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Policiales Los Monos | Lavado de activos | Drogas

La mansión, la pileta de Mickey y los lujos que acumularon Los Monos con el narcotráfico

Los principales integrantes de la banda serán juzgados por la justicia federal. La mayoría nunca estuvo registrado en Afip ni tampoco tuvo un trabajo formal: se dedicaban al narcotráfico.

La mansión en la localidad de Pérez, donde Los Monos construyeron en un predio de tres hectáreas dos piletas de más de 20 metros, una con la forma de ratón Mickey, se transformó en un ícono del lavado de dinero y de la impunidad que supura de estas actividades mafiosas.

Por primera vez, el clan Cantero va a ser juzgado por acumular parvas de dinero con la venta de drogas y con un negocio ilegal que desparramó violencia en todos los rincones de Rosario, donde Los Monos instauraron métodos demenciales de ajustar cuentas con sicarios. El juez Marcelo Bailaque elevó a juicio la causa que se inició hace seis años, a partir del expediente que se tramitó en el fuero provincial. No se sumaron evidencias sustanciales a las que detectó en su momento la causa 913/12.

La fotografía del caso que llegará a juicio es vieja, pero muestra indicios del equipo de testaferros que se movían a la par de los líderes del clan, como Daniel Vázquez, denunciado hace más de ocho años por la gestión de Rafael Bielsa, cuando estaba al frente de Sedronar.

El origen de esta causa de lavado en la que serán juzgados ocho integrantes de Los Monos arranca en 2015, cuando Carlos Gonella estaba al frente de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac). El texto de la denuncia señala que “la llamada banda de Los Monos efectuó un conjunto de operaciones tendientes a reciclar sus ganancias”.

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Esas operaciones consistían, según la Unidad de Información Financiera (UIF), que fue querellante, en “adquirir bienes registrables y derechos económicos sobre jugadores de fútbol a nombre de terceras personas, como así también la conformación de plazos fijos, la compra de moneda extranjera y acreditaciones de cheques de terceros con retiros en efectivo”.

Ariel Cantero, alias Guille, es uno de los principales imputados, al ser considerado el jefe de la organización. Acumuló en los últimos nueve años siete condenas por 62 años de prisión. Si es condenado en el juicio por lavado de activos –que aún no tiene fecha de inicio- será la octava sentencia en su contra que suma.

Guille está acusado de adquirir a través de su pareja Vanesa Barrios, también condenada a 12 años de prisión por narcotráfico, una mansión ubicada en un terreno de tres hectáreas a metros de la intersección de las rutas 33 y 14, donde Los Monos construyeron una casa de unos 300 metros cuadrados, con un quincho y dos piletas, una de 20 metros y otra más pequeña, destinada a los niños, con la forma de Mickey.

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La famosa quinta -con la pileta de Mickey- que compró el líder de Los Monos en la ruta nacional 33.

La famosa quinta -con la pileta de Mickey- que compró el líder de Los Monos en la ruta nacional 33.

Esa propiedad quedó en una nebulosa ya que nunca fue decomisada por el Estado santafesino. Hubo un proyecto para convertirla en un lugar para rehabilitación de personas adictas a las drogas pero todo quedó en la nada.

Entre los bienes que adquirió el líder de Los Monos también aparecen dos casas en Carlos Paz (en Córdoba) y varios autos de alta gama, entre ellos un Audi A5, un BMW M3M Sport, una camioneta Chevrolet S10 y una parte de un BMW 120D, como así también la adquisición de una embarcación de nombre “La Venenosa”.

De acuerdo a la causa, Cantero nunca fue inscripto en la AFIP y no tiene ningún empleo registrado en toda su vida. “No posee un perfil patrimonial que le permita justificar esas operaciones”, señala el fallo de procesamiento firmado por el juez federal Marcelo Bailaque, cuya investigación tomó gran parte de la información relevada en la causa 913/12, que llevó adelante el magistrado provincial Juan Carlos Vienna entre 2012 y 2016. En los seis años que duró la instrucción de esta causa se profundizó muy poco sobre los nuevos negocios que capitaneaba Cantero desde las cinco cárceles federales y provinciales por las que pasó. La evidencia de que la actividad delictiva continuó en la cárcel es la condena a su pareja Vanesa Barrios, que se había transformado en libertad en la delegada de Guille en la calle, donde seguían no sólo los crímenes ejecutados por sicarios de la banda sino también la venta de drogas.

A Ramón Machuca, hermanastro de Guille, que fue condenado por cuatro homicidios a 36 años de cárcel, los investigadores le imputaron haber comprado una casa en la localidad de Funes, dos autos, y tener varias cuentas bancarias.

Entre los principales testaferros de la banda figura Daniel Vázquez, un exbarra brava de Newell’s, que compró 17 inmuebles y varios vehículos de alta gama. En ese rubro de testaferros también aparece como imputado Mariano Ruíz, quien se encuentra en libertad, y fue considerado históricamente uno de los engranajes clave de lavado de Los Monos. A este hombre le adjudican haber comprado ocho autos de alta gama, entre ellos dos Audi A3 y Q3. En el momento de la investigación Ruíz no tenía ingresos registrados. La pareja de Ruíz, Natalia Luna Schneider también irá a juicio por lavado de activos.

En esta causa por lavado de activos también están imputados el padre de Guille, Máximo Cantero, a quien se le adjudica haber comprado sin ningún ingreso una camioneta Toyota Hilux 4x2, y la cuñada Lorena Verdún, expareja de Claudio Cantero, alias Pájaro. Esta mujer, que fue condenada a cinco años de prisión por narcotráfico y se encuentra en libertad, se la acusa de haber comprados dos autos –un Peugeot 206 y un Chevrolet Vectra- y tres motos. También carga con dos reportes de operaciones sospechosas de los bancos Patagonia y Galicia, por 230.000 pesos.

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Celestina Contreras, la madre de los miembros de Los Monos, también está imputada por lavado de activos. Esta mujer de 61 años fue condenada a 10 años de cárcel, pero se encuentra actualmente en prisión domiciliaria, como la mayoría de las mujeres que integran la organización criminal. “Cele”, como la apodan, está acusada de adquirir un inmueble en la zona sur de Rosario y varias motos.

A Ramón Machuca, hermanastro de Guille, que fue condenado por cuatro homicidios a 36 años de cárcel, los investigadores le imputaron haber comprado una casa en la localidad de Funes, dos autos, y tener varias cuentas bancarias. Monchi figura inscripto en la Afip desde 2010 en el rubro de compra y venta de fertilizantes y plaguicidas.