Britos recibieron tres años por encubrimiento agravado. Correa, en tanto, recibió cuatro años por transporte de drogas.