El pasado sábado 26 de noviembre, los egresados de la Escuela Normal N° 30 de Esperanza iban a vivir la noche más esperada por ellos y sus familiares. Después de pagar por casi un año la fiesta que coronaba la finalización de la secundaria, más de 1.000 personas fueron estafadas por el servicio de catering del evento.
“Teníamos todo preparado, controlado. No se nos había pasado ningún detalle. Todos los requisitos los teníamos al día, pero nos falló el servicio gastronómico. No cumplieron con lo que decía el contrato. Por ejemplo, eran más de las 12 de la noche y solo algunas mesas tenían el plato de entrada”, relató Carolina, mamá de una de las egresadas, en diálogo con Luis Mino en el programa Ahora Vengo.
Esa situación generó tensión en el ambiente y comenzaron las peleas, los gritos y los empujones. Algunos eligieron hacer justicia por mano propia y tomaron bebidas del área de servicios y otros se tomaron a golpes de puño.
“La gente se violentó un poco. Hubo botellazos. Alrededor de las dos de la mañana, le empezamos a pedir a los egresados que se vayan. Hay muchas familias que van a tener que responder por sus invitados porque está todo grabado”, sostuvo la mujer.
El descontrol fue tal que uno de los invitados sufrió un preinfarto en medio del evento. El hombre, quien ya había sido operado del corazón hace unos años, tuvo que ser trasladado de urgencia a un nosocomio local y quedó internado. Además, alrededor de 15 personas debieron recibir asistencia médica en el lugar.
El personal policial contratado como adicional convocó a refuerzos y fue allí que se hicieron presentes agentes del Comando Radioeléctrico. El encargado del servicio gastronómico fue retirado por la policía en un patrullero.
La mujer aseguró que se van a asesorar con la dirección de Defensa al Consumidor de Esperanza para poder realizar después la denuncia correspondiente. "Queríamos la mejor recepción para nuestros hijos y nos pasó esto", concluyó Carolina.
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